Cap. 41: Adina

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Una de sus mas recurrentes fantasias se reproducia dentro de su mente en forma de sueño,haciendole creer que todo estaba bien cuando en realidad eso no era para nada cierto. Por fuera de su cama la verdadera desgracia tomaba forma endemoniada. De esto se dio cuenta en el momento en que el olor a humo se coló por los capilares de su nariz.

Por un segundo pensó que el fuerte calor que emanaba del ambiente era parte de su fantasía la cual se había vuelto demasiado realista. Hasta que percibió un fuerte dolor de cabeza que se desato por la falta de oxígeno. Se quito la sabana de encima intentando recuperar un poco de frescura, aunque lo que recibió estuvo muy lejos de ser como ella creyó dentro de su mente.

Un ardor interno empezó a quemar su cuerpo y eso fue lo que logro despertarla. Solo para ver como su habitación se llenaba de humo, quitándole lentamente la visibilidad. Mostrandole un panorama digno de una película de terror. Cubrió su boca con tela para evitar ahogarse, se agacho quedando acostada sobre el suelo y comenzó a arrastrarse lentamente hacia lo que reconocía como la salida.

Escombros amenazaban con caerse sobre su espalda, eso era lo que más miedo le daba, quedarse sepultada. Siguió únicamente sus instintos de supervivencia, los que la guiaron hacia el exterior donde una gran cantidad de personas la observaban. Policías, periodistas y médicos rodeaban el lugar para el momento cuando ella logro recuperar sus fuerzas. Todos la observaban en silencio, con miradas juzgadoras. Adina conocía muy bien el motivo, tenia fuertes sospechas de que era la única que había llegado a la institución por su imposibilidad con respecto a la piromanía. Tristemente eso era razón suficiente para que la culparan injustamente.

Aunque sabía muy bien que no era completamente inocente de los sucesos, quiza debería haber hablado antes. Pero ahora ya nada quedaba nada por hacer. Solo esperar poder sobrevivir. Creía conocer a la culpable aunque estaba en un momento demasiado delicado como para abrir la boca. En ese momento solo podia preguntarse en una cosa, la cual era su temor mas grande:

-Los policías le harian algun tipo de pregunta incriminatoria ?- no pudo evitar pensar.

En ese momento su cerebro comenzó a pensar estrategias para sobrevivir. Entonces fue que supo que por su bien pediría una audiencia para contarle de la chica que buscaba convertirla en una persona criminal. Pensó que dentro de sus posibilidades estaba el hecho de que podría ser castigada con un tiempo de privación de libertad y en el caso de que esto fuera asi estaría conforme con su condena, sabia que el hecho de haberse guardado las extorsiones de la pelirroja la hacia un poco mas culpable.

Prefería contar la verdad y que Alisha no tuviera una mala impresión de ella. Eso era lo más importante para ella, su principal inspiración para mejorar en sus acciones. Era increíble como aquella chica rebelde había logrado conquistar su pequeño corazón, enseñándole a mirar la vida desde otra perspectiva. Desde una que la llevaría a mejorar como ser humano.

Apenas logro apoyar los pies sobre el suelo un conjunto de policías la rodeo y apuntándola con armas gritaron al unísono:

-Quieta, manos a la cabeza y no haga ningún movimiento estúpido.

El viento era violento por lo que la congelaba mientras ella lidiaba por mantenerse estática. Toda su piel estaba erizaba mientras sus brazos tambaleaban contra su cabello.

-Esperen, soy inocente- grito cuando vio que uno se acercaba con un par de esposas de metal.

-Tiene derecho a guardar silencio, lo que diga puede ser utilizando en su contra en el juzgado. Puede acceder a un abogado y si no puede pagarlo el gobierno le proporcionara uno- recito el hombre casi de memoria.

- No...! ¡no!, hay un error- se defendió.

-Señorita Barkin está bajo arresto- continuo el otro como si no pudiera escucharla.

