Cena

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Iba de un lado a otro sin parar, el bar estaba repleto y todos andaban muy sedientos esa tarde. Marcos, el otro chico y yo trabajamos sin cesar, por suerte la mano no me dolía porque el Aprendiz me había puesto un anestésico en la curación. Él, por cierto, seguía en la barra e iba por la tercera cerveza, a ratos sentía que me observaba, pero no tenía tiempo para corroborar eso. 

A los quince minutos llegó mi reemplazo para el nuevo turno, el nocturno. Al fin podría irme, aunque la idea de ir hasta la casa del Aprendiz, no me tenía convencida del todo, aún. Sin embargo, podía sentir que los días en los que nos odiabamos y eramos unos completos idiotas, estaban quedando en el pasado. 

- Ya terminé - le dije desde detrás de la barra mientras me quitaba el delantal de la cintura 

- Genial - se metió la mano al bolsillo del pantalón y sacó dinero para pagarme 

Lo miré y luego decidí.

- Corren por mi cuenta - dije

Se sorprendió.

- ¿Por qué?

- Bueno, yo también puedo ser amable, es a modo de agradecimiento 

Asintió la cabeza con agrado.

- Pero no te acostumbres, ni de coño seré así siempre 

Soltó una risa. 

- Puedo con eso

Salimos del bar y comenzamos a caminar, él me guiaba. La tarde estaba muy bella, el sol se asomaba en el horizonte y desde este se veían aparecer unas nubes muy oscuras, había mucha gente que a esa hora salía de su trabajo y repletaba las calles. Entonces comenzamos a charlar.

- Apestas a alcohol - le dije 

- Estoy como a dos metros de ti es imposible que lo sientas 

- ¿Bromeas? Mi olfato lo percibe claramente 

- Trabajas en un bar ¿Me vas a decir que te molesta?

- De ti todo me molesta 

- ¿No bebes? - preguntó

Si supieras jajajaja.

Hey, hace mucho que no bebo, ya dejé esas pistas.

Esas pistas no se dejan, no tú.

- No - le mentí

¿Por qué le mientes?

Porque no importa, él no me conoce, puedo ser quien yo quiera.

- ¿Tampoco fumas?

- No

- ¿Nada?

- No

- No te creo

Reí. 

- ¿Por qué? - pregunté con curiosidad 

- No pareces ser una niña sana y que pase encerrada en su casa

- Primero, no soy una niña. Segundo, no dije que fuera así

- Entonces cómo eres 

Lo miré y le sonreí.

- A ti no te interesa ni un poco, no finjas

- Oye, tengo la peor impresión de ti, y la única manera de poder entrenarte sin querer volarte los dientes por lo insoportable que eres, es conociendo algun lado de ti que no sea tan malo

Entre que eso me causó mucha risa, y mucha impresión al mismo tiempo. 

- Eres demasiado violento, no sé cómo te permiten dar clases 

Quiero Olvidarte (#2) COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora