Cap. 49: Descubrimiento fallido

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Tras varias horas de charla sincera donde muchas verdades salieron a la luz por ambas partes, decidieron que el destino los guiara hacia el siguiente paso. Para alivio de Alisha ella no fue la única que estuvo hablando todo el tiempo pues su compañero también tenía mucho por decir. Las palabras abandonaban sus gargantas arenosas y aunque los minutos se escapaban de los relojes de todos los que allí estaban presentes ellos parecían ignorar ese detalle, expectantes a que un nuevo tema de conversación se presentara en esa mesa. Donde un simple bar cualquiera se había transformado en un lugar reconciliador.

Hasta que las verdades dolorosas se transformaron en una conversación normal entre dos personas que tranquilamente parecían verse regularme para tomar el café de la tarde. Todo alrededor de aquella situacion parecia irreal por lo que le fue fácil dejar de pensar cuando ambos se subieron al mismo taxi, abandonando de una buena vez aquel lugar. Su siguiente destino no estaba exactamente en esa ciudad, ni siquiera en ese país. Terminando en un lugar impensado, mas por la hora. El aeropuerto.


Las razones que los hicieron terminar alli no eran exactas, es mas ninguno de los dos fue capaz de decidir por si mismo si querían estar alli o siquiera viajar con el otro como acompañante. Quizá fue la charla motivadora, la cafeína o la sensación de control total de los impulsos lo que los llevo a creerse capaces de hacer lo que quisieran sin preocuparse por las obvias consecuencias que les traerían sus acciones. Pero conocían que volver a sus inicios era algo pendiente que nunca habían podido resolver y que ese podía ser el momento perfecto para hacerlo.

Y ese seria el siguiente paso, uno conjunto, del cual ya no podían negarse puesto que lo primero que hicieron al llegar fue comprar pasajes en una aerolínea cualquiera para garantizarse que el avión saliera pronto y que arrepentirse de esa decisión fuera algo inviable.

Dentro de cinco horas estarían recorriendo aquellas calles que esperaban todavía seguían oliendo a cemento fresco y sueños infantiles, los cuales los habían puesto en esta situación originalmente.

..

El aire frio que escapaba de las rendijas del aire condicionado despeinaba su cabello el cual todavía tenia algunos restos de cenizas mientras ella trataba de no pensar, la adrenalina de haber logrado algo que quizo durante muchos años todavia la alentaba desde la lejanía. Quiza por eso fue que se reconoció capaz de volver a la casa donde tranto su crecimiento como entrenamiento se dio a cabo. El aire se escapo de sus pulmones. El hecho de que la misma chica que sabia como utilizar perfectamente casi cualquier tipo de armas para su defensa personal ahora mismo se sentía tan débil como cualquiera era sin duda sorprendente.

Por suerte pronto los llamaron a abordar y sus pensamientos se mezclaron con el sonido del altavoz. Se levanto casi por inercia, seguida de Ashton y unos minutos después estaban sentados en sus lugares, contiguos. Lo miro pero aquella mirada no fue sin intención si no que ella misma anhelaba respuestas para las ineludibles preguntas que contenía en su mente. Viendolo pequeño, miedoso de hablar y poder quedar mal o empequeñecer frente a las posibles expectativas del otro. Parecia querer compartir sus pensamientos sin embargo estaba nervioso, carraspeaba la garganta tratando de buscar la voz. Hasta que lo logro.

Cuando estaban sobrevolando Albany pudo realmente romper el silencio total que existía segundos atrás. Inhalando sonoramente pregunto a su compañera si tenia alguna idea de porque el había insistido tanto en terminar el dia sobrevolando el corto paso por Estados Unidos.

Sus ojos se abrieron de manera dramática cuando escucho al chico empezar a hablar, negó con la cabeza y el sin perder tiempo le empezó a contar una historia del pasado. La cual ella desconocía o por lo menos no recordaba.

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