Negación

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Me convencí de que todo estaba bien, no había nada por que preocuparse, nada por lo cual alterarse. La semana siguiente estaba cargada de muchas cosas que tenía que hacer, así que me mantendría ocupada, lo cual me agradaba. Así no tendría tiempo para desperdiciar en estupideces. Sin embargo, una de las cosas que tenía que hacer, era ir a entrenar. 

Ese martes, tenía entrenamiento luego de trabajar, y me la pasé pensando en que lo mejor sería no ir. Debatiendo en mi cabeza qué hacer, como si tuviera que tomar una decisión trascendental que fuera a marcar un antes y un después  en mi vida, y en realidad nada pasaría. Solo era una niña llorona. 

Estás exagerando, no hay ninguna razón por la cual ponerse nerviosa. Solo irás al entrenamiento, te concentraras 100% en lo que tienes que hacer, lo harás bien y ya está. 

Intentaba decirme eso una y otra vez. ¿Cómo iba a ser tan cobarde? Solo por una bobería que un chico me había dicho, como si fuera la primera vez que me coqueteaban, como si no hubiera pasado por lo peor con Evan.

Me sentí estúpida por siquiera dudar en ir a entrenar, así que al salir del trabajo fui con el paso firme, la mirada fija  y sin detenerme. Al llegar fui directo a los camarines, me cambié de ropa, me puse las vendas y me hice una trenza, ya estaba preparada para cualquier cosa. De hecho, esperaba tener el entrenamiento más intenso, de esos que me dejaban tirada en el suelo, sin siquiera poder moverme, tenía mucha energía que quería soltar. 

Salí y caminé hacia el ring. Bruno fue lo primero que vi. Estaba con un chico, terminando su entrenamiento, me quedé parada mirando lo que hacían, en menos de un minuto se detuvieron y se despidieron cordialmente. El chico salió del ring y el Aprendiz fue a tomar agua que tenía en un costado. Estaba usando una sudadera gris y unos shorts negros, se veía igual que todos los días, pero no podía dejar de pensar que algo nuevo había en él. 

Se dio vuelta y me sorprendió mirándolo. Sonrió con gracia y se acercó.

- LLegaste temprano hoy - dijo 

- Si quieres llego más tarde la próxima vez - bromee 

Soltó una pequeña risa. 

- Empecemos el calentamiento, hoy quiero que te esfuerces el máximo 

- ¿Por qué?

- Recuerda que estuviste dos semanas sin venir - me dijo 

Lo había olvidado. Con razón tenía tan energía que necesitaba descargar con urgencia.

- Claro, me esforzaré el doble - prometí

Salió del cuadrilátero. Al estar frente a él, lo admito, sentí algo extraño en el pecho. Estaba un poco sudado, la polera se le comenzaba a ceñir al cuerpo, y tenía que esforzarme para no mirarlo, me obligue a mantener la vista en sus ojos. 

- Me gusta esa actitud, pero tenemos que ser cautelosos, debes ponerte al corriente pero no podemos forzar tu cuerpo o podrías lesionarte, comenzamos con trote, cuerda y abdominales, luego subiremos al ring y haremos un par de ejercicios nuevo 

Eso me intrigó.

- ¿Cuales?

- Quiero que mezclemos  e integremos otro tipo de disciplina, cosas que no se aceptan en el boxeo pero que te pueden servir para situaciones de peligro 

Eso me entusiasmaba.

- ¿Como esa técnica secreta que nunca me haz querido enseñar? - indagué 

Me miró con reproche.

- Hey, te dije que de eso no se habla, y te he dicho miles de veces que no, eso es peligroso y es un secreto, y si me descubren enseñándotelo quizás qué pase - dijo serio

Quiero Olvidarte (#2) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora