El plan

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Los primeros dos días encerrados en la cabaña, fueron muy incómodos para todos. Las energías no eran buenas, cada vez que Evan, Bruno, Becky y yo compartíamos el mismo espacio, miradas de odio iban y venían. Estaba cansada de eso, pero Becky no quería olvidar todo el asunto. Sabía que su ego estaba muy herido por lo que Evan había hecho, y en vez de mandarlo a la mierda, había llegado a la brillante conclusión de que eso sería prácticamente entregármelo en bandeja de plata, y por ello, y su afán por competir contra mí, seguía con él. O al menos esa era mi suposición.

No lograba entender qué pasaba por su cabeza realmente. Tampoco qué pasaba por la cabeza de Evan. Tenía la sensación de que estaba planeando algo, y seguramente no era algo bueno. Estaba tan empeñado como Becky en hacer la vida de Bruno y la mía lo más problemática posible. Había decidido que sin importar qué fuera a pasar, no iba a dejar que me molestaran y provocaran otra pelea.

... Bueno... Eso no duró mucho.

Día tres atrapados en la nieve. Había tenido un inicio del día tan perfecto, al abrir los ojos lo primero que vi fue la espalda descubierta de Bruno. Estaba durmiendo, pero eran casi las 11 de la mañana, y habíamos hecho planes para salir a caminar. Esperábamos estar fuera de la casa todo el día si era posible. Para despertarlo me tiré sobre su espalda, se quejó con pereza y le di un mordisco suave.

- No me digas que ya amaneció – dijo con la voz ronca

- No lo diré, pero no significa que no sea verdad – respondí

Se volvió a quejar.

- Siento que me dormí hace solo un par de horas

- ¿Acaso estás cansado? – pregunté con tono de burla

Se quedó en silencio por unos segundos.

- Claro que no – aseguró con orgullo

- Parece que apenas te puedes mover, creo que ya no estás tan en forma – le molesté

Como era de esperarse, su esencia competitiva apareció de inmediato. Se giró con rapidez obligándome a volver a mi lugar de la cama, luego con un movimiento brusco se puso arriba de mí y me agarró de las muñecas. Luego sonrió con malicia y el corazón se me aceleró como si fuera la primera vez que lo hiciera.

- ¿Quieres que te muestre cuanta energía tengo? – preguntó

Me puse nerviosa.

- ¿No te lo demostré lo suficiente anoche? – añadió

Enrollé mis piernas en su cintura.

- Quizás no – sugerí

La sonrisa que esbozó la conocía muy bien, significaba que ya no necesitaba decir más. Nos besamos con pasión, soltó mis muñecas y me apresuré a tocar sus brazos, él tomó mi cintura por debajo de mi sudadera. Los besos comenzaban a aumentar de tono, Bruno estaba por quitarme la ropa cuando sentimos que alguien tocó a nuestra puerta. Nos detuvimos y esperamos a que alguien hablará pero no fue así.

Otro golpe fuerte. Bruno frunció el ceño.

- ¿Qué pasa? – habló en voz alta

Pero no hubo respuesta ¿Sería Eli intentando despertarnos? Pasaron unos segundos y lo atraje hacia mí para seguir besándolo. Pero no pasaron más de 10 segundos cuando volvieron a golpear con más fuerza aún.

- QUIÉN ES, QUÉ PASA – grité para que escuchara quien estaba golpeando y respondiera

Pero no hubo respuesta, en cambio, volvió a golpear con fuerza una vez más ¿Qué mierda? Ya me había encabronado. Me levanté rápidamente, fui hasta la puerta y la abrí. Evan estaba ahí parado, me quedé paralizada.

Quiero Olvidarte (#2) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora