La excursión

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- Cris – me decía una y otra vez – dime algo, en serio me estoy preocupando... ¿Qué te pasa?

Lo escuchaba, pero a lo lejos. Estaba inmersa en otro mundo, un montón de pensamientos e ideas cruzaban rápidamente por mi mente, seguían y seguían llegando, encontrado soluciones y respuestas a preguntas que no alcanzaba a pensar bien.

- Háblame, por favor, di lo que sea, o muévete – me decía Evan

Puso su mano en mi brazo para moverme. Entonces logré hacerlo, me quité su mano de encima. Alguien más salió a la terraza.

- ¿Cris? – me dijo

Era Bruno.

- Algo le ocurre – le informó Evan de inmediato

- ¿Qué pasa? – le preguntó

Llegó hasta mi lado y me tomó suavemente de los brazos para moverme hasta estar frente a frente. Me miraba a los ojos pero yo estaba perdida.

- Cris, mírame... ¿Qué ocurre?

- Recibió una llamada, no sé de quién ... Le dio malas noticias, ella parecía muy preocupada y al cortar, se quedó así, inmóvil – le dijo Evan

- ¿Quién te llamó?

- Vanessa – dije

Evan y Bruno intercambiaron miradas.

- ¿Quién es ella?

- La detective – añadí

- ¿La que lleva el caso de tu padre? – me preguntó

Finalmente lo miré a los ojos.

- Sí

- Algo salió mal – asumió

Asentí y él suspiró.

Suspiró.

- Tranquila, entremos, aquí te vas a congelar

Dejé atrás a Evan con todas las dudas que sabía que tenía. Pero no iba a lidiar con él en ese momento. Entré a la casa con Bruno, antes de que este entrara a la habitación intercambió palabras con Evan que no alcancé a escuchar.

- ¿Qué pasó con tu padre?

- Se escapó 

Puso las manos en su cintura.

- ¿Quieres contarme más? O necesitas pensar... Puedo ir a buscarte un vaso de agua, o lo que sea que necesites

Me quedé un poco más en silencio. Él esperó.

- Solo necesito hablar con mi madre – dije

- Okay, bajaré por un momento, para dejarte sola, pero si me necesitas solo grita... ¿Está bien?

Asentí. Cuando se fue tomé mi teléfono y le marqué. Al principio la llamada se cortaba por la mala señal, pero finalmente lo logré. Eran las 2 de la madrugada, estaba durmiendo, pero me contestó.

Estaba tranquila, mucho más que yo, me dijo que sabía que nada malo pasaría, que podía ser una mierda y un criminal pero no nos haría daño. Eso lo sabía, no tenía miedo de lo que me pudiera hacer, ya no, pero me angustiaba que después de todo, no recibiera su condena y estuviera suelto. Lo quería ver en la cárcel, no podría descansar hasta que eso pasara.

Me quedé ahí sentada en la cama y en silencio por un buen rato, Bruno no regresaba aún. Comencé a sentir mucha frustración, vivir con tantos problemas, uno tras otro y jamás salir de ellos, era tan desesperante. Estaba cansada, a veces, en esas situaciones, perdía toda la motivación, y solo sentía ganas de quejarme, de no luchar más aunque fuera por unos minutos. Quería culpar al resto y dejar de lado todo mi esfuerzo, solo quería llorar y gritar... Necesitaba que todo tuviera un fin, todo en mi vida.

Quiero Olvidarte (#2) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora