Quiero Olvidarte (#2) COMPLETA

Acéptalo

Eli parecía querer torturarme, me quería obligar a hablar con ella respecto a Bruno, estaba convencida de que algo pasaba con él. Pero no abrí la boca, no dije ni una palabra de las cosas que él me había dicho, prefería hacer como que no habían pasado o ella se volvería loca y empezaría a inventarse teorías locas. 

- A él le gustas - decía mientras yo nos preparaba té

- No - le repetía 

- Es demasiado obvio Cris, escuche que te dijo que te quería dar celos, por algo ha de ser

- Solo jugaba

Frunció el ceño. 

- No lo creo

- Es lo que él hace, juega 

- Estás cegándote a todo lo que realmente pasa ¿Por qué? 

Seguí con mi postura de no decir nada.

- No lo hago, solo te estoy bajando de la nube en la que estás, porque estás pensando cosas que no son

- A ver, me estás diciendo que ese chico no siente nada por ti, 100% segura, como si fuera imposible o algo así

- Lo es - confirmé

Luego se me ocurrió decir la peor mentira del mundo. 

- Es gay 

Ella se quedó sin decir nada ni moverse por unos segundos. Luego se largó a reír sin control.

- Oh por Dios ¿Qué tan estúpida crees que soy? 

Rodé los ojos, sin saber qué más hacer para que dejara de preguntar.

- Me puedes decir cuál es el problema que tienes con todo este asunto

- No hay ningún problema, solo que estás hablando cosas sin sentido

Otra vez puso cara de insólita.

- Cris, por favor, bien sabido es que siempre has tenido arrastre con los chicos, no me sorprende que este o cualquier otro esté detrás de ti

Suspiré. Puse las tazas sobre el mesón.

- ¿Por qué a los chicos buenos siempre les gustarán las idiotas? - pregunté

- Por la misma razón que a nosotras nos gustan los idiotas, estupidez 

Reímos, luego de eso finalmente cambiamos de tema. Quería construir una barrera en mi cabeza y que nada referido a la tensión con Bruno pasara más allá de ella. Si verbalizaba la situación solo se haría más real y no quería eso. Además, Eli era buena para hacerme hablar demás y no quería que se metiera en mi cabeza y me hiciera pensar aún más cosas. 

Me dejó tranquila cuando se dio cuenta de que no iba a decir ni una sola palabra, incluso creí haberla convencido un poco de que no pasaba nada, pero si Bruno seguía con sus coqueteos, ella lo notaría. 

Al día siguiente, fui a clases temprano por la mañana y le indiqué a Eli por donde podría ir a comprar todas las cosas que quería y por los lugares que debería pasear. Luego nos encontraríamos para prepararnos para la fiesta, aunque a cada minuto que pasaba me arrepentía más y más de ir, porque definitivamente no era una buena idea. Pero sabía que no tenía otra opción, ni Eli ni Bruno me dejarían tranquila si no iba.

Y ya que no tenía otra opción, me obligaría a pasarmela bien y ver el lado positivo. Así que con Eli nos esmeramos en los atuendos de esa noche, no podía defraudarla, era su primera fiesta en Río, me deje llevar, me puse maquillaje, me arregle un poco el cabello y nos fuimos.