Quiero Olvidarte (#2) COMPLETA

Una Pizca De Verdad

Estaba un poco nerviosa por salir del baño de Bruno, pero cuando finalmente lo hice él ni siquiera estaba en el departamento. Fui hasta su habitación, le eché un vistazo rápido mientras me volvía a ponerme mi ropa interior y la camiseta que me había dejado, era enorme y me cubría por completo. Olía a él. 

Tenía fotos de su familia en la pared, era bastante ordenado y limpio, me estaba dando vueltas por su habitación cuando escuche que llegó. Salí, venía con una bolsa en la mano, me miró de arriba a abajo velozmente y sonrió. 

- ¿Ya estás más cómoda? - me preguntó 

Asentí.

- Gracias por prestarme la camiseta - dije con timidez - ¿Qué traes ahí?

- Fui a la tienda a traerte algo... Brigadeiros 

Eran los dulces brasileños que tanto me gustaban.

- No son los de mi abuela, pero son bastante ricos 

- Es súper tarde ¿Dónde los conseguistes? ¿Y por qué fuiste por ellos? - dije entre risas 

- Pensé que te harían sentir mejor, sé que te gustan mucho

Sonreí. Maldita sea, el tipo era encantador, no solo era guapo era... realmente encantador. 

- Gracias - dije

- Vamos siéntate, tenemos mucho de que hablar 

Se me apretó el estómago, no sabía qué decirle. Fui con cautela al sofá, él me sirvió un té y me dió los Brigadeiros, luego se sentó frente a mí y me hizo estirar las piernas, las puse sobre la mesa de centro y él colocó un coldpack sobre cada una. Tomó mi mano y la revisó con rigurosidad, me dolía un poco así que me dió un antiinflamatorio y curó unos pequeños raspones que tenía en los nudillos. 

- No puedo creer que esta es la base de nuestra amistad - susurró con gracia cuando estaba terminando 

Reí. 

- Deberíamos estar haciendo algo más tranquilo, como terminar de ver esa película que pusiste... ¿Cuál es?

- La Isla Siniestra ¿La has visto?

- ¿Bromeas? Como unas cien veces

- Entonces te gusta, pues podemos terminar de verla cuando termines de contarme todo lo que pasó y cómo pasó 

Suspiré nerviosa. 

- Empieza 

Tomé valor. 

- Pues nada, caminaba sola, no había ni un alma en la calle, apareció uno de ellos, me dió un mal presentimiento de inmediato, luego apareció el otro, me tomaron del bolso... y querían que se lo pasara 

- ¿Por qué no solo se los pasaste?

Me encogí de hombros. 

- Instintos, supongo, no quise darme por vencida tan fácil, no tenía porqué darles mi bolso 

- ¿Pero ellos no tenían alguna navaja o una pistola?

- Creo que no 

- Entonces solo querían quitarte el bolso, así sin más, sin amenazarte... Es extraño

Le di un sorbo al té con la cabeza gacha. 

- Nina - me dijo 

Levanté la mirada. 

- ¿No intentaron hacerte algo más?

Negué con la cabeza rápidamente. Él entrecerró los ojos, parecía que sospechaba algo.