[Capítulo 01]

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Horas antes de derramar sangre...

Las manos de Ae se aferran a las caderas de su esposo haciéndole empinar más el trasero para el. Esta posición le permite al hombre bronceado entrar más profundo en la entrada apretada.

Sus pieles chocan haciendo un sonido obsceno y tan delicioso para ambos. Pete no puede evitar virar los ojos cuando el pene duro del moreno golpea repetidas veces su próstata.

-Ahh...Ahh...Ae... -gimió con fuerza - Más fuerte, cariño.

El hombre de piel canela apretó la mandíbula comenzando a embestir con violencia al castaño. Pete podía sentirlo hasta el estómago y no mentiría, le encantaba esa sensación. Escondió el rostro en la almohada mordiendo gran parte de ella.

No puedo hacerlo por mucho tiempo cuando la mano de su esposo le tomó por el cabello tirando hacia atrás. Se encontraba mordiendo su labio con una sonrisa mientras continuaba siendo llenado por la anatomía del hombre bronceado.

El calor comenzó a subir por su cuerpo. Sus piernas temblaban demasiado y no podía silenciar sus gemidos. Esos gemidos se convirtieron en gritos de placer una vez Ae aceleró sus movimientos sin permitirle a Pete tomar aire.

El de piel porcelana se corrió soltando un agudo gemido, antes de que cayera en la cama los grandes brazos del contrario lo sostuvieron para mantener sus caderas en su sitio. Ae continuaba embistiendo sintiéndo cerca su orgasmo.

El débil cuerpo del chico debajo no aguantaba más.

-No...aguanto...más - murmuró entre cada embestida.

-Solo un poco más, mi amor - echo la cabeza hacia atrás moviendo sus caderas en círculos para después embestir con fuerza.

Acarició las nalgas del castaño mientras se liberaba en su interior.

Luego de esa mañana productiva como ellos le llamaban, solo estaban descansando en su día libre. Aprovecharon ese momento ya que su hija se encontraba en la escuela. Pero su tiempo de descanso se vería interrumpido por una llamada.

Con pereza Ae estiró el brazo para atender la llamada.

Pete sólo lo miraba con atención analizando sus expresiones. Cuando su esposo cerró los ojos soltando un suspiro de frustración supo que no se trataba de nada bueno.

-¿Algo anda mal con la empresa? - preguntó con curiosidad.

-Era de la directora del instituto, se trata sobre Namtan - respondió - Se metió en problemas.

-¿En problemas? - frunció el ceño desconcertado. Namtan nunca había tenido problemas en el instituto - ¿No dijo nada más? - se levantó de la cama para vestirse como ya lo estaba haciendo el hombre bronceado.

-Solo sobre un asunto de probable expulsión - se sentó en la cama para amarrar las agujetas de sus botas.

-¿Tan grave?

-No lo se, cariño - soltó un suspiro pesado - Vamos.

La pareja subió al coche para ir al instituto en el que su hija estudiaba. Durante gran parte del camino intentaron pensar en que podria haber hecho su hija para que fuera necesario hablar de una expulsión. Pero dejaron sus pensamientos una vez llegaron a la dirección.

En el lugar ya los esperaba su hija. Mantenía los brazos cruzados y el ceño fruncido mientras miraba a un chico al otro lado de la sala. El chico tenía el rostro lleno de golpes y pareciera que hasta un brazo roto.

Ae y Pete se miraron confundidos, su hija no haría nada igual a menos que fuera necesario. Fue esa la razón de sus clases de defensa personal.

-¿Que ocurrió exactamente para que mi hija esté aquí? - ambos tomaron asiento a un lado del padre del chico.

-Me preocupa bastante la actitud de su hija - comenzó la decano - Nunca había visto un comportamiento así de su parte. Su compañero terminó con varios hematomas en distintas partes del cuerpo y un brazo roto.

Pete asintió y después miró a su hija.

-¿Puedo saber la razón? - preguntó a Namtan, en su voz no había molestia.

-Desde hace tiempo me llama de manera ofensiva y lo deje pasar - comenzó la chica sin despegar la vista del chico delante - Pero la razón por la que esta así es por haber levantado la falda de mi uniforme. Le pedí que me dejara tranquila de muchas maneras, hasta que me canse. Y lo volvería a hacer.

Ae había volteado a ver al muchacho con una mirada asesina, si no hubiera sido por la mano de su esposo que lo detuvo habría roto el otro brazo de ese niño idiota.

-¿Usted sabía eso? - Pete cuestionó a la mujer del otro lado del escritorio.

-No, yo...realmente no estaba enterada...

-¿Y no se le ocurrió preguntar? - enarco una ceja esta vez sonando realmente molesto - Aquí no veo razón por la cual deban expulsar a Namtan. Este niño merece un castigo, no ni hija.

-Pero ella le rompió el brazo y... - el padre por primera vez iba a hablar.

-Se lo tiene bien merecido - lo fulmino con la mirada.

-Son cosas de niños - dijo con tranquilidad.

Pete suspiró intentando no perder el control y asesinar a ese hombre idiota. De padre idiota nace hijo idiota, he ahí una prueba. Estaba por hablar pero su esposo se adelantó.

-Si me entero que su hijo sigue molestando a mi hija, le haré tragar sus bolas - advirtió al par de idiotas en el lugar.

-Usted no puede hacer eso - dijo seguro de sí.

-Quizá no, pero mi hija lo hará - sonrió divertido - No voy a detenerla.

Tomó la mochila de Namtan y se la llevo fuera.

-Espero que usted arregle esta situación - el chico de piel blanca dirigió esas palabras a la directora - No queremos hacer esto más grande. Pero si eso quiere, espere mi demanda hacia el instituto y hacia este par de idiotas.

El hombre idiota abrió su boca al ser insultado.

-Buen día - se despidió siguiendo a su hija y esposo hacia el coche.


~Sun&Moon🍂🥀


[Captive By Love] ➳ AePete © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora