El aprendiz

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Mi entrenador parecía nervioso, o más bien preocupado, temía que algo malo le hubiera pasado, pero parecía que la noticia que tenía que darme no iba por ese lado. No solo estaba yo, sino que además los otros chicos y las dos otras chicas que él entrenaba, todos estaban igual de confundidos que yo. 

Cuando al fin se puso a hablar lo hizo en portugués y no entendí una mierda, pero al parecer no era nada bueno, ya que la reacción del resto fue de decepción e incluso molestia. Preferí callarme hasta que terminara para luego mirarlo totalmente confundida. Se acercó a mí con una mueca de "lo siento".

- ¿Qué es lo que pasa?

- Lo siento chica, pero ya no te podré entrenar más, me voy por un año a México a ser parte de un grupo de entrenadores de un joven boxeador que va a participar en uno de los campeonatos más importantes de latinoamérica, me llamaron y me ofrecieron el empleo, lo tomé por supuesto es una gran oportunidad 

Me quedé con la boca abierta por la desilusión que eso me causaba. ¿Qué diablos haría ahora?

- Pero, cómo... no te puedes ir, quién me va a entrenar ¿me tendré que ir del gimnasio? 

- No, no claro que no, no debes irte, no creerás que te dejaré a la deriva 

Suspiré. Me gustaba lo que estaba haciendo, hacía que todos mis tiempos fueran aún más complicados con el trabajo y la universidad, pero siendo honesta, era lo único que hacía que pudiera olvidarme de todo por un par de horas, incluso hacía que Evan saliera de mi cabeza... lo difícil era volver a la realidad y que automáticamente todos los demonios del pasado aparecieran, se encaraban sobre todo en el rostro perfecto de Evan, sintiéndose como miles de puñaladas.

- Escucha, todos los chicos a los que entreno pasarán con otros entrenadores, le daré dos a Ferreira - me los fue mostrando uno a uno, ya lo había visto varias veces en el gimnasio - dos a Santos y dos a Costa 

Todo calzaba bien pero ¿y yo?

- Qué hay de mí

Él sonrió. 

- Bueno, como ustedes son siete  uno se quedaría solo, decidí dejarte aparte porque el idioma es todo un tema contigo, preferí que estuvieras con un entrenador al que pudieras entender 

- Okay - dije esperando que llegara al punto

- El problema es que Ferreira, Costa y Santos sólo hablan portugués, chica... y son los únicos entrenadores profesionales que hay en el gimnasio, así que no me queda de otra que confiar en mi buena intención y mis conocimientos en este juego y dejarte con un aprendiz 

Fruncí el ceño. ¿Qué diablos era un aprendiz?

- Bueno, yo sé que es una buena decisión, la que tiene que confiar en mí eres tú, chica

Puse mis manos en mis caderas. Estaba confundida. 

- ¿Un aprendiz? - dije

- Sí, es un aprendiz, mira 

Apuntó a dos chicos que estaban calentando en los puching balls. 

- Ellos dos son aprendices, nos ayudan a nosotros y se preparan para convertirse en entrenadores, además son competidores, la mayoría son estudiantes de preparación física 

Comenzaba a entender, ya había visto a esos chicos pero no sabía bien qué hacían, creí que entrenaban como el resto.

- ¿Y cual de ellos será mi entrenador? 

Los observé, eran jóvenes aunque mayores que yo, y parecían bien preparados, pero no había como Joel, mi entrenador. 

- Ninguno

Quiero Olvidarte (#2) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora