Cap. 7:Una llamada del destino

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En el presente llevaba prácticamente dos semanas vagando por mi hogar, esperando todavía esperanzada que alguien relacionado al trabajo del que me habían entrevistado me llamara. Saque todos mis dispositivos del modo silencio y controlaba mi casilla de mail diariamente, realmente en vano ya que nada cambiaba alli. A la larga termine desistiendo de mi conductas que rondaban lo obsesivo. La unica que me acompañaba a la hora de dormir era la nostalgia, tenia ilusión de tener la posibilidad de ser la elegida ya que era una perfecta oportunidad. Pero capaz no era exactamente para mi, de este modo podia mantener la esperanza de que algo mejor llegara a mi vida.

De todos modos diariamente pensaba en que necesitaba de alguna manera dejar esta ciudad. Ya no le encontraba sentido a la vida que se llevaba en Paris, todos eran perfectamente educados y por eso no eran normalmente despedidos de sus empleos. Por lo que la tasa de desempeo era increíblemente baja, aunque claro, yo era una de ellos.

Estaba precisando un cambio de realidad, una sacudida que me diera nuevos sueños con los que afrontar la vida. Ademas extrañaba mucho a Ashton y a mi hermana mayor y me moría por visitarlos lo más rápido que se pudiera. Sin embargo, la vida ya no era color de rosas como había sido hasta hace unos años, ahora me valía por mí misma y lastimosamente hasta que no encontrara un trabajo más o menos estable no podría tomarme vacaciones. Aunque eso fuera lo que más deseaba en este mundo. ¡Diablos! la vida adulta sin duda tenía muchas cosas buenas, pero en ciertas ocasiones simplemente apestaba. Tener que llegar con dinero a fin de mes y si eso ocurría recién comenzar a ahorrar para realizar cualquier actividad que estuviera fuera de lo estrictamente primordial.

Mientras todos estos pensamientos pasaban por mi cabeza yo estaba sentada cómodamente en el sofá viendo un poco de televisión. Apenas podia concentrarme en la voz de la presentadora quien estaba a cargo de un programa que iba sobre "Los diez desconocidos casos de intentos de homicidios sucedidos exclusivamente en Estados Unidos". Sin embargo al escuchar esta frase tan interesante toda mi atención se enfoco en la televisión, logrando que me dispusiera a olvidar mis pensamientos por un rato.

Un rato después me empecé a arrepentir de haber puesto aquel canal que para ese momento estaban pasando el terrible video de un hombre llamado Al Martínez donde se mostraban todos los asesinatos que había cometido en sus años de vida. Según la historia; se dedicaba a seducir a sus víctimas, todas mujeres, hasta el sótano de su casa donde las descuartizaba con un cuchillo de carnicero. Tiranizaba la carne y la cocinaba para los pocos miembros que quedaban de su familia.

Esto me erizo los vellos de mis brazos a tal punto que tome el control para apagar de una vez aquel televisor e ir a hacer algo más productivo por mi vida. No obstante, mis dedos se congelaron al ver que el siguiente caso se trataba de mi secuestro. La cara de mi hermana se podía apreciar frente a mí en la pantalla chica y aunque tuve un fuerte instinto de irme de allí, decidí subir el volumen y escuchar lo que tenían para decir de este.

Una señora rubia empezó a narrar algunos detalles sabidos de nuestra biografía. Como el lugar donde habíamos nacido, que éramos gemelas, algunos de los ataques violentos que había tenido ella conmigo en nuestra niñez; y de la organización de los secuestros. La exageración se notaba en su voz pues era un programa de televisión, utilizaban ese recurso para hacer crecer las visitas.

A continuación, comunicaron a todos los oyentes que estaban seguros de ella, ya que la señorita Alisha White había sido detenida dos años atrás y que ya no podría herir a nadie más allí. Esto me tranquilizo por una parte ya que por fin estaba comenzando a tener una vida calmada y sin sobresaltos que me diera alguien de mí misma familia. Pero por el otro me disgusto profundamente la manera en que la acusaron en el programa, alegando que era una asesina y que era un peligro para la sociedad. Fuera como fuera y aunque el daño que me causo dejara heridas irreparables, aún seguía siendo mi hermanita. Con quien en algún momento había compartido año, día y hora de nacimiento. Y deseaba que estuviera a salvo.

Apague el televisor dejando la sala en completo silencio. Y empecé a repensar lo que había dicho anteriormente, y a causa de eso sonreí tontamente. Pensando en que quiza había podido perdonar sus fechorías para conmigo. Era posible, pero quien era yo para determinarlo.

Un conocido zumbido de escucho desde mi bolsillo, saque de alli mi telefono y al ver que tenia una llamada en curso atendí rápidamente. Una voz poco conocida me saludo presentándose como la secretaria de la doctora Erickson, la que me había tomado la entrevista. Eso puso mi corazon a saltar, pero respire para mantener la calma. Justo en el momento que me aviso que ella exigía verme lo mas pronto posible y que tenia que hablar de algo importante conmigo.

Me pidió que fuera mañana a las nueve de la mañana, asentí rápidamente. De todos modos, me vi necesitada de preguntar si había surgido algún inconveniente. Ella pareció incomodarse ante mi cuestionamiento y se limitó a responder que era algo confidencial y no le era posible acceder a esa informacion.

Me despedí sosteniendo la felicidad en la boca y cuando corte no pude evitar gritar de la felicidad. Mis chances de conseguirlo habían incrementado muchísimo y no queria pensar en nada mas hasta mañana. Me mantendría totalmente positiva.

Corri hacia la heladera, saque una botella de cerveza y la abri dejando que el liquido claro se moviera un poco dentro del envase. Estaba demasiado feliz y lo vi como el momento perfecto para darme un festejo, también puse música a un volumen fuerte. Me encontré entonces tan concentrada en mis bailes que no me di cuenta del golpeteo de las ventanas. Mientras yo bailaba junto a mi heladera el viento había comenzado a violentarse y a hacer de las suyas en mi hogar.

Cuando escuche el sonido de las plantas moviéndose en el patio mi cuerpo se puso en alerta y decidí cerrar la puerta por miedo a que esta se cerrara violentamente. Esto me hizo sentir increíblemente nerviosa, sin un motivo especifico. Mi yo interior desconocía el motivo de esa sensación pero mi corazon sospechaba algo, ya que llevaba casi un minuto latiendo arrítmicamente. Algo raro estaba sucediendo.

Mi teléfono volvió a sonar, pero esta vez era un mensaje de un numero desconocido. Lo que todavía seguía poniéndome la piel de gallina. El mensaje en un simple párrafos explicaba que hacia muy mal al pensar en que estando en Francia estaba a salvo de lo que describió como "mi cruel destino"

En tu mente piensas que esta todo bien, que estar de vuelta en Francia te iba a salvar de tu cruel destino ¿verdad? Empieza a pensarlo dos veces porque eso no es así, estamos de vuelta y más fuertes que nunca. Disfruta tus últimas noches de sueño porque están a punto de terminarse.

Al leerla me encontré descompuesta y comencé a pensar lo peor. Alisha estaba en la cárcel así que ella no había podido ser. Pero entonces quien.

Wow!, wow! estuvo increíble. Queres algo similar?, seguí leyendo.

.LadyTerca.

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