Eran las diez de la mañana y el sol brillaba con todo su esplendor en el cielo y una pequeña Anne lo observaba desde una de las ventanas de la que solia ser su habitacion en ese momento, cuando sus padres continuaban viviendo juntos y disfrutando la miel de su relacion. El dia era espectacular para aumentar la curiosidad de esa niña de once años. Bueno en realidad cualquier situacion hubiera sido especial para ella, quien utilizaba cualquier ocasión como buena para dibujar en su cuaderno de notas.
El flequillo le caía por los ojos por momentos pero su felicidad se mantenía intacta, esperando que sus hermanas mas chicas quisieran despertarse para comenzar otra mañana de juego eterna. Tenía grandes planes para hoy.
Estaban en medio de las vacaciones de verano y eso la ponía aún más feliz, tenía dos meses para hacer lo que quisiera. Levantarse tarde, no hacer tarea, almorzar en la cama, tomar la cantidad de helado que pudiera, ir al parque, al cine o a la piscina, entre otros miles de opciones. Todo le parecía bueno en ese momento. Sin embargo, debería cuidar a las pequeñas de la casa, ya que al ser la mayor su deber era ver por ellas. De una manera que posiblemente excedían a su deber como hermana, debia ser casi una niñera. Simplemente era algo que debía hacer. Sus padres pasaban demasiado tiempo trabajando y fuera del hogar, no compartían tiempo con ninguna de las tres.
Por eso ese momento era tan importante, ya que por lo menos pasarían todos juntos una semana completa. Dejo de pensar en eso y se levanto al escuchar pasos en la cocina. Camino descalza hasta la habitación de Emily y Alisha quienes dormían como si su vida dependiera de ello. Se quedo observándolas unos minutos y se dio cuenta entre risas que aunque físicamente se veían iguales tenían marcadas diferencias en casi todos los aspectos.
Emily descansaba en la cama de la izquierda, pegada a la pared. Llevaba el cabello largo y lacio, estaba perfectamente tapada hasta el cuello y no podía dormir sin su oso de peluche blanco que le había regalado su padre para su cumpleaños número dos. En cambio, Alisha estaba en la cama de la derecha. Ella tenía el cabello corto, estaba completamente destapada, y a diferencia de su gemela su piel era un par de tonos más pálida.
Las despertó con un poco de esfuerzo, ya que si en algo eran iguales era en su facilidad para quedarse dormidas en el lugar que sea. Las ayudo a elegir la ropa que se podrían en ese momento y les indico que se cepillaran los dientes y que fueran a la cocina. Mientras tanto Alexandra, su madre, preparaba panqueques, café y jugo de naranja para el desayuno. Un rato más tarde toda la familia estaba sentada en la mesa compartiendo la primera comida del dia, unidos y charlando entretenidamente.
- ¿Mama, puedo elegir cereales para desayunar? -pregunto Emily educadamente.
-Claro princesa. ¿Alisha puedes pasarle la caja que está al frente de ti a tu hermana? -pidió Alex.
La señalada puso los ojos en blanco en señal de disgusto pasándosela de mala gana.
-Toma tus cereales ñoña-replico.
-Te lo dije ya mil veces no trates así a tu hermana!, se acabó el desayuno para ti. Estas castigada, te vas a tu cuarto-impuso la mujer.
-Amor, por favor, déjala que termine de comer. Lo que hizo no está bien, pero es pequeña y no sabe lo que hace-la defendió papa mientras terminaba su taza de café.
-Está bien, pero que sea la última vez.
- ¿Que haremos hoy?, es sábado y tengo ganas de salir a algún lugar-pregunto Anne quien se había mantenido callada todo este tiempo.
Empezaron a pensar hacia donde ir y una idea surgió dando por terminado la comida, en un par de horas saldrían hacia la playa. Pero no cualquiera, irían a Lyme Regis. El cual parecia ser increible, o al menos era lo que decía la pagina de internet. Perfecto para pasar las horas con la familia, hacer amigos nuevos o buscar fósiles escondidos. Lo eligieron porque a los mayores de la casa les llamo bastante la atención la descripción y aunque tenían que manejar casi tres horas para llegar lo iban a hacer. Estaba ubicado en un pueblo llamado Dorset, al sur.
Se levantaron todos a la vez de la mesa y fueron a preparar las cosas para el viaje.
Esta sin duda fue una tarea difícil, ya que si algo caracterizaba a los White Hamilton era su indesicion. Cada miembro de la familia estuvo casi dos horas pensando en que ropa guardar en la valija, aun sabiendo que solo se quedarían una noche haya. Alexa, por su parte, ayudo a las gemelas a organizar sus cosas y juguetes. Y después de este tiempo finalmente emprendieron viaje hacia lo desconocido, después del almuerzo.
La felicidad de aquella familia era total y esa corta aventura se quedó grabada en la mente de Anne por el resto de su vida como uno de los días más felices de su colorida infancia.
El clima era perfecto en aquella ruta llena de turistas y locales alborotados por llegar a un bonito lugar para vacacionar. La carretera parecía estar hecha de dulces caramelos de fresa por el efecto de la luz de los autos y la gran imaginación de tres pequeñas niñas quienes jugaban al veo veo alegremente mientras reían y cantaban. Genuinamente felices.
El sol parecía un gran bizcochuelo de vainilla y probablemente eran de algodón de azúcar aquellas nubles que se empezaban a formar en el horizonte.
Aroma a verano se sentía por todos lados. Con una gran dosis de alegría, sueños y deseos que cumplir.
Cuando llegaron el sol estaba por esconderse totalmente dejando detrás una admosfera esotérica, el cielo tenia colores anaranjados y el pueblo era un lugar tal vez demasiado antiguo. Tan asi era que parecia haber sido sacado de alguno de los libros de Harry Potter, típicamente inglés. Primero pasaron por la playa y desistieron de la idea de bajarse alli, ya que ese dia ya estaba llegando a su fin y hacerlo en ese momento sería una pérdida de tiempo. No había nadie por la calle y estaba empezando a hacer un poco de frio, por lo que buscaron rápidamente un hotel para pasar la noche.
El lugar que encontraron para dormir fue bastante poco relevante para Anne quien se quedo en la recepción entreteniendo a sus hermanas y esperando que sus padres hicieran la reservación. Les ofrecieron una habitacion donde podrían dormir los cinco sin problemas, dejaron las cosas y se acomodaron rápidamente.
Los mayores y las gemelas se quedaron dormidos a penas tocar la cama, ya que el viaje había sido agotador y necesitaban descansar. Solo fue Anne quien se quedó despierta mirando el paisaje desierto de la madrugada. El hecho de mirar la playa de noche era simplemente poetico, no obstante había algo en ese lugar que le erizaba la piel de la nuca. Era demasiado silencioso, como si se estuviera preparando para que algo fuera a suceder pronto.
Aun asi pronto decidió acostarse, mañana sería un gran dia.
Hola bonita/o lector/a,cómo estás?. Espero que hayas tenido un lindo día y que quieras seguir leyendo este libro
Nos vemos en el siguiente capítulo.
.LadyTerca.
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La Alianza
AdventureAlisha nunca tuvo un buena historia. Siempre estuvo atormentada por sus problemas. Sin absolutamente nadie que pudiera o quisiera ayudarla a sobrellevar su existencia. Completamente solita y dejada atras por el resto de la sociedad,por ser rara y di...