Augurio

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Me desperté tarde por la mañana, casi me da un infarto al ver la hora. Tenía que estar lista en 15 minutos para salir de mi nuevo chiquero y llegar a clases a tiempo. No resultó muy bien, además, no estaba muy segura de cómo llegar a la universidad porque era mi primer día de clases desde que me había mudado, estaba exhausta por la mudanza, había estado ordenando toda la tarde y gran parte de la noche. Parecía que ese lunes sería un fracaso, y que no debería haberme levantado de la "cama". 

Por suerte había tomado el autobús correcto, pero de todos modos llegué tarde a clases, el maestro no me miró con buena cara pero al menos me dejó pasar. No sirvió de mucho estar ahí porque a penas podía prestar atención, al fina no tomé nada de apuntes, lo único que quería era salir luego e ir a la cafetería por un café, y hallar la manera de hacer que el día mejorará. Tenía trabajo desde las dos de la tarde hasta las ocho y luego entrenamiento, por primera vez, con el jodido aprendiz que no me caía bien en lo absoluto. 

Cuando la clase terminó fui directo por mi desayuno, pero la cafetería estaba repleta (realmente repleta), no tenía paciencia para quedarme a hacer la fila, tenía tiempo ya que no tenía una clase hasta la siguiente hora veinte, pero no lograba mantenerme tranquila parada ahí. Otra tarea fracasada, y eso que eran las once de la mañana recién.

Fui a la sala de estudios del segundo piso, había un par de grupos de chicos leyendo y discutiendo, me senté, respire y encendí mi laptop para comenzar a estudiar, era una preciada hora en la que podía adelantar trabajo, pero necesitaba estar concentrada  al cien por ciento para ser productiva, y las malas vibras me estaban perturbando demasiado. 

El universo en serio no quería que yo tuviera un poco de paz, el programa lector no quería funcionar y no podía abrir mi texto y por lo tanto, no podía leerlo, todo mi plan se estaba estropeando y perdía la cabeza. Tuve que esperar a que se actualizará y luego a que se reiniciara. Puse mi cabeza en la mesa y solo esperé, intentando calmarme para no tirar la laptop al suelo.  Cuando ya estuvo listo y lo abrí, me di cuenta de que el archivo se había descargado mal y tuve que ir a la plataforma virtual de la universidad para obtenerlo de nuevo. Perdería otros diez minutos y mucha sanidad mental por ello, porque a todo eso súmenle una velocidad del internet realmente precaria. 

Ya estaba enojada, en serio. Pero de pronto... recibí una notificación... de skype.

Nuevo mensaje de Evan

Mierda...

Lo abrí con precaución, mi corazón se había ido a la mierda saltando como loco. 

Evan: Hola... estás ahí?

Las manos me comenzaron a sudar. Sabía que no debía responderle, pero la tentación era tan grande, y mi corazón logró convencer luego a mente de que eso era justo lo que necesitaba en ese momento, a Evan.

Solo lo saludaré y ya.

Cris: Hola, estoy ocupada estudiando

Luego de eso no recibí una respuesta en un largo tiempo, bueno en realidad pasaron solo cinco minutos, pero temí haber sido muy cortante y que él no quisiera hablar más. Tenía razón en no hacerlo. Pero quise repuntar.

Cris: ¿está todo bien?

Esperé su respuesta ansiosa, demasiado. 

Evan: Sí, todos están muy bien

Suspiré.

Cris: ¿Qué tal tú?

Evan: Tambien lo estoy

Volví a suspirar.

Cris: Me alegro mucho

No respondió, el texto se terminó de descargar y se abrió. Era momento de ponerse a estudiar al fin. 

Quiero Olvidarte (#2) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora