Cap. 4: ¿Por qué lo hice?

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En realidad lo que paso no fue un reflejo de sus intensiones, solo que quiza en ese momento se le hizo demasiado complicado controlar su cuerpo el cual parecia tener conciencia propia. Eso fue lo que  Alisha proyecto en su mente, como una forma de creer que esa en realidad era la verdadera historia. Y que la extrañeza de tener que volver a mentir no la atacara.

No tenía la certeza de que aquella patética escusa pudiera salvarla y aunque no se encontraba totalmente segura de poder expresar lo que sentía, o lo que decía sentir, ante el juez lo iba a intentar.

Allí se encontraba Alisha vestida con un traje naranja poco favorecedor, el cabello enmarañado en una vieja coleta y su cara desmaquillada que mostraba signos de demacración. En una habitación cerrada junto a su abogado buscaba una manera de acortar la condena, por lo menos un par de meses. Sin embargo, hasta ese momento ningún método le parecía realmente creíble.

Se estaba volviendo loca y perdiendo poco a poco las esperanzas de salir viva de aquella prisión que la estaba consumiendo poco a poco. Empezó a pensar en porque no había aceptado la propuesta de Matthew de huir de la escena. En ese momento seguramente estaría comenzando una nueva vida lejos de allí pero tampoco se encontraría cómoda teniendo que vivir mintiendo acerca de su identidad y tener que escapar de la autoridad por el resto de su vida. Por ese motivo nunca podría tener algo realmente estable.

Sin embargo, estar privada de libertad tampoco era bueno para ella.

Sabía que debía convencer a las autoridades, hacer un hueco en la seguridad pública y escapar por allí. Queria que le temieran, pero quizá eso no iba a ser positivo para su plan. Por el bien de su libertad debía mantener su fuerte personalidad camuflada. Tenía que haber alguna forma ser escuchada y quizá transferida a algún lugar donde la trataran mejor. Pues ya no podía seguir en aquel húmedo, oscuro y horrible lugar. Donde las demás presas eran hostiles con ella, la comida tenía sabor a...nada y los mismos policías incitaban a la violencia. En vez de frenarla.

Iba a salir de allí como sea.

Lo positivo de esta situación era que tenía un buen profesional de su lado que no era uno de los del estado. Ya que si ese hubiera sido el caso, hubiera hecho la mitad de lo que estaba haciendo por ella. Si algo bueno hizo su padre biológico fue darle el contacto de él.

Devin Laurens era su nombre y su personalidad era tan extravagante como su rosto. Era conocido por ser el amo de la labia y la estrategia. Había sacado a Joseph y Hunter, al segundo más, de la prisión en un par de ocasiones. Se conocía esa institución de principio a fin, todas sus celdas, comedor, baños, espacios de recreación, aislamiento y por su puesto todos y cada uno de sus puntos de fisura. Un pequeño golpe y ¡bum! estaría fuera.

Pero en ese momento ese no era exactamente su plan. Como había memorizado tantas veces para que sonara realista, deseaba hacer las cosas bien. Exhalo con fuerza y volvió a levantarse dando vueltas en círculos por aquella habitación la cual cada vez se sentía más y más pequeña, retroalimentando aquella obsesión por salir de allí. Los nervios la carcomían y su corazón galopaba en su pecho quitándole el aire en cada inhalación. Tenía miedo, el más profundo y horrido de los sentimientos que oscurecía cada rincón de su cuerpo y mareaba su cansada mente. Los dedos de los pies le quemaban y empezó a percibir algo que enjaulaba su pecho. No sabía qué hacer, aquella situación era realmente desesperante.

No sabia si debia continuar con su plan de mentir o debia continuar con su condena, esperando que se la acortaran por buen comportamiento.

Aquella situación le recordó a algo que había vivido en su adolescencia y cuya lección posiblemente le serviría en esa ocasión

Flashback:

Tenía catorce años y vivía hacía tiempo atrás en la casa de Hunter quien la había tratado como si fuera su propia hija. Su vida empezó a estabilizarse por un tiempo, se sentía querida y apoyada por las personas que la acompañaban. Ashton se había convertido en un gran, y único, amigo y empezaba a compartir momentos importantes de su vida con él. Era su confidente, con quien pasaba la mayoría de las tardes charlando en la ventana mientras veían caer la nieve o tomaban chocolate caliente.

Había dejado de asistir a la escuela desde que termino la primaria y por su edad debía estar preparándose para entrar en una escuela secundaria como el resto de niños de su edad. Sin embargo, Hunter no podía con la responsabilidad de costear el colegio para su hijo y ella. A sí que con su vasto conocimiento de las ciencias naturales y humanas les impartía tutorías de temas que le servirían para el resto de la vida.

Tenía dentro de casa una habitación con dos pizarrones y allí era donde enseñaba sobre temas como: cuerpo humano, matemáticas, lenguaje, propiedades de la sangre, salud, entre otras.

En una de esas clases donde estaban aprendiendo sobre el cerebro, sus partes, funcionamiento y análisis. Ali se encontraba particularmente ansiosa. Siempre le habían interesado cualquier tema que tuviera que ver con las partes del cuerpo. Tomaba notas rápidamente en un cuaderno delicadamente apoyado sobre la mesa que compartía con su compañero.

Las preguntas fluían de su mente y estaba pasándolo realmente bien, aprendiendo y ganándose la aprobación de su nueva familia. Sin embargo, una idea que cruzo su mente en el momento logro alertarla, toda su atención se enfocó repentinamente en el escalpelo que el "profesor" estaba utilizando para separar las partes de aquella masa carnosa.

Se encontró con la necesidad incontrolable de tomarlo y escapar de allí, apenas lograba controlar las manos y la adrenalina corría por sus venas. Esto la llevo a creer que esa era una buena idea. Sin saber a quién estaba traicionando.

Fin del flashback

Algo la sacudió desde fuera hacia dentro sacándola de aquel extraño recuerdo que se había manifestado en forma de pensamiento. Y todo pareció acomodarse dentro de su cabeza de un momento para el otro. El panorama ahora se apreciaba claro, más que nunca y en ese preciso instante supo que hacer. Sería difícil, como todo en su vida, pero realmente valía la pena intentarlo.

La autoría seria en un par de días y eso era tiempo suficiente para urdir un plan maestro.

Wow!, estuvo muy bueno el capitulo. Que pensas al respecto?, te animas a contarme?

.LadyTerca.

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