Esa noche dormí realmente bien, apenas tocar la cama. Ser sincera había sido una vez mas una opción exitosa y eso me relajaba mucho, ya no tenia nada que esconder. Bueno, casi nada, puesto que Quentin desconocia todavía una gran parte de mi pasado. Pero la situación con el estaba un poco tensa como para confesarle mas cosas que seguramente le molestarían o por lo menos lo sorprenderían de una manera no muy grata.
Aun con esa preocupación en mi mente logre descansar perfectamente, hasta que me levante exaltada por la madrugada al escuchar mi teléfono sonar con un volumen fuerte. Alguien estaba llamándome. Agradecí el hecho de que estaba sola por lo que nadie se percató cuando empecé a insultar de sobremanera, maldiciendo en todos los idiomas que conocía. Ese agudo sonido evaporo de sopetón todo atisbo del silencio que había existido totalmente hasta ese momento, asustándome de sobremanera. Eran las cuatro de la madrugada y rápidamente me cuestione lo que debía hacer, aunque termine contestando.
El enojo se transformo en miedo cuando me di cuenta de quien se trataba.
Pregunte primeramente por el nombre de la persona tras el teléfono y al no recibir respuesta de su parte empecé a dudar. Por su curioso acento creí que podía ser Matthew y pronto me di cuenta que lamentablemente tenía razón. Sus juegos de palabras y romanticismo infundado lo delataron ante mí, quedando sin querer un paso por delante suyo. Pronto descubrí que era lo que realmente quería que yo hiciera por él. Algo que claramente sería malo para mí y que no estaba totalmente segura de poder hacerlo.
Me pidió que limpiara su nombre amenazándome con hacerle daño a Anne si no lo hacía. Me tome un segundo para pensar ya que pensé que eso podia ser algo que siempre decía, equivocándome de nuevo. El sabia perfectamente del embarazo de mi hermana y sabia que si no le obedecia no iba a lastimarla solamente a ella sino que tambien podría hacerle daño al futuro bebe todavía en gestación. Ante eso enmudecí, no sabía que debía decir o hacer.
Le corte, con un nudo en la garganta. Hasta que repentinamente la solución a todos mis problemas llego a mi mente por obra de magia, lo iba a hacer total no tenia nada para perder. Iba a volver a aquel lugar donde nunca pensé que debia regresar hasta el dia de hoy, la casa de mi padre. Pensaba que quizá allí podía hallar alguna de sus herramientas, textos o algún consejo que hubiera dejado escrito por ciertos lugares. Aunque no podia hacerlo sola, sino que necesitaba a mi viejo compañero.
Espere que fueran las seis de la mañana para levantarme de la cama y una vez que tenia mi plan bastante elaborado dentro de mi cabeza, sali de la habitacion y me fui a buscarlo. Sabia que ellos estaban quedandose en el mismo piso que yo, en cuartos contiguos. Por lo que llegue al primero y toque a la puerta con miedo de despertar a la persona incorrecta.
Un par de segundos después salio Ash a recibirme y no se veía cansado como pensé, sino que parecia haber estado hacieno ejercicio puesto que su pecho estaba desnudo y algunas gotas de sudor resbalaban por su piel ahora brillante. Me contuve de observarlo a detalle y mirándolo a los ojos lo salude. A el le parecio bastante normal verme a esas horas, simplemente obvio las preguntas. En cuanto termine de comunicarle lo que planeaba hacer, el acepto gustoso pidiéndome un par de minutos para vestirse.
Una hora y media después...
Pocos minutos atrás salimos hacia la aventura que me transmitía la misma sensación que la caminata hacia las piedras que sucedió hace casi cinco años, la ultima vez que estuve en Canadá. Esa era la primera vez que venia por decisión propia y aunque ya no estábamos mas juntos estaba realmente feliz de que el fuera el que me acompañara una vez mas a enfrentar mi destino. Nuestro destino.
Iba concentrada y resople al darme cuenta que mi compañero de caminata estaba con un serio semblante y se movía lentamente enfocando su atención únicamente en los verdes alrededores. El se mostro muy feliz de venir ya que queria buscar algo de su padre y ahora estaba alejado de mi, como si quisiera evitar a toda costa que los sentimientos pudieran mezclarse. Aunque ambos éramos personas maduras y quizá ese dia seria la oportunidad perfecta para darme cuenta que todo estaba bien entre nosotros, que ese amor que un dia ardió cual incendio forestal ya se había evaporado por completo.
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La Alianza
AdventureAlisha nunca tuvo un buena historia. Siempre estuvo atormentada por sus problemas. Sin absolutamente nadie que pudiera o quisiera ayudarla a sobrellevar su existencia. Completamente solita y dejada atras por el resto de la sociedad,por ser rara y di...