En un segundo su libertad se le fue arrebatada y tuvo que permanecer callada durante el corto trayecto hacia la patrulla. La subieron a regañadientes y cerraron la puerta detrás, dejando el resto de su vida sobre la acera.

Habría pensado en lo injusta que la autoridad fue con ella tan solo si noestuviera preocupada por conocer lo que iba a suceder ahora. Su cuenta en el banco estaba en letras rojas y un defensor gratuito podía cavarle una tumba más profunda. Se asusto cuando la idea de poder morir en la cárcel resonó en su cabeza, nadie sabía de su paradero, por lo que estaba condenada a permanecer en soledad.

-Si solo tuviera una forma de comunicarme- lamento en voz baja.

Revisando sus orejas tuvo una fugaz idea, le dejaría una señal a su amiga y si eran realmente tan unidas como parecían ser lo descubriría. Se saco uno de sus aros, los cuales eran sus favoritos, y lo dejo caer por una pequeña ranura que tenía la ventana. Detrás estaban escritas tres letras S.O.S. las cual logro tallar utilizando la punta del otro.

Volvió a su recta posición como si nada hubiera sucedido e intento recuperar la calma recordando el orden real en que sucedieron las cosas. De esa manera sabría que declarar cuando su oportunidad llegara de una vez por todas.

Flashback:

Desde que decidió internarse en el hospital se había sentido bastante insegura, ahí dentro desconocía a todos y eso le molestaba. Las primeras semanas echo de menos mucho a sus amigos, estar sin el apoyo de las personas que la vieron una y otra vez tratar de superarse era extraño para la chica. Aunque poco a poco se acostumbró y gracias a la nueva persona que conoció allí logro sobrevivir casi cuatro meses.

Lo que sucedió fue durante la primera semana del segundo mes cuando el dolor se hizo presente dentro de su corazón, se encontró verdaderamente sola y eso le hizo repreguntarse muchas cosas causándose sin saber más daño. No era demasiado allegada a Alisha todavía, por lo que decidió no confiarle esa parte de su vida.

Los días se le hicieron bastante grises y fue entonces que la visita de una chica le ayudo a descargar sus problemas hablando con ella. Desconocía quien era y nunca llego a preguntárselo pues se iba antes del amanecer. Venía de fuera, casi todas las noches y cumplía el papel de distraerla de los problemas ganándose su confianza en el acto. Esto fue bastante favorecedor ya que comenzó a recuperar su ánimo.

Tenía una larga melena cobriza, era bastante guapa y muy amable. Hasta que un dia le comento que conocía que conocía perfectamente sus problemas económicos y le podía conseguir el dinero necesario para que terminara de pagar su tratamiento allí, a cambio de lo que describió como una nimiedad. Adina acepto sin pensar realmente en lo que estaba metiéndose.

Pronto su vida se transformó en una tortura.

Vivía con miedo y sin poder contarle a nadie por miedo a las amenazas de muerte que repetía la desconocía noche tras noche. Sabía que si algo mal le salía su vida o la de los demás corría un gran riesgo.

Su última orden fue que se liberara incendiando el lugar, a lo que por supuesto se negó rotundamente. La otra no se mostró molesta, es más, fue casi comprensiva logrando que la interna creyera que estaba librada. Cuando eso estaba muy lejos de ser así. No contaba con toda la información valiosa que Ginebra le había obligado a encontrar, un plano con todas las salidas de emergencia y habitaciones del edificio. Eso era más que suficiente para efectuar su plan.

Que idiota había sido al creerle a una completa desconocida encapuchada.

Fin del flashback
Se sintió mejor al pensar en su versión de los acontecimientos, logro la claridad necesaria justo cuando estaba cerca de su parada final. Ahora nadie podía contradecir sus hechos, tenía pruebas de estos.

Estuvo tremendo el capitulo, o no?

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Adios!

.LadyTerca.

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