Llevaba ya veinte horas en la ciudad de los edificios altos y no lograba aun acostumbrarme a la vida allí. Me había concentrado tanto en lo positivo que olvide el estilo de vida de las personas, tan rápido e indiferente. Las personas en la calle no tenían tiempo de relacionarse entre sí. La hostilidad del ambiente se empezaba a hacer visible. Sumándole a eso que el clima era bastante desfavorable, era un atmosfera realmente diferente a lo que estaba acostumbrada.
Ahora eran las nueve de la mañana del sábado, estaba despierta y caminaba por el pequeño parque que yacía en el medio del complejo de apartamentos, del cual la casa de Ashton era parte. El seguramente seguía durmiendo envuelto entre sus frazadas y con la calefacción en máximo. Como solía gustarle estar.
Mi insomnio había vuelto a atacar y bajo el nerviosismo de obtener un nuevo trabajo, me costó demasiado cerrar los ojos. Estaba bajo presión de generar una buena impresión durante mi primer dia. Debía hacerlo bien y demostrar que había sido un gran acierto de su parte contratarme. Estudie y me prepare con mucho esfuerzo y dedicación esperando una oportunidad como esta, ahora que la tenía entre mis manos iba a utilizarla como una fuente de experiencia y quizá como trampolín. Si todo salía bien esto podía catapultarme hasta la cima. Aunque siempre fui de un perfil bajo, en realidad.
Sentada sobre una piedra sin filo, reflexione por unos minutos sobre lo lejos que había llegado. En general solía ser una chica a quien disfrutaba de la calma y no solía tomar riesgos, a menos que fueran totalmente necesarios. Aunque desde que mi familia se había visto envuelta en peligro, la primera vez, hice todo lo que en ese momento estuvo a mi alcance para ayudarlos a superar esa terrible situación. Siempre defendí lo querido y conocido, como si el miedo ya no sería un obstáculo.
Me parecía increíble todo lo que luche, gane y también perdí. Todo eso, a lo largo de dos años. Eso quedo en el pasado, más sinceramente nunca podría olvidarlo. Era increíble estar descansando de Alisha y sus planes
Respire un poco del frio aire cayendo en cuenta de lo valiente que realmente era. A veces se me hacía difícil lucir así frente a los demás, pero tenía más cualidades de lo que alguna vez hubiese podido creer.
Mire hacia el cielo agradeciéndole en silencio a todas aquellas personas que ya no estaban en mi vida pero seguían en mi corazon. Y cuando los ojos se me empezaban a aguar decidí levantarme, el cielo estaba nublado y pronto comenzaría a llover por lo que era mejor que me apura a entrar.
Caminé hacia la casa y entre con la copia de las llaves que adquirí ayer. Abrí y silenciosamente ingresé a la propiedad. Entre mi maleta abierta sobre el sillón y las cajas de comida rápida sobre el mueble del comedor, la cocina estaba sumida en un terrible desorden. Me hice camino entre las pilas de camisetas y pantalones de dia, tratando de mantener el paso. Hasta que llegue hacia la habitación, donde Ashton aún se encontraba con su pijama favorito, cubierto hasta la cintura. En medio de una partida de algún juego online, a través de su teléfono.
Mirarlo por un par de segundos fue suficiente para percibir como la felicidad volvía a mi cuerpo. Se veía realmente tierno, su cabello estaba enmarañado y sus ojos brillaban de emoción. Sus expresiones parecían demostrar que estaba ganando la partida y no quería interrumpirlo, aun no. Seguía observándolo desde la distancia, sonriendo cuando emitía una de sus múltiples expresiones. Una risa resulto evidente y Ashton levantando la vista de su dispositivo me apuñalo con su mirada azul. Me señalo que me acercara hacia él. Me acosté sobre el colchón apoyando mi cabeza sobre su cálido pecho y el correspondió a mi muestra de afecto colocando sus labios sobre mí. Depositando un suave beso sobre mi cabello.
Allí sentí paz. Amor incondicional, lejos del dolor. Todo estaba bien, en calma y era perfecto.
Lo cierto fue que aquel momento duro poco, yo estaba famélica. Estaba segura de que él también tenía los mismos deseos que yo, algo dulce y caliente para desayunar. Le propuse la idea de levantarnos y me ofrecí a preparar algo de desayunar. Aunque se negó rotundamente a esto bajo la escusa de yo era la invitada, que no me iba a permitir cocinar el dia de mi llegada y en cambio me propuso llevarme a su restaurante favorito. Alegando que alli podría pobras los mejores panqueques y waffles de Estados Unidos.
Yo acepte gustosa y me pareció que ese era el momento perfecto para vestirme acorde a la ocasión. Salte de la cama y camine hacia el vestidor. Un pantalón azul de jean, una camiseta mangas largas, zapatillas negras y una gran campera encima. Ese fue el look que elegí. Mi chico también estaba preparado con ropa bastante abrigada.
Nos fuimos.
Las calles congeladas estaban bastante solitarias a juzgar por la hora. Aunque las hoajs estaban apiladas sobre los costados de la ruta, el miedo de que alguna pudiera llegar a trabar una rueda se mantenía presente.
El auto estaba ya fuera del garaje, su motor encendido y Ashton dentro. Esperando a que dejara de mirar el paisaje. Cerré el cierre de mi abrigo subiéndome junto a él. Recorrimos unos diez kilómetros hasta que el GPS aviso con su sonido característico que estábamos en frente de la cafetería que habíamos estado buscando. Lo que continuo a eso fue bastante rápido gracias al delicioso aroma a café que emanaba desde dentro.
Después de ordenar nos sentamos en una mesa cerca de la ventana, con dos humeantes tazas de bebida caliente que una dulce mujer nos sirvió. Un gran plato de waffles con mantequilla y mermelada de frutos rojos a un lado. Y la mano de mi amado enlazada junto a la mía. En ese momento me di cuenta que sabor tenía la felicidad.
..
Mientras tanto una joven encapuchada se movía ágilmente por las calles de la sofisticada Francia, teníaun objetivo pendiente y su cabeza rojiza no dejaba de martillar. Se paro frentea una gran casa donde se suponía que vivía la persona que estaba buscando desdehace algún tiempo. Toco el timbre y nadie contesto. Eso le pareció extraño,pero comenzó a buscar alguna entrada alternativa.
Buenas buenas!, aqui te dejo un nuevo capitulo para que lo leas y lo disfrutes muchisimo.
-LadyTerca-
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La Alianza
PertualanganAlisha nunca tuvo un buena historia. Siempre estuvo atormentada por sus problemas. Sin absolutamente nadie que pudiera o quisiera ayudarla a sobrellevar su existencia. Completamente solita y dejada atras por el resto de la sociedad,por ser rara y di...