Cuenta Regresiva

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Caminar junto a Evan se sentía extraño. Al principio un poco incómodo. No sabía que decir para romper el hielo. El beso de la noche anterior nos había reseteado, las cosas habían cambiado y ambos lo sabíamos. No sabía qué había sentido Evan, pero podía apostar a que había sido muy similar a lo que había sentido yo. Ignorarlo sería muy tonto de mi parte. Por más que quería paz y tranquilidad, no conseguíamos separarnos y terminar con nuestra historia de una buena vez. Y eso debía tener una razón. O eso pensaba en ese momento.

Llegamos al pueblo, la gente parecía feliz, seguro todos habían oído la noticia de que pronto el encierro entre las montañas terminaría. Yo también estaba feliz, pero ya no sentía la ansiedad que había sentido desde el comienzo. Me había perdido mi graduación, había conversado con mi jefa para que arregláramos las fechas del ingreso a mi nuevo trabajo, ella había sido muy comprensiva, así que en general no estaba tan angustiada. Pero lo que más me había liberado de la ansiedad era que ya no sentía necesidad de huir de Evan, ya no me molestaba tanto estar en el mismo espacio con él.

- Todos están listos para salir de aquí – comentó Evan

Miré hacia las grandes montañas detrás de las casas.

- Es un poco aterrador estar atrapados entre tanta nieve, yo no podría vivir en un lugar así, la gente parece acostumbrada pero a nadie le gusta estar encerrado

Lo observé cautelosamente. Se veía un poco apagado.

- ¿En qué piensas? – le pregunté intentando investigar

Se encogió de hombros.

- No lo sé, en un montón de cosas... ¿Así te sientes tú todo el tiempo? – me preguntó girando su mirada hacia mí

Reí.

- Más o menos

- Es cansador, con razón siempre estás de mal humor

- Eso no es cierto – alegué – Solo a veces lo estoy, especialmente si estás cerca

- Lamento ser una molestia para ti – dijo con sinceridad

- Hey, solo era una broma – aclaré

- Pero es cierto, durante todo este tiempo me he dedicado a hacerte enojar... Solo quería llamar tu atención

Eso me parecía infantil, pero no me molestaba.

- No necesitabas hacer eso, para bien o para mal siempre te has robado mi atención – admití

- Quizás sí tenía que hacerlo, si no dudo que hayamos llegado hasta esta situación

- ¿A esto querías llegar?

- Esto es mejor que nada

Encontramos un lugar en el cual poder sentarnos, una banca que estaba en la plaza del pueblo, frente a una fuente de agua que estaba congelada.

- ¿En serio crees eso? – le pregunté - ¿Por qué insistes tanto en recuperar algo que quizás nunca vuelva a ser igual?

Suspiró, puso sus manos en los bolsillos de su chaqueta.

- No quiero lo mismo que teníamos antes, quiero algo mejor... De cualquier forma cuando fuimos novios, no fue fácil

- Siempre hemos tenido obstáculos ¿Eso no te hace pensar que quizás no tiene sentido intentarlo? Que estamos destinados a no ser completamente felices juntos

- Cris, eso solo me hace intentarlo con más fuerza. Desde el momento en el que te conocí ¿Lo recuerdas? Tu vida era un desastre, pero eso me motivaba más a estar a tu lado, quería ayudarte, acompañarte... Lograba ver tu belleza incluso cuando estabas ebria o drogada, luego de vomitar, luego de dormir, luego de llorar. Y cada vez que te hacía sonreír, era la mejor recompensa que podía tener, besarte, abrazarte, todo valía la pena, que me rechazaras, que me intentaras alejar... La felicidad que eras capaz de darme, y la felicidad que yo te daba a ti, lo valían todo

Quiero Olvidarte (#2) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora