Cap.29: Miedo

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El final se sentía en el aire, como pólvora. La felicidad estaba evaporándose lentamente y nadie sospechaba que eso fuera a suceder. Por eso el plan fue tan perfecto y sin errores, sólo había que mover un par de fichas más y las tendría débiles. O al menos eso pensaba mientras afeitaba su crecida barba frente al pequeño espejo del baño de su habitación. Tenía los hilos justos para tirar de ellos y que la situación perfecta se diera por si sola. Toda tenía sentido para él y pronto todos los sabrían, cuando fuera ya demasiado tarde para prevenirlo.

Matthew se regocijo al pensar en la felicidad que sentiría cuando sus problemas acabasen por fin. Nada de eso era fácil pero ya se había acostumbrado a tener que luchar y esconderse para lograr sus malignos cometidos. La policía estaría tan ocupada solucionando problemas que se olvidarían de buscarlo y ahí podría ser libre por fin. Escaparía hacia algún destino desierto y tendría la oportunidad de comenzar una nueva vida lejos de todo y todos. Como soñó desde el dia en que este plan comenzó a ser cautelosamente planeado. Debía esperar un poco más.

..

Ginebra, quién conocía más que nadie la metodología del hombre para quien estaba trabajando, estaba obnubilada. Era sorprendentemente positivo para su pronta libertad haber encontrado a las personas que buscaba rápidamente. Tomo un par de fotos y se las envió a él sintiéndose automáticamente alivianada. No era cuestión de pensar en su humanidad o su forma de pensar, mucho menos preguntarse si lo que hizo era correcto o no. Solamente respiro profundamente sin ahondar en las consecuencias de sus actos y le aviso por mensaje al cabecilla que había finalizado su trabajo, preguntando tambien cual seria el primer paso. Y se quedo alli esperando la respuesta suya, minetras tanto se coloco la capucha. Ya que si debia quedarse en ese lugar por lo menos evitaría que alguien pudiera verla.

Pronto el le escribió que lo que hizo estuvo perfecto y que ya podia descansar. Ya que mañana le mandaria nuevas instrucciones.Respiro aliviada y salio de detrás del árbol donde se encontraba. Empezo a caminar hacia la salida, para perderse como antes. Aunque lo que ella desconocía es que no era invisible y que alguien estaba viéndola.

...

Logre encontrarme en aquel abrazo eterno, no estaba realmente perdida. Pero halle una parte de mí de cuya existencia desconocía. Un lugar pacifico se abrió ante mi cuando estuve entre los brazos de aquella mujer. Después de todo lo estaba pasando en mi vida logre sentirme bien, aunque fuera fugaz.

Estaba realmente agradecida con Alisha por todo lo que había hecho para mí. En realidad, nunca pensé que ese escenario pudiera ser real, la persona que tenía en frente había sido la misma a quien esperaba no tener que volver a ver hace días. Ahora estábamos más unidas que nunca.

Pensaba sinceramente en darle una segunda oportunidad, sin importar lo que los demás podrían opinar. Era más feliz haciéndolo y esa era la única razón que necesitaba.

Nos separamos a los segundos y pude observar sus ojos aguados. Le sonreí sinceramente perdiéndome en sus grandes ojos, verla era con verme frente a un espejo y eso era bastante raro para ser sincera. Sin embargo, tenía su encanto. Para entendernos no hacían falta palabras, igualmente decidimos charlar como el resto de las personas.

La música volvió y la tensión se disipo como si nada.

..

La estación de policía estaba abarrotada y Ashton no lograba concentrarse en su trabajo ganándose multiples reprimiendas de su jefe. Las denuncias, atendidas por sus compañeros, sobraban. Mientras que el solo pensaba en la reacción anormal de la persona tras el teléfono. Le pareció como si estuviera escondiendo algo de información, aunque sabía que era una mala idea seguir pensando en eso. Desconocía que estaba pasando, pero tenía una fuerte corazonada. Su chica estaba en peligro. Aunque realmente no tenia certeza alguna de eso.

Quizá el peligro era invisible, eso era lo que más temía. Que le fuera imposible defenderse cuando el mal mostrara su verdadero rosto. Tampoco iba a desmerecerla, en otro momento de su vida logro luchar contra lo que atormentaba sus días. Ella era capaz de todo lo que propusiera, lo sabía. No obstante, la sospecha le carcomía los huesos.

Lo único que quería era protegerla. Si bien esta era una noble intención, estaba olvidándose de la otra cara de la moneda. Sin darse cuenta estaba cortándole las alas de la libertad y eso no era nada bueno para ninguno de los dos. Las cosas podrían salir bien o terriblemente mal. La suerte estaba ya echada y quedaba poco por hacer.

...

Estaba disfrutando genuinamente de la fiesta bailando como si mis hombros hubieran sido liberados de un peso inhumano que me acompañaba desde hace días atrás. Mi cabello se meneaba con el aire de mis propios movimientos, que frenaron en seco cuando alguien apoyo sus dedos en mi muñeca ejerciendo un poco de presión. Ese roce logro erizar la piel de mis brazos y que me diera vuelta rápidamente, tratando de conocer de quien se trataba. Al hacerlo me encontré con el rostro serio de mi compañero de trabajo y al mirarle mi sonrisa empezó a marchitarse. Dijo que necesitaba hablar conmigo por un asunto de suma urgencia. Que lo siguiera.

Me aleje de todo el ruido caminando detrás de el, hasta que el ambiente quedo en un silencio perpetuo. Me llevo hasta su oficina, la cual quedaba en el otro pabellón. El cual aún no había podido conocer. Estando todavía en el pasillo le pedi nerviosa que me dijera lo que tuviera que decirme pero se negó, deslizando la llave que tenía en el bolsillo dentro de la cerradura de la última puerta.

Lo seguí hacia dentro quedando obnubilada con el espacio, era más grande que la mía y estaba perfectamente adornada con cuadros de su agrado. Y fue alli cuando me dijo:

- Hace rato vi a una mujer muy rara que observaba el edificio, pensé que quiza seria una de las pacientes pero la encontré sacándote fotos. La conoces?

Confundida le pedi una descripción y lo que dijo termino por helarme la sangre. Dijo que se trataba de una persona pelirroja que llevaba una capucha. Solo podia ser una persona, cuyo nombre me daba escalosfrios. Mi corazón dio un brinco, esto no podía estar pasándome a mí. Quise mantener la calma, aunque lo único que conseguí fue marearme. Pensé en miles de explicaciones lógicas, solo una de ellas tenía sentido.

Era Ginebra, tenia que ser ella.

Wow!, que tienes que decir al respecto del nuevo personaje de esta historia. Te leo.

.LadyTerca.

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