Volumen 8: Capitulo 194

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Izet, muy sorprendida por escuchar la voz de su padre nuevamente después de un tiempo, ella grita muy emocionada y contenta….
“¡Papi! ¡Papi! ¡Papi! ¿Cuánto tiempo? ¿Qué estas haciendo ahora? ¿Te estas divirtiendo? ¿Cuándo vas a volver a la capital?.”
Yossu le sonríe y le responde con una gran emoción “No te preocupes, yo también te extraño y ya quiero verte de vuelta. Tengo ganas de pasar mucho tiempo contigo, pero por ahora me gustaría que cumplieras con las ordenes lo más rápido posible para que papá pueda volver rápido a casa y verte ¿Entendido?.”
Ella con lágrimas asiente y dice muy triste “¡Está bien papá! Ahora me voy a hacer eso para que vuelvas lo mas rápido a la capital.”
En el momento que el iba a seguir hablando, el se da cuenta que su hija se había salido de la llamada telepática para ir a cumplir con las ordenes lo mas rápido posible.
“Ah, que rápido crecen los niños del día de hoy.”
Dijo mientras seguía cayendo.
~Ahora que miro el lugar en donde voy a caer…Mmmmmm...Parece ser una casa….mmmmm….¿Puede dolerme si caigo encima de una?.~
~Oh ¡No! Ya me alteré.~
~Creo que siento que esto va a doler.~
Tras esto Yossu cae en una casa provocando que la misma se destruya y el quede entre los escombros.
“¡Mierda! Parecía tan emocionado hace un rato que ahora parece que hubiera sido broma eso de hace unos minutos.”
“Tengo grandes poderes, habilidades y resistencias, pero caer desde varios metros y a una gran velocidad desde el cielo, creo que no es tan recomendable como se veía.”
“No te imaginas el dolor que tengo encima, pero, ¿sabes?... A pesar del gran dolor que siento por haber hecho tremenda locura debido a la adrenalina, ¡Esto es muy cómodo!.”
“Cómodo en el sentido cómodo.”
Se ríe.
“Tú me entiendes. Por algún motivo siento como si estuviera cubierto por sabanas, pero en realidad son ladrillos y esas cosas.”
“Siento que si me muevo del lugar puedo arreglar el dolor pero voy a perder la comedida.”
“Oke, Difícil idea. Me ganó la comodidad. ¡Está decidido! Si voy y mato a todas las bestias y individuos antes de que se genere pánico, terror y que la iglesia y la realeza se enfrenten, entonces no tendrían sentidos mis planes, así que no pienso moverme del lugar por un par de minutos y aprovecho para disfrutar esta comodidad mientras aplico un par de magias de curación que Lemilia me enseñó.”
Había dicho Yossu mientras se encontraba con todo el cuerpo cubierto de escombros a excepción de su rostro con el cual miraba el cielo y se relajaba viendo el atardecer.
~Esto me viene como anillo al dedo.~
~De un lado puedo ver un par de estrellas…ehehheheheh…Recién me doy cuenta que las estrellas son mas grandes en este mundo que en la tierra, ¡Espera!, eso quiere decir que esos astros están mas cerca ¿verdad?.~
~Bueno, volvamos al caso…De un lado puedo ver las estrellas y del otro el sol ocultándose.~
~No me vendría mal descansar un poco viendo este hermoso cielo, aunque no me guste el sol en si.~
~Ahhhhh…A disfrutar de un rato y luego intervengo.~
~No duermo desde ayer, ¿Sabes?.~

XXX

MIENTRAS TANTO....

