Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo 1

volumen 3 capitulo 45

Cuando todos vieron caer a la bola de pelo blanco y decir esas palabras quedaron muy sorprendidos no solo porque era la primera vez que algunos veían hablar a una bestia, sino, porque se había lanzado desde una gran altura.
Para aumentar la sorpresa también se lanzaron dos lobos más del barco y llegaron al suelo sin recibir daño.
Fallen y Antoni tenían la boca totalmente abierta de lo sorprendido que estaban. No se podían creer lo que estaban viendo, no solo lo de los lobos, sino también por lo del gigantesco barco que creían que era solamente una ilusión.
—Como las bestias de este bosque pueden tener semejante barco —Dijo Fallen mirando hacia el barco.
—Capaz que un país los está ayudando y suministrando ya que hay reinos con los que nos llevamos mal —Dijo Antoni también sorprendido mientras miraba hacia el barco.
—Ataquen a esos tres lobos de dos patas y defendamos esta puerta con nuestros propios cuerpos si es necesario —Dijo Fallen de manera emotiva a los soldados y aventureros que se encontraban cerca de los tres lobos.
Gracias a estas palabras todos las personas tragaron saliva y avanzaron hacia delante con una fuerte determinación. Algunos tenían la confianza de poder vencerlos mientras que otros a pesar de no tener confianza siguieron avanzando por más que les costara su propia vida.
Esta gran motivación de las personas se debía a que estaban peleando por algo que era de suma importancia: La protección de las personas que se encontraban del otro de las cordilleras.
En esa situación las personas que se encontraban por pelear con esos tres lobos no le temían a la palabra Muerte.

XXX

—Antoni, hay algo que me está preocupando desde que vi saltar solo a esos tres lobos —Dijo Fallen.
—Me parece que ambos estamos preocupados por la misma cosa —Dijo Antoni mientras miraba a la cara de Fallen.
Cuando ambos se miraron dijeron…
— ¿Porque solo tres bestias van a atacar a 50.000 mil soldados más alguno aventureros?
Esta era la preocupación que tenían ambos. Era imposible creer que solo tres bestias acabaran con tantas personas a la vez.
—Acaso se confían o es que tienen algo preparado para acabar con todos —Dijo Fallen preocupado.
—No, Si lo que dijo Fede es cierto sobre que uno de ellos  derroto al minotauro King, entonces solo esas tres bestias pueden acabar con muchos de los nuestros...Cambia a un tono que demuestra esperanza… pero por más fuerte que sean si la cantidad de personas es abrumadora como es en nuestro caso, entonces podemos ganar esta batalla —Había dicho Antoni
Estas últimas palabra dieron esperanza y motivación a Fallen que mientras más pensaba en lo que había dicho Fede mas se deprimía.

XXX

—Vaya, miren con la perfecta bienvenida con la que nos están esperando —Dice Faulus a Mehmet y a Sederin que se encontraban detrás de él.
—Vaya que esta vez sí nos vamos a divertir de una gran manera —Dijeron Sederin y Mehmet.
Mientras Faulus miraba como todas las personas en frente del él se le estaban acercando para entablar un combate, él se puso a pensar…
¨¨con que atrás de todo se han ubicado los magos, después al frente de los magos los espadachines y caballeros y en frente nuestro hay varias hileras de escudos gigantes con lanzas. Sí que está bien pensado, pero no lo suficiente para detener a mis colmillos.
Todos los escudos tenían el tamaño de una persona que midiera un metro cincuenta, es por eso que estos escudos eran empleados por personas grandes y con mucha fuerza
—Mis colmillos, vayan a cazarlos —Grito Faulus mientras levantaba sus brazos hacia los costado y los dos colmillos se ponían en cuatro patas y salían despegados a una gran velocidad para poder saltar sobre el muro de escudos y agarrarlos por detrás.
Mientras los dos colmillos saltaban y destrozaban el muro de escudos, Faulus caminaba de manera tranquila hacia los soldados que quedaban vivos y desconcertados por el destrozo de sus muros de escudos y con sus jarras los iba matando uno por uno. Mientras Faulus seguía matando, el escucha una voz de una persona que se encontraba a lo lejos en un montículo de tierra que dice…
— Todos los escudos que quedan reagrúpense, rodeen al blanco y destrócenlo con todas las lanzas. Que los caballeros, espadachines y magos se encarguen de los otros dos lobos.
¨¨Conque ese es su general. Admiro sus buenas estrategias, pero un general jamás se queda fuera de la pelea mientras sus soldados combaten. Esto es inaceptable.
¨¨Es muy bueno que todavía no se hayan dado cuenta de nuestra estrategia. Había pensado Faulus después de suspirar.
Cuando Mehmet y Sederin se dan la vuelta ven a Faulus totalmente rodeado por hileras de escudo con lanzas apuntándolo, pero la preocupación se va después de escuchar unas motivadoras palabras de Faulus desde atrás de ellos…
—Mis dos colmillos, no se preocupen, acuérdense que soy el gran quinto general del país más fuerte de este mundo —Había dicho Faulus con un gran tono y sonrisa.