Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo 1

volumen 7: Capitulo 144:

Cuando vieron a la emperatriz arrodillarse ante un desconocido, todos quedaron impactados, sorprendidos y sin palabras las cuales expresar por la boca. Durante ese momento ellos dudaron si se trataba de alguna magia o habilidad de gravedad como los ojos de los Brizhan.
Con su toalla en mano y tapando sus pequeños atributos, ella le pregunta mientras le toca los hombros a su ama desde atrás “¿Qué es lo que hace, emperatriz?”
“¿Porque se arrodilla ante este don nadie?”
Habia preguntado muy preocupada por su amiga/ama.
Chane no era la única preocupada por lo que estaba viendo, sino que Vicente tambien lo estaba. Es por esto que tomó la decisión de continuar apuntando su lanza contra el que ya no se parecía en nada Frederick y preguntarle a su emperatriz “Mi señora, ¿Por qué hace eso? Usted es la emperatriz, no tendría porque arrodillarse ante un don nadie como el, es mas, de seguro es un demi-humano”
Estas palabras molestaron mucho a Amorest, que continuaba arrodillada y desde donde estaba le grita a sus sirvientes en un tono bastante enojado el cual casi nunca veían en su señora “¡Dejen de ser tontos y arrodíllense!”
En el momento en el que ellos se iban a negar en hacer esto, Blofebus interviene y un tono amistoso y tranquilo le dice a Amorest “Que escena tan divertida, pero porque no vamos a la sala principal y hablamos un poco”

XXX

Luego de todo lo sucedido, Blofebus con sus dos pares de alas abiertas, se encontraba sentado en frente de la emperatriz, mientras que Chane, la sirvienta principal y Vicente, el guardia personal, estaban al lado de ambos viendo lo que sucedía…
Estos dos sirvientes tenían las miradas frías y sospechosas clavadas en Blofebus.
Después de que Blofebus se presentara en los baños, las demás sirvientas junto con los soldados que protegían el gran cuarto de la emperatriz, salieron de la habitación. Esto fue echo por Amorest debido a los motivos de seguridad para que nadie viera a Blofebus o escucharan lo que se iba a hablar entre el y la emperatriz.
Mientras Blofebus levantaba plácidamente la tasa de te para llevarla a su boca, el comienza a hablar “Entiendo que tenga personas de confianza, pero, ¿estas dos personas son de fiar?”
Amorest se molesto un poco con esta pregunta, pero después de lo sucedido, el tenia total derecho de dudar de estas personas.
“General Blofebus, Entiendo su descontento con lo sucedido hace unos instantes en el baño, pero estas dos son las personas que considero amigos muy cercanos y de confianza”
Al oír las palabras serias y tranquilas de la emperatriz, Blofebus asiente y luego dice “Entiendo, entiendo …*Gira su cabeza hacia Chane y Vicente*… Espero que podamos llevarnos bien… desde ahora”
“Por cierto, admito que lo de hace un rato es mi culpa, después de todo vine sin previo aviso y la vi desnuda por un descuido mío. Aunque si soy sincero, no me intereso su cuerpo, sino la expresión tierna que puso después de que se le calleara la toalla, pero…. Tambien debo de admitir que tiene un gran y precioso cuerpo”
En ese momento Chane le grita y Vicente se prepara para apuntar su lanza contra el. Sin embargo, un Hanta aparece de la nada y apunta con su brazo de espectro al cuerpo de Vicente.
Tras esto, la vergüenza que la emperatriz tenia por las palabras que Blofebus dijo, se convirtió en nervios, terror y  gritos que le pedían que no le hiciera nada a sus sirvientes, pero el general muy apenado le contesto mientras se paraba de donde estaba sentado “Pido disculpas por esto, ese hanta es un espectro que nos proveyó nuestro sexto general por si alguien nos atacaba desde las sobras. Estos espectros sienten el enojo o la sed de sangre y actúan por impulso contra las personas que atentan contra mi vida”
Ante esto Ella tambien le pidió disculpas y Blofebus con un rostro serio y de enojo, le dijo al Hanta que se marchara y alejara de el.
Chane y Vicente tambien le pidieron disculpas tanto a su señora como a Blofebus, y ante estas disculpas el les dijo con una gran sonrisa “No se preocupen, eso fue un descuido mío, mi objetivo como mandado de su majestad es tratar de hacer buenas relaciones con quienes nos brinden ayuda”
Luego de todo lo sucedido Blofebus prefirió volver a ponerse el aspecto de Frederick y tras hacerlo le pregunta a Amorest “Por cierto, me gustaría que mandara a llamar a la concubina del emperador ya que necesito hablar con ambas sobre la información que tienen para mi, además tengo otros temas que discutir con vosotras”
Cuando escucho lo que Blofebus pedía, ella le dijo que no hacia falta pedir eso debido a que la concubina de seguro ya estaba viniendo a su cuarta. Esto debido a que ella ya habia mandado a su hijo a llamar a la concubina.
En el momento que ella termino de hablar, se escucha como las puertas de la habitación principal se abren y de ellas aparece la concubina Zeltia con su tono de piel no tan morocho y no tan blanco, y por detrás de ella le seguían sus sirvientas, hijos y Mirth, quien habia ido a llamar a la concubina por orden se su madre.
El no solo habia ido para llamar a Zeltia, sino que habia ido para pasar el rato con los hijos de la concubina.
Cuando entro a la habitación, Zeltia quedo un poco sorprendida de ver a Frederick sentado tomando una tasa de te con la emperatriz y por esa razon dijo “Pido disculpas por molestar a la emperatriz. No sabia que estaba con gente, por lo que volveré a mi habitación para no causarles molestias en su charla con el noble Akados”
En ese momento era mejor no molestar, pero Amorest le dice a Zeltia con una sonrisa “No te preocupes, amiga. Has que solo tu y tus hijos entren”
Una vez dicho esto, ella entendió a lo que se refería la emperatriz y decidió rápidamente y en un tono tranquilo decirle a las sirvientas que la acompañaban que se fueran y tras haberlas sacado amablemente, Blofebus tomo la decisión de deshacerse de su aspecto falso nuevamente.
Cuando Zeltia vio los dos pares de alas oscuras, no vacilo en arrodillarse y decir “¡General Blofebus! Pido disculpas por molestar la charla entre la emperatriz y usted”
(Blofebus) “No te preocupes, después de todo te estábamos esperando, además, no podíamos comenzar a hablar sin su presencia”
En aquel momento, Chane y Vicente no podían dejar de pensar en esto de manera muy sorprendida ~Ahhhh…La concubina tambien se arrodilla ante el ¿Quién en el mundo es?~