volumen 8: Capitulo 186

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Zeltia, un poco deprimida le responde a Zero “Claro que sabemos quién es usted, ya que Blofebus no lo contó.”
Zero, tras haber oído esto, le dice a Zeltia y a la emperatriz…
“Parece que no entienden a lo que quiero llegar. Voy a ser directo, ¿Por qué le hacen caso a ese emperador, si ya no pertenecen más a este imperio?”
Amorest, muy deprimida y con la cabeza baja, toma la palabra y responde “No entiendo, su majestad. Usted dijo que le gustan las mujeres mayores como nosotras y aceptó la petición del emperador Flamee para venir con Zeltia y conmigo a pasar un rato.”
Habia dicho en un tono bastante decaído y forzado.
Zero, no logra contener su suspiro y dice las siguientes palabras con un fuerte grito “¡¡Tontas!!.”
En esto, ambas cambias sus rostros decaídos y perturbados, para luego poner un rostro totalmente distinto y sorprendido que el que tenían antes.
Tanto Zeltia como Amorest, no tenían palabras para expresar la forma en la que un rey las habia llamado.
Una vez Zero llamo su atención, les dijo a ambas mientras aun continuaban con esos rostros de sorprendidas e impactadas…
“Hasta que al fin me miran a los ojos. Voy a ser claro, porque parece que ustedes no entienden lo que quiero decir… Hace un rato dije eso para no tener que elegir entre dos mujeres, pero resulta que a su esposo se le dio por ofrecerme a sus dos esposas, lo cual tampoco me hubiera gustado aceptar, pero acepté para no causar problemas y para no poner en peligro a mis planes y otras cosas.”
En ese momento ambas esposas suspiraron y luego se echaron al piso pidiendo disculpas por no haber entendido los planes de su majestad.
Amorest y Zeltia estaban tan apenadas y nerviosas en ese momento, que no paraban de subir y bajar la cabeza en señal de perdón por lo que habían dicho. Estaban tan deprimidas y dolidas, que ni se dieron cuenta psicológicamente de que estaban a punto de ir a la cama con Zero o Yossu.
Cuando se dieron cuenta de eso, ellas nuevamente apenadas, nerviosas y asustadas, comenzaron de vuelta a subir y a bajar su cabeza en señal de perdón a Zero.
Era sin duda alguna una escena muy cómica de ver y Yossu no se contenía, incluso por un momento pensó…
~¡Y, estas se supone que son las esposas de uno de los imperios más fuertes de este mundo!.~

XXX

Unos minutos después de esta situación rara, extraña, incomoda y cómica, Yossu, la emperatriz y la concubina se sientan en la misma mesa en la que ellas se sentaban juntas todas las mañanas y en la que alguna vez se sentó Blofebus…
Bueno, en realidad, Blofebus ya se sentó un par de veces en esa mesa para tomar té y recibir información por parte de estas dos mujeres.

Amorest, desde donde estaba sentada trataba de no mirar a Zero y lo hacía mientras bebía a sorbos y sorbos de té sin parar, para disimular estar ocupada, y en esto, ella tenía las mejillas muy rojas de lo apenada y nerviosa que se sentía.
Mientras tanto, Zeltia estaba de igual manera, pero sin poder ocultarlo debido a los nervios y lo único que hacía, era obviar las miradas de Zero observando sus alrededores.
Un minuto después de mantener este ambiente, Zero es el primero en tomar la palabra y decir las siguientes en un tono tranquilo y con el rostro muy serio “Ustedes, sí que la tienen bastante difícil con un esposo asi.”
El ambiente tranquilo y cómico se va por completo.
Amorest, con la cabeza baja y un poco deprimida, le dice a Zero con respecto al tema de su esposo “Tienes razón, nuestras vidas en el palacio han sido bastante duras y la de nuestros hijos de seguro van a ser peor si continuamos en este reino.”
Zeltia, no se contiene y habla de la misma manera en que la lo hizo su amiga…
“La vergüenza que todos los días pasamos en frente de los demás cada vez que el emperador tiene sexo en medio de la sala del trono, es humillante y molesto.”
“Nuestro hijos pasan la peor parte, ellos tienen que soportar ver a ese bastardo tener relaciones con otras mujeres en frente de ellos que son niños. El emperador es un maldito desubicado y asqueroso. Encima, hay veces en las que es imposible contener la vergüenza y el odio. Sin embargo, hoy literalmente se pasó de la raya.”
Tras estas palabras de la concubina, la emperatriz agrega “Tienes razon, hoy me sentí como una esclava. No puedo creer que nos haya entregado como si fuéramos una basura…como si fuéramos cualquier cosa, todo menos humanas.”
Yossu, sin duda alguna sentía pena por ambas, pero en el momento se aliviaba al recordar que el dia siguiente, ellas irían a su reino y tendrían una vida mucho más tranquila.
“Pero a pesar de que dicen esas cosas sobre el emperador, ustedes lo aman ¿verdad?”
Ambas se quedan calladas por unos segundos, pero luego de que el tiempo pasara, Amorest dijo un poco melancólica y triste “Obvio que alguna vez lo amamos, después de todo aún sigue siendo nuestro esposo. Sin embargo, después de lo que hizo hoy, mis pocos sentimientos e ideas de que en algún futuro cambiara su forma de ser, se fueron y el poco amor que le tenía, se esfumó por completo. Ya ni siquiera puedo llamarlo esposo o padre de mis hijos.”
“Siempre quise lo mejor para mi hijo y traté de reconciliarme en cada momento que pude con el emperador por el hecho de que tenemos un niño, pero en ningún momento vi señales de lograrlo y por esa razón tomamos la idea de apoyar a su reino en esto, a cambio de que nos llevaran con ustedes.”
Todas las palabras que Amorest dijo, tambien salían de lo más profundo del corazón de la concubina, ya que amabas deseaban, vivían y querían lo mismo.
Tanto Amorest como Zeltia, estaban a punto de llorar. Sin embargo, Yossu dice de manera un poco triste y melancólica…
“Yo tambien tengo una hija y a veces incluso me pongo nervioso cuando estoy en frente de ella y siempre que estoy con Mi hija, trato de hacerla los más feliz que puedo, pero a veces me pone triste pensar que no creció con una madre para ayudarla y acompañarla en cada momento.”
Zeltia, se apeno bastante por lo que acababa de escuchar y por esta razon ella le dijo lo siguiente a el rey del reino Orbis “Pedimos disculpas por haber hecho eso hace un rato, siendo que tuvo una esposa, incluso Blofebus nos contó de su hija, pero lo de hace unos segundos, fue un descuido nuestro por tratar de llevarlo a la cama con dos mujeres que no eran su esposa.”
Zero, ante esto, agradece por las palabras de Zeltia, pero un poco confundido y desconcertado, él pregunta “¿Esposa?.” a lo que Amores le dice tambien un poco desconcertada “Claro, la madre y esposa que alguna vez tuvo su hija y usted”
Tras oir esas palabras, Zero afirma de manera tranquila y con una sonrisa despreocupada “Emmmm…Creo que están confundidas, yo jamás tuve relaciones Sexuales o una esposa o novia en mis años de vida.”
Ambas, se sorprende de gran manera y a la vez y de manera sincronizada, le preguntan a su majestad…
“¡Entonces ¿cómo tienes una hija?!”
Y, Zero, al oír esta pregunta sorprendida y un poco alterada de ambas, le responde “Ah…Simplemente la cree sin ningún método sexual.”
En ese momento y tras oír esas palabras, Amorest y Zeltia piensan también de manera sincronizada en estas palabras ~¡¿Él es acaso un dios?!.~
Luego de unos segundos de esta sorpresa, Zero se levanta de donde estaba y les dice con una sonrisa “Bueno, me gustaría confirmar si sienten algún apego a este imperio”
Una vez oyeron esto, Ambas fácilmente dijeron que ya no tenían ningún apego a este reino y luego de haber dicho esas palabras, Zero con un tono bastante serio al igual que su rostro en ese momento, les dice “Antes de decirles el motivo secundario por el que vine al palacio, me gustaría confirmar si están dispuestas a vivir en mi reino, en donde de momento no hay ningún humano y solo hay Demi-humanos, bestias, no muertos y otros seres. Además, puede que en un futuro nuestro reino entre guerra con todo el mundo, pero a pesar de todo esto, ¿Ustedes están dispuestas a venir a mi reino?”
Amorest y Zeltia se miran a la cara entre ellas, luego asienten y miran a Zero para decir las siguientes palabras “Si, nuestro deseo es vivir una vida normal fuera de este lugar”
(Zero) “Si esta es su decisión, entonces déjenme decirles que mañana ustedes partirán a hacia nuestro reino como nuevas ciudadanas junto a sus personas conocidas y de confianza. Además, mañana, durante todo el dia, les pido que no salgan del palacio, ya que van a pasar un montón de cosas en la capital”
La felicidad de ambas, era inmensa, incluso su llanto no paraba junto a sonrisas que desbordaban de alegría.
La escena de felicidad, era única y los abrazos, llantos y sonrisas entre ellas, no paraban.
Hubo un momento en el que también abrazaron y agradecieron con llantos a Yossu.
Lo primero que ambas tenían en mente, era en avisarle a sus hijos y sirvientes.
Su felicidad por la noticia continuó durante todo el día y Yossu tras darles la noticia, partió y volvió hacia la casa de Leon en donde también tenía algo que decir y explicar.

-Continuara-

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Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora