Cap.30: El fin, un nuevo comienzo

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Al decir ese nombre senti como mi cuerpo perdia el control, como si mis piernas se volvieran demasiado pesadas y no pudieran seguir sosteniéndome. Percibi la caída como algo inevitable, pero nunca llegue a tocar el piso ya que Quentin llego a agarrarme antes del golpe y me ayudo a sentarme en una silla. Quedandose al lado mio en todo momento.

Mi cabeza parecia que iba a estallar, entre el mareo y el dolor me fue inevitable cerrar los ojos en un par de ocasiones.

-Voy a buscar ayuda- lo escuche decir.

-No, no me dejes sola- pedi agarrándolo del brazo.

-Por lo menos déjame tomarte la presión- avisando abrazando mi brazo con el tensiómetro

Su trato era suave y por un momento decidí que nunca mas queria salir de esa habitacion.

..

La amargura se apodero aquella noche de su garganta. Cuando ella, quién se volvió depositaria de todas sus dudas, no volvió a casa. Esa situación estaba siendo demasiado desagradable para Ashton. Trataba de mantener la compostura confiando profundamente en su novia, pero demasiado preocupado como para admitirlo. Miles de ideas cruzaron por su cabeza, situaciones descabelladas de peligro inminente. No sabía a qué número debía llamar para que una señal divina llegara a su vida. Extrañaba la luz de la seguridad, en ese momento cuando ya nada era seguro. Y mucho menos para siempre. Era incapaz de declararlo, no obstante, empezaba a dudar de todo.

Eran ya las siete de la tarde y si bien no era tarde, se suponía que volveria a las tres. Había pretendido mantenerse ocupado cuando le toco convivir con la soledad. Mas para ese momento sus ideas se acabaron.

Después de mirar dos capítulos de su serie favorita, se sentó en la mesa. Y mientras miraba la pantalla de su celular abrió esa botella de whisky añejo que estaba en el fondo de la repisa, para ocasiones especiales o rupturas de corazón. Marco el mismo número de siempre y se apoyó el dispositivo contra la oreja, rogando ser atendido.

-Perdona por la hora- comenzó.

- Esta bien, estaba preparando la cena. ¿Está todo bien? -se escuchó del otro lado.

-Nada está bien, Anne. Nada -sollozo.

- ¿Como?, ¿qué sucede? -pregunto la chica.

- Emily no volvió a casa. Me aviso por mensaje que llegaría más tarde, no obstante, ya es de noche y estoy solo aquí- tratando de que algunas de sus lágrimas rebeldes se perdieran en la línea.

- ¡Tranquilo!, seguro se atrasó en el trabajo- lo calmo.

Inevitablemente el comenzó a sollozar, siéndole imposible contener las lagrimas. A lo que ella le comento: - Ese es el único problema que te aqueja?

-En realidad no. Estoy preocupado por la actitud que está manteniendo en estos últimos días, está distante. En una actitud casi sospechosa, como si estuviera escondiéndome algo- el chico puso en evidencia su verdad.

...

Anne pensó entonces si debia seguir ocultando el secreto que su pequeña hermana le había hecho prometer. Ella estaba también preocupada por el bienestar de su familia y esa desazon estaba agudizando su descompustura.  Respiro hondo y dijo:

-Ella esta realmente preocupanda por algo que le estaba pasando actualmente, pero me hizo prometerle que no se contaria a nadie y no voy a incumplir mi juramento. No te preocupes, cuando este lista estoy segura de que lo dira.

Del otro lado de la línea solo se escucho silencio y la llamada se corto instantáneamente.

...

Después de estar en la misma posición y haberme bebido una lata de Fanta naranja, estaba sintiéndome un poco mejor. Aun asi desconocia cuando tiempo había pasado ya que en esa habitacion no había ninguna ventana, o reloj que me ayudara a reconocer la hora.

- ¿Cómo estas ? -se animó a preguntar mi compañero.

-Mucho mejor, gracias a ti-le di mérito.

-Cuanto tiempo estuve mareada?- pregunte

- Mas o menos cinco minutos. Me preocupaba que pudieras caerte -confeso.

-No te preocupes. Me suele suceder eso cuando la situación me supera- quitándole importancia, aun sabiendo que esta vez había sido peor que las anteriores.

-Deberías ver a un médico. Aunque, bueno, para eso estoy yo aquí- aconsejo tomándome suavemente del mentón y logrando que algo arda dentro de mi.

Me hizo reír su sinceridad y eso causo que lo mirara sonriente mientras repasaba  mis signos vitales. Cerré los ojos por inercia al sentir el contacto de sus fríos dedos sobre mi piel. Confié en él y bajé la guardia. Repentinamente nada mas parecio importante, su perfume era realmente encantador y todo mi cuerpo pedia el calor que emanaba de sus manos.

Estaba frente a frente con mi salvador, nos encontrábamos completamente solos y lejos de los demás. Conocía muy poco de él, sin embargo, en ese momento sentí estar al tanto de toda la vida. Cuando me dijo que todo estaba bien con mi salud me alegre y entonces fue cuando nuestras miradas se cruzaron.

Me pareció nunca haber visto ojos tan extravagantes como los que poseía ese hombre, que observaban mi rosto con vehemencia. Bajando de vez en cuando la mirada. Eran oscuros y pesados, llenos de misterio.  Las palabras eran simplemente innecesarias.  Solo bastaba una coqueta sonrisa para hacerlo sonrojar.

Nuestras miradas estaban conectadas y fluía fuego por nuestras venas. Lo demás no era importante. Deje de pensar en todos y todo lo demás. Viviendo el presente con cuerpo y alma.

Mi corazón latía fuerte y el oxígeno se escapaba de mis pulmones. Tuve el impulso de levantarme de mi silla y acercarme a el. Que pusiera sus manos sobre mi espalda y dejar que nuestros astros se mezclaran como nunca antes.  Las piernas deseaban el mensaje de mi cerebro, sin embargo, vino a mi mente una imagen de Ashton y todos los momentos que pasamos juntos. Los desestime acalorada pero cuando quise aproximarme a el me senti muy culpable y le dije que queria volver a la fiesta, solo queria huir de esa incomoda situacion.

Me abrió la puerta y me llevo del brazo por el pasillo. Yo trataba de mantenerme firme por mas que la cabeza me daba vueltas,estaba confundida y se me hacía difícil pensar en esa situación. Sabía que lo justo seria contarle a Ashton lo que había sucedido. Lo que sentí en esa habitación con aquel hombre fue real, aunque claro, eso no podía contarle. Debía serle sincera pero no quería perderlo.

Necesitaba llegar a casa y hablar con el,antes de volver a sentirse mal.

Que intensidad!, a veces los sentimientos no conoces de control, personas o situaciones. Solo se dan por que si ;)

.LadyTerca.

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