El dia era particularmente fresco para pertenecer al verano y su poesia era dificil de describir con palabras. Llevaba pocos minutos despierta y desde que mis ojos se habian abierto estaba tratando de reconocer donde me encontraba, sabiendo que mi cabeza todavia estaba confundida. Desconociendo tambien el dia y la hora, por supuesto. A mi alrededor reinaba el silencio perpetuo, como si el ruido fuera incapaz de turbar la calma que me cubria durante ese preciso momento. Mi cuerpo estaba cubierto por un suave material proveniente a unas sabanas que parecian ser de seda, estaba tan comoda que no era extraño pretender quedarme un rato mas en aquella posicion de total reposo. Era simplemente irresistible.
Detras mio habia una ventana por la cual podia sentir algunas gotas de lluvia descenciendo suavemente por el vidrio, volviendo el ambiente todavia mas intimo. Sin contar con el hecho de que era casi imposible determinar si era de día o noche ya que la oscuridad de la habitación cubría mi vista casi por completo. Tan melancólica como de costumbre. Estaba perfecto para continuar durmiendo.
Eso hubiera sido realmente solucionador y pense seriamente en hacerlo, hasta que senti mucho frio en mi espalda. Lo que resulto ser realmente sorprenderte cuando retire la sabana y encontre a mi cuerpo totalmente desnudo y congelado. El brillo dorado de mi piel era lo único que resaltaba en medio de esa oscuridad.
Sonreí con los ojos cerrados , avergonzada. En ese momento me hubiera gustado jugar a la desaparición de los recuerdos de esa misma mañana y considerar a mi desnudez como un acto sin consecuencias,por mas que sabia que eso no era asi. Ya que todavía tenia sabor dulce/picante en los labios y que solo con mi mente era capaz de volver a erizar mi piel completamente.
Me levante de la cama para buscar mi ropa y encontre a Ashton profundamente dormido. Su pecho estaba desubierto y su cabello desordenado caía sobre su cara y ojos, pareciendo demasiado tierno frente a mi.
A tientas logre vestirme, bajo la necesidad extañarla de recordarle cuanto lo quería, lo bien que me había hecho sentir y que en esa habitación parecía no haber pasado el tiempo. Pero también me sentía culpable por tener relaciones con mi ex pareja poco tiempo después de volver a estar soltera. Lo que hizo que repentinamente aquella habitacion se volviera el escenario ideal para empezar a dudar de casi todo. De lo único que estaba segura es que a pesar de todo entre los brazos de ese hombre había sido feliz, por mas que fuera una emoción fugaz. Era quien me había sabido querer como nadie más en esta vida y demostró sus aptitudes amorosas desde el principio.
Estar cerca suyo me causaba un je ne se qua imposible de determinar, mi parte moralista deseaba tenerlo lejos de mí y solo mantener una relación cordial. Pero había algo dentro de mi cuerpo que aún seguía teniendo sentimientos amorosos, la misma que estaba feliz de verme despertar a su lado.
Justo para el momento en el que el luminoso reloj de la mesa de luz marco las ocho menos cuarto de la noche, mi verguenza llego al climax. Desconocía si poder recordar lo sucedido con gran detalle era un milagro o una maldición, pero reconocía la pasión y el calor, los cuales había fluido entre nuestros cuerpos. Eso y lo extasiada que me hizo sentir el sabor a panqueques de limón y libido que provenían de sus labios.
Suspire apretando mi pecho con los brazos mientras intentaba pensar, deberia quedarme hasta que el se despertara o mejor seria que huyera creyendo que ese era solo un episodio insignificante y que pronto me olvidaría de él. Sabia que tenia que tomar una desicion madura, sin embargo a su lado me sentia como aquella niña que era cuando llegue por primera vez.
Intentando ser silenciosa tome asiento cerca suyto y comence a recordar lo que él me hacía sentir. Era increíble saber que lo conocía desde hace nueve años ya y que desde ese tiempo una gran historia se construyó entre nosotros. Que iba a saber mi pequeña yo de quince años que una vez que llegara a una nueva ciudad mi vida cambiaria para siempre, que dejaría de pasar mis tardes leyendo algún interesante libro o pasear con mis amigos por ahí y lo tendría que cambiar por salvar a mi familia de gente genuinamente maléfica.
Que conocería por primera vez el amor en el momento en que los distantes luceros azulados de Ashton se cruzaron en mi camino. Cuando pasaba horas tratando de convencerme que era una locura tener sentimientos por el hijo de un secuestrador. Hasta que estos fueron correspondidos y ese niño se convirtió en mi amigo, mi salvador y un tiempo después en mi primera pareja seria. Con quien comprendí que el amor no conoce de barreras ni fronteras y que podía querer a alguien incondicionalmente. En su compañía viví aventuras extravagantes dignas de una persona especial, alguien como él. En quien podía confiar ciegamente y al estar cerca me sentía capaz de caminar con los ojos cerrados y siguiendo únicamente sus guías.
Continuamente me veía completamente enamorada, tanto que la sonrisa se enroscaba entre mis orejas cubriendo mi cara por completo. Lo había estado desde el primer día en que lo vi y aunque me costaba verlo seguía teniendo esas mismas emociones fuertes para con él.
Poder ser sincera conmigo mismo saco unas sonrisas de mis labios, quitándome un gran peso que cargaba inconscientemente encima de mis hombros. Seguía amándolo tan fuertemente como siempre, sin importar si entre nosotros había habido una ruptura o no. Mi corazón lo estimaba demasiado y por eso esa ocasión parecida repentinamente una pequeña ventana abierta en medio de un sin escape. Como si fuera una nueva opción, solo para nosotros.
Podía instruir que el también que me quería y realmente necesitaba saber que era lo que él pensaba sobre eso. Quizá necesitara tiempo a asimilarlo o tal vez no. Mas lo que fuera a pasar entre nosotros debía esperar hasta que el volviera a tener conciencia y pueda asimilar realmente lo que estaba sucediendo.
Mientras tanto pensé que lo mejor seria que me fuera a casa, mi familia seguramente me estaría esperando para cenar, lo que me emociono bastante ya que había pasado bastantes horas sin comer y en este momento mi estomago rugía. Me detuve frente a la puerta y volví hacia el depositando un beso sobre una de sus mejillas, sintiendo como mi cara se iba poniendo roja despacio.
Lo miré un segundo antes de abandonar tan rápido como una bala y comencé a correr dejando detrás el corazón. Agradecí que la llave de la puerta principal estaba cerca y tan pronto como pude encontrar un taxi que me llevara salí para casa.
Allí Ali y Anne me esperaban ansiosas y cuando llegue ambas me hicieron un lindo recibimiento. Estaba la mesa preparada para servir la cena que la más grande de nosotras había preparado. Nos sentamos y me puse feliz al notar una cierta emoción diferente proveniente de Alisha.
Estaba feliz y el verla asi me transmitio un una sensacion comoda, hogareña. Esas personas habian vuelto a ser lo mas importante de mi presente, lo que me relajo considerablemente dejando atras la situacion de la que habia escapado.
.LadyTerca.
ESTÁS LEYENDO
La Alianza
AdventureAlisha nunca tuvo un buena historia. Siempre estuvo atormentada por sus problemas. Sin absolutamente nadie que pudiera o quisiera ayudarla a sobrellevar su existencia. Completamente solita y dejada atras por el resto de la sociedad,por ser rara y di...