Avalancha

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No dejaba de nevar, desde el día anterior la nieve no se detenía, y cada vez se intensificaba más y más. Pero mi cabeza estaba tan alejada de la cabaña, que podía estar cayendo fuego del cielo y yo ni me inmutaría. Me había quedado la mayor parte del día en la habitación con la excusa de que quería tiempo a solas para leer. A Bruno no le pareció extraño, y aunque se hubiera dado cuenta de que algo estaba ocultando, no me habría preguntado porque como ya sabemos, él era genial.

De lectura no tenía idea, estaba sosteniendo el libro que había comenzado a leer en el avión de camino a Estados Unidos, pero ni siquiera lo había abierto. Estaba sentada sobre la cama mirando por la ventana hacia el horizonte. Totalmente abstraída, por horas.

Ahora sí que estaba en una situación incómoda de la cual no sabía cómo salir. Decirle a Bruno que Evan me había besado, o no. Irme de la cabaña lo más pronto posible o no. Volver a golpear a Evan o no. Eso lo estaba analizando en serio porque sentía tan rabia que con una sola cachetada no bastaba.

¿Qué hago...?

No tenía miedo de decirle a Bruno, sabía que eso no generaría una discusión entre nosotros, pero recordaba cómo me había sentido yo cuando vi a otra chica besarlo, y no digamos que fue muy bonito. Él sabía manejar sus sentimientos y emociones mucho mejor que yo (aunque odiaba admitir que fuera mejor que yo en algo), lo más probable era que se riera o algo así. Siempre tenía reacciones que la gente común no tenía. Nada podía separarnos, menos un beso de mi ex, pero aún seguía tan impresionada por este vuelco en los hechos, que no sabía cómo empezar.

Sentí que alguien golpeó la puerta. Me quedé en silencio intentando hacerle creer a la persona que no estaba. Pero tampoco podía estar en otro lado, así que no me quedó de otra.

- Pasa – dije

Resultó que era Eli. Supe que todo lo que tenía guardado dentro saldría al conversar con ella.

- Hola, extraña – me dijo con gracia

- Hola – le respondí con una voz de ultratumba

- ¿Te sientes bien? Has estado todo el día aquí arriba y tu voz está rara ¿Estás enferma?

Negué con la cabeza. Ella se sentó en la cama y yo me moví para quedar de frente a ella. Luego de unos segundos de completo silencio ella frunció el ceño.

- ¿Cris? ¿Estás aquí?

- No estoy enferma – dije – pero hay algo que tengo que contarte, esta vez ni siquiera voy a fingir no está pasando nada

Se sorprendió.

- Okay, eso me gusta ¿Qué pasó? ¿Tiene que ver con tu actitud de anoche? Estabas muy extraña, pasaste por mi lado, roja como un tomate, y sin decir ni una palabra

Suspiré.

- Sí, es que... Estuve hablando con Evan en la terraza

- ¿Discutieron otra vez? – pensó

- Sí, pero no solo eso...

- Entonces qué ¿Ahora se agarraron a piñas? - bromeó

Intenté encontrar las palabras correctas. Cuando estaba lista para comenzar me levanté y fui a ver si había alguien en el pasillo, Eli me miró sin entender.

- Me enteré de que las paredes tienen oídos últimamente – dije refiriéndome a Becky, ya que había escuchado mi conversación con Evan en el hotel

- ¿Qué?

- No hablemos en voz muy alta, nos podrían escuchar

- Claro, pero ¿Qué está pasando? ¿Por qué tanto misterio?

Quiero Olvidarte (#2) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora