Quiero Olvidarte (#2) COMPLETA

Todo o nada

Daba vueltas de un lado al otro de la habitación intentando no estar tan nerviosa. Ya estaba lista, no me faltaba nada, solo salir y dar lo mejor de mí. Pero me sudaban las manos, tenía el corazón vuelto loco y a pesar de que tenía una inyección de confianza y seguridad, estaba aterrada. 

- Tú puedes, nada malo pasará, no hay presión... Pero tienes que ganar, maldita sea - me decía a mí misma en voz baja

 Se abrió la puerta del camerino, era Bruno. Me miró y sonrió levemente.

- Veo que estás lista - dijo luego de cerrar la puerta y recargarse sobre ella - pero por como caminas vuelta loca, se nota que te mueres de nervios

Me detuve, puse las manos en mis caderas y suspiré. 

- Esto es más difícil de lo que pensé

Rió.

- Te lo dije... Pero vamos, no estés así, es tu primera pelea, no tienes que ser la mejor, no tienes nada que probar

- Pero quiero ganar, Bruno - dije frustrada - además si pierdo me iré a casa, y quiero avanzar de posición

- Y puedes, claro que puedes, tengo toda mi fe en ti... Eres increíble, eres fuerte, lista, rápida

Se acercó a mí y miró mi pelo.

- Y te ves preciosa con esas trenzas - dijo entre risas

Bajé la mirada con timidez. Me había hecho dos trenzas Marías pegadas a la cabeza, como correspondía para un pelea de boxeo.

- Solo falta que te anuncien

Tragué saliva, tenía pánico. 

- ¿Y si no puedo? - dije sin aire

- Puedes, ya basta, ya te lo dije, no te preocupes, no tienes nada que temer, sea lo que sea que pase, estará todo bien

Agarró las vendas que había dejado sobre un mesón y se acercó para colocármelas. Lo hacía mejor que yo. 

- Recuerda no sobreexigirle a tu mano, tus nudillos aún están abiertos, y tienes todo inflamado

- No te preocupes estoy bien, ni siquiera me duele

- Es porque estás ansiosa, pero si no te cuidas después lo vas a lamentar

Terminó de vendarme las manos, me coloqué los guantes. Estaba enferma de los nervios, ya quería salir y terminar con todo de una buena vez. No solo tenía esta pelea, si la ganaba iba a tener una segunda esa misma noche, y luego al día siguiente otras dos, la semifinal y la final. 

Tocaron a la puerta y desde afuera nos dijeron que estaba todo listo, teníamos que salir. 

- Vamos, y recuerda todo lo que te dije... Estás preparada, entrenaste mucho, tú puedes joder

Tomé mucho aire y asentí. Salimos, afuera recorrimos un largo pasillo, se podía escuchar el publicó al final de este. Justo antes de llegar, Bruno, a mis espaldas, me tomó de los hombros y se acercó a mi oído. 

- Una última cosa, eso de que no hay presión, y que no te preocupes si pierdes... Era pura mentira, tienes que salir y ganar, noquea a esa chica Cris

- ¿Qué? - dije confundida

- No puedo no ser el entrenador cabrón que soy, te estoy siendo sincero, si no ganas te mato 

Reí con nerviosismo, ya me parecía raro que fuera tan amable antes de una batalla. 

- ¿Y si gano? 

Se acercó a mi otro oído con lentitud. 

- Entonce te mataré, pero a besos 

Me mordí el labio conteniendo la sonrisa, y en ese preciso momento comenzaron a presentarme a través de un micrófono, mientras lo hacían estaba dando saltos para calentar el cuerpo. Al decir mi nombre, salí y entré al gimnasio. Bruno a mi lado, el ring frente a mí, puso su mano en mi nuca, lo miré. Era el momento.