Éxtasis

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Después de todo lo que Bruno me había dicho, lo más sensato fue volver a beber, no le respondí nada, no sabía qué decir, no estaba preparada para eso, él tampoco esperaba que lo hiciera. El tema quedó ahí, y nosotros regresamos al bar por más rondas de shots. Me sentía genial, no estaba segura de porqué, solo lo estaba, y me estaba poniendo tan ebria que no podía estar de otra forma. 

Bruno estaba tan eufórico como yo pero no tan ebrio, eso era bueno porque siempre existía la posibilidad de que me fuera a negro, necesitaba que él estuvieran tan solo un 1% mejor que yo para cuidarme. Cuando ya no daba más y vi que eran las 3 de la mañana, decidimos empezar a caminar para volver a casa. 

- ¿No te irás a tu departamento? - le pregunté

- No, es tarde, estoy ebrio y no puedo conducir, y el departamento de mi abuela está cerca

- Ah, o sea que te quedarás con ella esta noche ¿No me engañaras para quedarte conmigo? - le dije a modo de burla por la confesión que me había hecho, de aquella vez que había mentido para irse conmigo

Me miró con una mezcla de odio, vergüenza y risa. 

- No - respondió en voz baja - No molestes 

- ¿Por qué te enojas? Admito que fuiste astuto, bien jugado 

Se quedó mirando al horizonte por un buen rato mientras caminábamos por en medio de la calle vacía. A penas me podía las piernas, mis brazos estaban muertos y la herida que tenía en la ceja me ardía, sentía que la piel alrededor estaba hinchada y adormecida. 

- ¿En qué piensas? - le pregunté 

- Estoy tratando de averiguar una manera de hacer una apuesta contigo, para ganar y obligarte a responder un maldito interrogatorio, tal como tú lo hiciste, para así recuperar mi dignidad - dijo 

Exploté en carcajadas. 

- Eso no va a pasar, no se me ocurre qué podríamos apostar 

Parecía frustrado, en ese momento estaba tan cansada y tan ebria que si tan solo me hubiera preguntado, le hubiera respondido cualquier cosa. Caminamos un rato más, me dolían mucho los pies y ya no quería más guerra, necesitaba llegar a casa luego y dormir por tres o cuatro días seguidos, estábamos cerca pero mi cuerpo no quería entender eso y quería quedarse tumbado en la calle por un rato. 

Ojalá simplemente pudiera flotar hasta mi cama

Entonces se me ocurrió.

- Quizás no tengamos algo que apostar, pero si podrías cumplir con un reto, y a cambio me puedes preguntar lo que quieras

Me miró intrigado. 

- ¿Qué reto?

- Cárgame en tus espaldas hasta mi departamento - dije 

Comenzó a reír. 

- Aún nos quedan unas cincos cuadras, Cris

 Me encogí de hombros. 

- Ahí lo tienes 

Me miró con ternura. 

- ¿Tan cansada estás? 

Asentí. 

- Okay, acepto el reto, pero no vas a poder evadir ninguna de mis preguntas

Me tomó en brazos y partimos, no parecía que fuera difícil para él cargar con mis 55 kilos, me abracé a su cuello y apoyé mi cabeza muerta en sus hombros. Desde ahí podía darme el lujo de olor su perfume, de sentir el calor de su cuerpo y de recorrer con la mirada los rasgos de su rostro.

Quiero Olvidarte (#2) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora