El chico de piel porcelana no podía formular palabras, se encontraba nervioso y avergonzado. Sin darle tiempo a reaccionar su cuerpo fue ligeramente recostado en la cama.
-Aún no logró entender cómo es que provocas tantas cosas en mi - su mano acarició suavemente la mejilla del chico.
Pete detuvo la mano contraria colocando la suya sobre esta.
-Quiero hacerte mío - susurró sintiendo como el cuerpo del castaño temblaba ante aquella confesión.
-Ae, no - trago el nudo en su garganta.
-Realmente muero por hacerlo - escondió su rostro en el blanco cuello del chico dejando besos lentos - Lo siento, no debería decir esto después de todo lo que ha pasado - volvió a levantar el rostro para acariciar su nariz con la contraria de manera dulce - Es mi culpa.
-No es culpa tuya, no me obligaste a hacer nada - soltó un pequeño suspiro - Lo hice porque así lo quise.
-Gracias por salvarme - peinó el cabello mojado de Pete con sus dedos - Tienes que saber que mataría y moriría por ti.
-Y tu tienes que saber que haría lo mismo por ti - pasó su mano por la nuca de Ae - No estoy dispuesto a perder a alguien que me importa.
Ae sonrió y se inclino para tocar los labios de Pete en un ligero roce. El castaño atrajo el rostro del hombre bronceado con la mano que se encontraba en su nuca para evitar que se alejara y así pegar sus labios juntos.
Sus labios comenzaron a moverse encajando perfectamente. Ese beso no se comparaba a los anteriores, este era más necesitado y lleno de deseo. Pete se avergonzaria se hubiera confesado que quería estar de esta manera con su secuestrador.
Los dos habían escuchado muchas veces decir; lo prohibido siempre será lo mejor. El saber que algo está mal, y que no se debe hacer empuja al pecador a la tentación, la mejor manera de liberarse es caer en ella. Ellos estaban dispuestos a tomar ese arriesgado camino, podían preocuparse de la lluvia después del calor.
La mano del hombre de piel canela pasó entre sus cuerpos para llegar al nudo en la bata del chico debajo de él, separo la tela de su piel blanca dejando expuesto aquello que deseaba apreciar. Unos minutos bastaron para que ambos se encontrarán completamente desnudos y listos para entregarse al pecado.
Pete dejó que los labios de su secuestrador besaran cada parte de su cuerpo mientras el se aferraba a las sábanas blancas de aquella cama. Su miembro necesitado fue tomado por la boca del hombre entre sus piernas, haciéndolo libertar un bajo gemido.
Instintivamente sus caderas se movían en busca de más contacto. Un gemido más se le escapó cuando Ae aumento sus movimientos haciendo que se arqueara y tomara el cabello del hombre entre sus dedos.
-Harás que pierda el control - advirtió al momento de liberar el miembro del castaño.
-Quiero que lo hagas - contestó con la cabeza nublada por el deseo.
Ae con una sonrisa subio hasta los labios jadeantes del castaño para que sus lenguas compartieran el sabor de la lujuria. Acariciaron sus miembros calientes juntos sin vergüenza.
-No tienes idea de todo lo que pasa por mi mente justo ahora - habló en medio del beso.
-Házmelo - jadeo.
El hombre bronceado estaba sorprendido por la actitud del chico, pero estaba más que encantado por las peticiones que salían de su boca.
Sin esperar más dejo que Pete recibiera su duro y caliente miembro. Lo estrecho del chico de piel porcelana lo hizo temblar. El castaño mordia su labio inferior con el ceño fruncido mientras se permitía acostumbrarse al gran tamaño de su secuestrador.
-Eres hermoso - luego de unos segundos comenzó a balancear sus caderas de atrás adelante.
Pete se aferro a la espalda del hombre bronceado sintiendo como éste llegaba a su punto de extasis en una dura penetracion.
-No es suficiente - habló con su voz irregular.
El hombre de piel canela entendió las peticiones del chico debajo de él y dejó de lado la cordura para encargarse de golpear con fuerza su próstata.
Luego de compartir una vez más la humedad de sus lenguas, silenciando los incesantes gemidos y jadeos que se escapaban de sus bocas sin permiso, sus respiraciones irregulares y los latidos compartidos, dejaron que sus cuerpos se liberaran en un glorioso clímax.
[°°°]
Habían permanecido acostados y abrazados con sus piernas entrelazadas ya por bastante tiempo. Pete no dejaba de pasar la yema de sus dedos por el pecho de su secuestrador trazando círculos, mientras este le acariciaba el cabello.
-¿Que fue lo que pasó cuando fuiste a ver a mi padre? - rompió el silencio.
-¿Podemos hablar de eso en otro momento? - se quejó mientras besaba el cuello del castaño - Mejor lo hacemos de nuevo.
El chico de piel blanca le proporciono un golpe haciendo que se alejara.
-Estoy hablando en serio - frunció el ceño.
-Yo también - le dedico una sonrisa - Pero voy a controlarme por ahora - completó al ver a Pete con las intenciones de volver a golpearlo - Dijo que me daría la mitad del dinero si te dejaba en libertad, pero que todos a excepción de mi irían a prisión. No acepte claramente, no dejaría que mi familia fuera a prisión.
Se acomodo boca abajo recargandose en sus codos.
-Cambie el trato; me daba la mitad del dinero, solo yo iba a prisión y te dejaba en libertad - beso la nariz del castaño - Pero no acepto, me mando golpear y ordenó que me trajeran aquí para matarme y después llevarte con ellos. No sabía que tenían la ubicación.
-¿Y que pasara ahora? - preguntó con preocupación.
-Tengo unos días para pensarlo o el mismo vendrá por ti - explicó - Y nos matara - dijo en voz baja.
El silencio se apoderó de la habitación. De repente los ojos de Pete se abrieron de par en par.
-¿La cabaña está sola? - se cubrió con la sabana.
-Todos fueron a visitar a mi madre - una sonrisa apareció en su rostro al verlo avergonzado - Y no podía dejar que ella me viera así - señaló las partes de su cuerpo donde tenía los moretones.
-¿Cuanto tardarán en llegar? - estiró el brazo para tomar su ropa del suelo.
-Quizá en unos minutos - miró la hora en su reloj - Se supone que ya tendrían que estar aquí.
Al escuchar eso, Pete corrió en dirección al baño.
Ae sacudió la cabeza con una sonrisa de oreja a oreja.
~Sun&Moon🍂🥀
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[Captive By Love] ➳ AePete © ✔
Fanfiction"Al amor y a ti los conocí el mismo día" En la guerra y en el amor todo se vale, y las cosas no siempre son como uno quiere. Sin ser conscientes de tener algo en común y de que la vida puede cambiar de un momento a otro. Que el destino es la fuerza...