En la capital imperial Flamee había varias manifestaciones en los lugares en donde vivían los nobles y cerca del palacio del emperador.
El motivo de este alboroto era obvio para cada ciudadano, tanto para los que participaban como para los que no debido a que durante cinco años los impuestos venían aumentando a una gran velocidad y la gente de la clase media plebeya poco a poco se volvía pobre hasta el punto de no pertenecer mas a la clase noble.
Los impuestos eran sumamente altos hasta el punto que los que cultivaban también participaban.
Pero para la mala suerte de estas personas, ellos habían sido utilizados durante varias semanas por un individuo o mejor dicho por un demonio, esto para llamar la atención de la realeza y que los soldados y la guardia real tranquilizaran a los revoltosos y de esta manera la iglesia tener tiempo y cero preocupaciones de dar inicio a su plan.
Mientras toda esta gente se encontraba manifestando su descontento en varios lugares de la capital, Ellos y todas las personas de la ciudad son sorprendidos por un fuerte ruido detonador.
Cuando se escucho este fuerte ruido por toda la capital.
Los que se encontraban dentro de sus casas rápidamente salieron de sus hogares para ver lo que sucedía.
Y, los que estaban cerca del palacio manifestándose sin saber que habían sido utilizados y controlados, miran hacia atrás muy preocupados al escuchar el fuerte ruido y desde lo lejos notan como en las murallas había un gigante de color verde subiéndose encima de la muralla.
Luego, esta misma gente escucha el mismo fuerte ruido, pero aun lado de donde estaba el otro y cuando visualizan bien el lugar, se dan cuenta de que era otro gigante verde que se había subido a las murallas.
En algunas partes de la ciudad se comienzan a gritar gritos de ayuda y otros de sufrimiento.
A algunas casas entraban los Goblins controlados por la iglesia y mataban familias indiscriminadamente.
Si estos hubieran estado vivos, entonces hubieran aprovechado la situación para entrar y violar mujeres y niñas sin importarles su edad.
También por las calles había Demi-humanos y humanos con y sin armaduras matando a otros sin sentimientos y sin importarles o mostrar sufrimiento por quienes mataban, después de todo sus almas estaban atrapadas en las esferas rojas que algunos de los integrantes de la iglesia llevaban consigo mientras se mantenían escondidos en algunas partes de la ciudad para que no fueran vistos y para que pudieran dar algunas ordenes a las bestias o seres que controlaban.
De repente mientras los ciudadanos de cada parte de la capital eran asesinados por cualquier bestia o ser con el que se encontraran, ven algo volar por el cielo que los abruma aun más y de una manera que puso sus piernas en modo gelatina.
Por encima de la ciudad había un dragón que debes en cuando bajaba y masacraba a algunos con sus grandes patas o con su gran mandíbula. Este era un dragón pequeño y salvaje, pero a los ojos de los humanos normales, no lo era.
La capital sin duda estaba siendo invadida por un montón de monstruos los cuales los ciudadanos no sabían de donde habían aparecido. Además, la invasión de monstruos había sido en el peor momento.
El ejército imperial Flamee se encontraba fuera ayudando con la protección de la reconstrucción de la muralla de Miurant, la cual ya estaba terminada y la mayoría del ejercito se había movido a la ciudad en donde estaba la frontera con los dos reinos demi-humanos debido a que hace un mes y medio o por ahí, la ciudad Ovetun había sido atacada por una horda de Demi-humanos.
Dentro de la ciudad había lugares incendiados por todos lados y las bestias, demi-humanos y humanos continuaban matándose dentro de la ciudad.
Además, desde cualquier lugar se podían escuchar los gritos de llanto, desesperación y sufrimiento.
Algunos niños veían como sus padres eran atravesado por una espada o simplemente los veían morir.
Otros veían como algún ser querido era despedazado por un animal salvaje o por los Goblin, que como era costumbre, atacaban en manada.
Los dos gigantes verdes con formas humanas continuaban en la murallas sin moverse de lugar.
Parecían estar completamente paralizados, aunque ese en realidad era el estado en que estaban.
Sin duda alguna la ciudad capital Flamee estaba siendo totalmente destrozada y con esto no solo me refiero a sus ciudadanos, sino que también a su población, que debido a lo confundidos y alterados que estaban por no saber a quien considerar sus enemigos, se mataban entre vivos, entre amigos y familia si era necesario.
Nadie confiaba en nadie.
Todos eran enemigos de todos en la ciudad.
La capital se había vuelto una ciudad en donde no había leyes y en esos momentos lo único que había solo era pura masacre, sangre, cuerpos despezados por todos lados.
Niños y niñas muertos.
Familias complemente asesinadas por estos individuos controlados o por simple desconfianza de sus vecinos.
El pánico se había apoderado por completo de toda la ciudad.
Si lo viera cualquier persona del mundo normal, estos dirían que un apocalipsis Zombie se estaba dando en la capital del imperio Flamee.

