Dolor

1.2K 66 2
                                    

Oír su voz se sentía peor que cualquier patada que pudiera recibir. Me hubiera gustado haberle dicho más, pero simplemente no podía, no lograba que las palabras que yo quería salieran de mi boca, el miedo me paralizaba. No había escuchado la voz de Evan desde que me había despedido de él en el aeropuerto, al escucharlo me lo imaginé, su rostro irrumpió en mi cabeza y sentí que mi corazón se contraía. 

- No sabía si llamarte, si querías que lo hiciera

- No tenías que hacerlo

- Lo sé, pero de todos modos quería saber de ti... ¿cómo estás?

- Genial - mentí

- No suenas muy bien

- Lo estoy

- Si necesitas algo sabes que cuentas conmigo

- No necesito nada 

Intentaba mantenerme firme y no caer en la desesperación que me daba escucharlo, su voz ronca era irresistible, luchaba por no largarme a llorar de la emoción y de la tristeza que me provocaba no poder tenerlo a mi lado, el no poder besarlo y abrazarlo. 

- ¿Ni siquiera a mí? - dijo rompiéndome el corazón por completo, se notaba el dolor en su voz

Me quedé en silencio por unos segundos. 

- No hagas esto más difícil, Evan... por favor, ya me siento lo suficientemente culpable

- Perdón... no pude controlarme, es que te extraño demasiado

Tenía que cortarle, sabía que tenía que hacerlo, pero estaba harta de auto sabotearme. 

- Evan quizás deberíamos hablar otro día - le sugerí - esto no nos hace bien, honestamente, no quiero que me digas ese tipo de cosas estando a miles de kilómetros de distancias

- Cris

Cerré los ojos con fuerza. 

- Llevas casi un mes allá, y ya no podemos estar más sin ti

- ¿Podemos? ¿A quienes te refieres?

- A todos, tu madre está preocupada... me dijo que tenías anemia ¿por qué no me lo habías dicho?

Me molesté. 

- No es la gran cosa, es normal después de todo ¿tú por qué diablos hablas con mi madre?

- Bueno, tenemos algo en común, tú

- Evan, me estás cabreando, tú no tienes nada que hablar con mi madre

- Es la única manera que tengo para saber de ti

- Tienes que dejarme ir

- No tengo que hacerlo

- Claro que sí, es lo que yo quiero, es lo que tú necesitas... por favor corta, ahora 

Se quedó en silencio, el silencio era doloroso, incluso sin decir nada nos decíamos un montón de cosas estando en esa situación. Estar separados era horrible, él era quien me había salvado, se había robado cada parte de mi corazón, se había apoderado de cada espacio en mi mente, había hecho que todas las células de mi cuerpo renacieran, que mi vida cobrara otro sentido, me dio una razón para mantenerme viva incluso cuando pensé que ya no tenía más una vida... pero simplemente no podía seguir a su lado, lo único que hacía era arruinarlo, exponerlo, poner su vida en peligro, y necesitaba sacarlo de ahí, así como salir de eso yo también, ahora tenía que salvarme a mí misma. 

Sin decir nada más y luego de un buen rato, cortó. 

El autobús se detuvo en mi parada, baje como pude. Sentía los huesos rotos, sabía que no lo estaban pero cada segundo era peor que el otro, comenzaba a sentir las patadas que me habían dado, al mismo tiempo que sentía una gran impotencia, otra vez me había quedado sin nada que poder hacer, me habían pisoteado nuevamente y yo no pude más que quedarme de brazos cruzados como una débil, una inútil. No sabía que me dolía más a esas alturas. 

Quiero Olvidarte (#2) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora