Estaba ebria y perdida. Perdida en mis pensamientos y perdida en el hotel. Había dejado a Eli en la fiesta y había comenzado a deambular por el edificio sin ningún rumbo. Solo necesitaba pensar, pero estaba muy confundida. Una parte de mí creía en lo que la vidente me había dicho. Nunca había sido escéptica con ese tipo de cosas pero tampoco me las tomaba muy en serio. El problema es que si me compraba todo lo que había dicho, comenzaría a vivir preocupada por sus advertencias. Había visto que ocurrirían cosas muy oscuras. Literalmente, me dijo que alguien moriría, alguien a quien quería mucho... ¿Qué se suponía que podía hacer con esa información?
Se me ponía la piel de gallina. Quería pensar que se había equivocado, pero no podía ignorar las cosas ciertas que había dicho. Había descrito mi vida muy bien, había revelado cosas muy personales que no tenía forma de saber. Definitivamente ella podía ver cosas que el resto no... Intentaría hacerle caso, y tomar precauciones.
Cuando ya estaba bastante ebria volví con Bruno y Eli. Decidimos que era hora de marcharnos, estaba comenzando a nevar así que teníamos que volver a la casa pronto. Eli condujo, Bruno había bebido mucho, yo me recosté en los asientos de atrás de la camioneta mientras intentaba mantenerme despierta.
Al volver a la cabaña, nos percatamos de que ya todos estaban durmiendo. Bruno dijo que necesitaba tomar un café o algo que lo hiciera entrar en calor. Eli decidió acompañarlo, pero yo no tenía ganas, quería sentarme en mi cama tranquila a reflexionar. Subí para ir a la habitación, pero al pasar por la puerta de la terraza, y ver lo hermoso que lucía afuera debido a la suave nieve que caía, decidí salir.
El airé estaba frío pero el alcohol me mantenía en calor. Me senté en una de las sillas que estaba bajo techo. Respiré profundo, necesitaba relajarme un poco, para eso estaba de vacaciones, quería huir de todo nuevamente.
Cada vez que estaba en Estados Unidos, la pasaba mal, eso me hacía pensar que definitivamente, ya no pertenecía ahí, y que no querría volver en un buen tiempo. Extrañaba Brasil, aunque tener a Bruno hacía que todo fuera menos terrible.
De pronto, mientras todos esos pensamientos rondaban en mi cabeza y mi mirada se perdía en en blanco paisaje, alguien abrió la puerta desde dentro de la casa. Giré para ver de quién se trataba.
Era Evan.
Volví a mirar hacia el frente. Él se quedó ahí plantado, luego cerró la puerta a sus espaldas. Eso me dio a entender que se quedaría ahí, y yo no me mantendría en el mismo lugar que él, así que me puse pie y me dispuse a salir. Sin embargo, me detuvo interponiéndose en la puerta. Me miró con súplica.
Me negaba a mirarlo a los ojos.
- Déjame entrar – dije
Pero no se movió.
- Cris, por favor, conversemos – me pidió
- No hay nada de lo que tengamos que conversar
Al decir eso resonaron las palabras de la vidente en mi cabeza "... tienes que decirle todo lo que quieras, lo que piensas, sin miedo. Deben conversar con sinceridad, renunciar a lo que sea que haya pasado antes..."
Respiré hondo. Ella me había dicho que teníamos que tener un cierre, cortar las cuerdas que nos mantenían atados, y para eso debíamos conversar, era inevitable.
Entonces levanté mi vista para hacer contacto visual.
- Así que quieres conversar... Bien, hagámoslo – respondí con un odio que nuevamente comenzaba a aparecer del simple hecho de pensar en que en un par de segundos comenzaríamos a discutir
ESTÁS LEYENDO
Quiero Olvidarte (#2) COMPLETA
Teen Fiction[Segunda novela y continuación de Quiero Salvarte] La vida corrompió a Cris, Evan la salvó de la mafia pero no de sus miedos, ella descubrió que era momento de salvarse a sí misma y dejar todo su pasado atrás. Con una nueva identidad y una gran her...