XXX


Iglesia imperial Flamee…

En esta se encontraba el Santo de la iglesia, es decir, el Papa y el estaba en su sala como era de costumbre y en frente de él su hija Tilmin, que en realidad no lo era, pero en sus épocas de juventud el la había adoptado y criado.
Mientras ambos se encontraban en la sala oscura esperando a los informes de afuera, un sacerdote entra a la habitación y comienzo a hablar mientras baja la cabeza con un rostro serio…
“Su señoría, todo va según lo planeado, incluso se podría decir que mejor de lo esperado, ya que parece que los ciudadanos estaban haciendo manifestaciones cerca del palacio y los soldados estaban entretenidos defendiendo el palacio y en simples palabras….”
“Los dos ogros que escondimos con vegetación en el suelo y cerca de la capital, lograron acercarse y subirse con una gran facilidad a la muralla.”
“Mientras tanto, las demás bestias y seres que estaban escondidos por toda la ciudad, salieron con gran velocidad y facilidad a causar miedo en toda la ciudad.”
El santo Flamee al escuchar las palabras del sacerdote joven y serio enviado a informarle, se ríe y le da permiso para irse.
Luego entre risas le dice a su hija que estaba a lo lejos y en frente “Parece que desde hace tres meses que las cosas salen mejor que lo planeado. Es como si tuviéramos algún ser celestial ayudándonos en cada momento ¿verdad?.”
Tilmin al escuchar sus comentarios de un ser celestial, da un paso en frente y le grita a su padre adoptivo “¡Viejo! Deja de decir esas tonterías, eres el santo de la religión Flamee, pero eres la típica persona que no cree en los dioses, así que deja de decir todas esas mentiras. Eso si me molesta.”
El viejo al escuchar esto sonríe y desde la oscuridad le dice a su hija “Ja, tienes razón. Simplemente quería parecer una solo una vez como un verdadero santo , pero lastimosamente acabas de arruinar mi actuación.”
“¿Sabes? Hija. A veces eres muy aguafiestas. Además, con esa actitud jamás atraerás a un hombre.”
De repente Tilmin se altera y le grita a su padre “¡¿Por qué te pones a hablar de eso en estos momentos?!.”
El viejo se ríe de manera sarcástica mientras exclama las siguientes palabras “Jo, Jo, Jo, soy un viejo y quiero nietos, hija.”
(Tilmin) “¡Sigue soñando viejo!.”
(Santo) “Jo, Jo, que agresiva que es mi linda hija.”
De repente, para cambiar de tema y dejar de hablar sobre alto tan vergonzoso, ella le pregunta a su padre un poco intrigada…
“Por cierto, Viejo. ¿Por qué le ofreciste a Cilio ser el rey?.”
El viejo suspira y dice “A veces eres muy tonta. Me gustaría que pensaras un poco más.”
Desde lo lejos se escucha a ella gritar “¡Maldito viejo!.”
(Santo) “Le prometí eso ya que deseo que sea un rey títere.”
“Desde mañana este reino se convertirá en una teocracia y mientras el obtiene lo que el quiere, lo cual es ser el rey, yo me vuelvo en el líder de esta nueva Teocracia y hago que este reino se salve de la eminente caída que estaba a punto de tener.”
“Mi plan es sacar al emperador para ya no tener que hacer sufrir a nuestros ciudadanos. Cada vez la desconfianza aumenta, la hambruna al mismo tiempo lo hace y ni te hablo de los impuestos, porque por culpa de la mala administración de Adeben, eso no baja ni soñando.”
“Mi sueño es crear un reino tranquilo en donde los demás puedan vivir tranquilamente y sin lamentos. Además, gracias a esas esferas que “ellos” nos entregaron, nos podemos defender de cualquier ataque enemigo sin usar humanos y en futuro podremos gobernar sobre toda esta parte del continente.”
Tilmin, un poco confundida y seria, le dice al viejo “Pero, ¿No se supone que te estas contradiciendo, viejo?.”
“Prometes felicidad y una vida sin lamentos para todos los ciudadanos, pero ahora hay humanos de nuestro ciudad muriendo por los individuos que nosotros controlamos.”
“Bueno, más que muertes, yo lo llamaría una masacre.”
El santo se ríe y entre pequeñas risas le responde a Tilmin “Tienes razón, pero para lograr las cosas que te propones, no siempre puedes ser bueno y está bien a veces ser bueno y luego malo.”
“Mientras que sea por el bien de todos y por un futuro mejor. Esta bien.”
Tilmin muy confundida dice no entender nada de lo que el santo había dicho.
El viejo le suspira y le dice que tendría que ser un poquita mas atenta e inteligente.
Tras estas palabras, el sonríe de manera feliz y dice lo siguiente…
“Bueno, creo que es momento de dirigirse al palacio de nuestro querido emperador Adeben y acabar con el.”
(Tilmin) “Esta bien, esta bien. Tu ve al palacio mientras que yo salgo un poco afuera a divertirme.”
Dijo mientras se marchaba de la sala…
(Santo) “Ahhhh…Que haré con esta chica traviesa.”
“Pero digo en serio que quiero nietos.”
“A veces ella es muy injusta y me molesta más que no me quiera dar nietos…Ahhhh.”
Dijo mientras hacia un puchero de enojado.
A los segundo de eso, el se gira y dice con una gran sonrisa alegre…
“Bueno, mejor me voy yendo, después de todo no podemos hacer esperar al emperador de nuestro gran impero.”

Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora