volumen 8: Capitulo 176

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Samay, tras oir lo que el soldado habia dicho, se levanta de su silla de la sorpresa y le dijo a Zero en un tono serio y confuso “Parece ser que tengo algunas visitas inesperadas y un poco molestas.”
Zero preocupado, pregunta “¿Qué sucede, Samay?.” A lo que ella responde “La familia Brizhan desea hablar conmigo de manera inmediata. Además, me acaban de comunicar que los tres hijos principales de la familia se encuentran en las puertas de mi mansión.”
Zero con su sonrisa cálida y mentalidad despreocupada como es de costumbre, le sugiere a Samay y Belia…
“Me gustaría acompañarlas, pero no me enojaría si me dijesen que no. Sin embargo….No me importaría molestar un poco a los Brizan si es necesario para ayudar a mi amigas. Además, no tengo reputación que perder, es mas, me gustaría aprovechar esta situación para perder esa reputación y dejar de llamar la atención de todos. Aunque, tambien, tengo un poco de curiosidad por lo que se vayan a decir las dos casas nobles mas poderosas y que mas odio se tienen.”
Luego de haber dicho esas palabras, Yossu le giño el ojo a Samay y ella respondió con una sonrisa “Me alegro con contar contigo para esto y perdón por la inteterrupcio, a pesar de que teníamos que hablar de muchas cosas.”
Zero le asintió giñando un ojo y sonriéndole.
“Entonces, ¡Que esperan para ir y ver lo que quieren los Brizhan!.”
Zero se levanta de su silla y se prepara junto a sus sirvientas para acompañar a Samay y ver lo que quería la familia noble Brizhan, de la familia noble Brather.
Mientras que Samay, en ese momento le dice al soldado que habia venido avisarle sobre esta noticia “Ve y guía a nuestros buenos invitados a la sala de visitas para que podamos hablar sobre lo que esos hijos de puta vienen a pedir.”
Habia dicho Samay con una sonrisa desafiante mientras que el soldado al recibir esto hizo una sonrisa de felicidad y satisfacción por como su ama le habia hablado a el con respecto a los Brizhan.
Unos dos minutos después de que el soldado se fuera, ellos procedieron a moverse hacia el lugar en donde Samay habia enviado a los Brizhan y durante su recorrido al entrar a la casa de la líder de los Brather, Yossu, las sirvientas, Samay y Belia, pasaron por extensos y anchos pasillos que tenían un color platinado.
Es mas, toda la casa parecía tener ese color platinado, pero tambien habia en un montón de lugares como en las escaleras, que tenían un tapiz con la bandera de su casa noble y las alfombras que tenían los mismos colores, es decir, rojo y negro.
Tras esto y otros muchos pasillos, decoraciones, tapizados, sirvientes y guardias, ellos por fin llegan a la puerta de la sala en la que supuestamente habían mandado a llevar a los de la familia Brizhan.
El recorrido hasta la habitación, fue inmenso y largo.
Parecía que Samay habia mandado a los Brizhan a el lugar mas lejano de la mansión y Yossu obviamente noto que esto habia sido hecho a propósito para molestar a las visitas.
Una vez llegaron a las afueras de la habitación en donde los invitados se encontraban, Samay pega un fuerte suspiro y hace dos gentiles y despacio toques en la puerta de la habitación y tras lo hecho, solo un segundo paso y un soldado ya desde dentro de la habitación abre poco a poco la puerta para dejar entrar a su ama.
~Que raro, fue como si supiera que venia.~
Habia dicho Samay un tanto confundida.

XXX

Unos minutos antes de que Samay entrara a la habitación…
Luego de haber entrado a la habitación a la que el soldado los habia traído, Sista muy enojada y con un tono burlón dice fuertemente y a propósito a el soldado que se encontraba cerca de ellos vigilándolos “¡Que falta de respeto! Como puede la dama de esta casa llevarnos a la sala mas profunda de la mansión y encima hacernos esperar como si fuéramos algún noble de pacotilla.”
El soldado cuando escucho estas palabras que obviamente sabia que iban dirigidas hacia el, para hacerlo perder el control y que luego lo castigaran, decide simplemente mantenerse firme como todo soldado profesional y para burlarse de la linda Sista, el hace una sonrisa de felicidad.
Ella, al ver eso, se quiso parar del asiento de color rojo y pegarle una cachetada al soldado que le estaba haciendo esa sonrisa molesta, pero en el momento que lo iba a hacer, una mano fuerte y dura de hombre, le agarra la parte entre la mono y el codo, para detenerla de lo que iba a hacer.
“¡Hermana! Tranquilízate.”
Dijo con su típico rostro y tono serio, Michael, mientras ambos se miraban a los ojos.
(Sista) “Podrías soltarme hermanito.”
Dijo ella enojada.
(Michael) “Estamos en la casa de los Brather para hablar sobre algo muy importante y no estoy acá para que tu, Sista, estés armando problemas en este lugar.”
(Sista) “¿Acaso no ves como nos están tratando? ¡Mira como ese soldado maldito se nos esta burlando con esa sonrisa molesta!.”
Habia dicho mientras con su dedo señalaba al soldado que tenían al lado.
Michael al oir esto por parte de Sista, se llevo el brazo contrario con el que habia retenido a su hermana, a la frente en señal de enojo y el soldado al ver esto hace la sonrisa de felicidad nuevamente y causa que Sista quiera golpearle aun con mas ganas. Sin embargo, ahora ella es retenida por otro brazo, pero esta vez mucho mas flaco y delicado que el de su hermano.
“Tranquila, hermana. Solo tenemos que esperar a que Samay venga para poder hablar y luego nos vamos de este lugar.”
Cuando Sista escucho las palabras tranquilas y elegantes de su hermana mas pequeña, se tranquilizo de una manera bastante rápida y sorprendente.
Este sorprendente cambio en Sista deja muy desconcertado a Michael, que medita tras ver esto ~Parece que perdí total efecto en mi hermana y esto de seguro se debe a que ellas últimamente hacen todo juntas, desde dormir, hasta salir de la casa para hacer compras y visitar lugares~
~Jamas me llegue a imaginar que los tres hermanos estaríamos juntos y me arrepiento profundamente de haber molestado y burlado a Lydia porque no posee los ojos de nuestra familia. Bueno, como dicen, “Pasado pisado”~
Pensó muy feliz, Michael.
Tanto Lydia como Sista se sorprendieron al ver como su hermano habia soltado una sonrisa, lo cual era raro que sucediera.
Ante lo sucedido, Lydia no contiene su intriga y le pregunta a su hermano “¿Somos tan lindas como para sacarte una sonrisa?.”
Michael se sonrojo al oir las palabras de su hermana, pero rápidamente volvió a su rostro serio y contesto “No se le puede llamar lindo a algo que no lo es.”
Esta respuesta causo que ambas pusieran un puchero tierno y lindo con su único y bello rostro.
Seguido de lo sucedido, Michael, para cambiar de tema, le  pregunta a su hermana menor “¿Cómo va tu entrenamiento y eso?.”
Lydia muy feliz y emocionada, le responde entre sonrisas “Mi entrenamiento va de mejor a mayor, se podría decir, ya que he estado entrenando bastante para fortalecer mi cuerpo y mi sigilo. Además, todos mis sentidos han mejorado durante estos dos meses y puedo ver y escuchar mucho mas de lo que antes podia. sin contar, que gracias a los pocos enfrentamientos que hemos tenido entre tu y yo, han sido bastante buenos para mi desarrollo y con respecto a eso, tengo bastante información que podemos hablar con Samay, ahora. Asi que tu solo déjame a mi hablar y cuando veas que hago algo inadecuado me lo haces saber ¿Ok?.”
Michael, nuevamente sonríe y dice “Me alegro contar contigo, hermana.”
Y, Lydia, al notar esta sonrisa, simplemente se la devuelve haciendo lo mismo, pero junto a estas palabras “Somos hermanos. Puedes contar conmigo cuando lo necesites.”
Unos segundos después Lydia escucha venir a varias personas por el pasillo que se encontraba al lado de su habitación y decide dirigir estas palabras al soldado que estaba a un lado viendo lo que estos tres de la familia Brizhan hacían “Sr. Soldado. La señorita Samay y otras personas se dirigen hacia nuestro cuarto, por lo tanto, ya puede ir a abrir la puerta para dejarlos entrar.
Tanto Michael como Sista, se sorprenden al ver como su hermana logra escuchar la llegada de la gente a pesar de que ellos no los escuchaban y ambos aplauden de manera tranquila y elegante. Sin embargo, después Sista pega un gran salto hacia su hermana y la abraza a mas no dar.
(Sista) “Ahhhhhh….Eres tan linda que me desespero al verte, además me emociona saber que mi linda y pequeña hermana se esta volviendo mas fuerte cada vez que los días pasan.”
Lydia, al ser abrazada suplica a gritos “¡Suéltame! ¡suéltame! Me estoy asfixiando hermana.”
Habia dicho la querida Lydia mientras se asfixiaba por el fuerte abrazo de ahora, que su hermana le estaba dando.

Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora