Ya habían hablado durante todo el trayecto sobre el plan; Ae, Can y Tin serían los que se quedarian cerca de la camioneta esperando a que Pete saliera. Si tenían que disparar lo harían. En caso de que alguno de ellos resultará herido tenían a Dayli y Bow, quien era la mejor utilizando un rifle francotirador y estaría lista para cualquier inconveniente con el plan principal.
Ojalá eso no fuera necesario, pues no quería salir del lugar con el cuerpo de ninguna de las personas a quienes aprecia.
Cuando las puertas de la bodega se abrieron pudieron ver a Pete parado delante de Nic, quien sostenía un arma apuntandoles. Era extraño que estuviera solo, porque no era el quien había llamado para el rescate.
Ae miró a los ojos de su novio con la intención de acercarse y poder abrazarlo, pero sabía que no podía hacerlo o Nic dispararia. Como si hubiera leído sus pensamientos Pete negó con la cabeza entre pausas.
-¡Pete se irá conmigo! - gritó Nic exagerando sus movimientos con el arma - ¡No voy a dejar que lo separen de mi lado!
-Podemos llegar a un acuerdo - Ae alzó su arma dejándola a la vista del sujeto y después la tiro al suelo - Deja ir a Pete y haremos lo que esté en nuestras manos para que no pases tanto tiempo en prisión.
Nic frunció el ceño sacudiendo la cabeza. Tin esperaba que se rompiera el cuello.
-¡No voy a ir a prisión! - sus nervios no le permitían sostener el arma correctamente - No soy un criminal, no soy como ustedes.
-Llevarte a una persona a un lugar abandono y retenerla en contra de su voluntad se le llama secuestro, eso es un crimen - intervino Can.
-Pero...yo lo hice por amor. Eso no es un crimen, no puedo ir a prisión.
-Hagamos algo. Deja ir a Pete y no dejaremos que vayas a prisión.
-No. Mienten - apretó el arma con ambas manos.
-Amas a Pete, ¿no? - Can recibió un asentamiento - La mejor manera de demostrar tu amor por una persona es dejarla ser feliz. ¿Esta bien?
Nic bajó el arma que sostenía asintiendo ligeramente. Dejó que las lágrimas mojaran sus mejillas mientras se dejaba caer de rodillas al suelo. Pete aprovechó este momento para caminar a pasos lentos hacia la camioneta.
Pero desde el lugar en el que se encontraban Bow y Dayli, la primera mencionada pudo ver a una persona desde la mira del rifle. Ese sujeto caminaba en el techo de la bodega con un arma exactamente igual a la que ella poseía.
Sun era el sujeto arriba del techo de la bodega. Se recostó boca abajo para después apuntar con su arma a una de las personas delante de la camioneta. No sabía con exactitud quien era Ae, pues nunca lo había visto en su vida, pero tenía que disparar a uno de ellos para servir de distracción y así ayudarle a Nic para que escapara como habían acordado.
Pero el chico que yacía boca abajo en el techo de la bodega no contaba con la presencia de Bow a unos metros, lista para dispararle. Como era de esperar el pulso de la chica no falló, como tampoco su puntería. La bala disparada por el rifle dio justo en la cabeza de Sun haciendo que su cuerpo cayera inerte a los pies de Pete quien dejó de avanzar.
Esto tomó por sorpresa a Nic. Su plan era hacerles creer que estaba arrepentido para que el ex novio de Pete le ayudara a escapar, pero no tenía nada más planeado.
Con la mirada inyectada en sangre por la rabia, levantó el arma apuntando al hombre bronceado dando justo a un lado de su pecho.
-¡No! - Pete cayó al suelo junto con el cuerpo de su novio.
Todos los sentimientos se juntaron haciéndole perder la razón. Tenía el cuerpo de Ae entre sus brazos. Sin detenerse a pensar lo que haría a continuación tomó el arma que había dejado el moreno en el suelo y apuntó al torso de Nic.
Una bala no era suficiente para el chico de piel blanca. Dejó el cuerpo de su novio en manos de Tin y Can quienes le ayudaron a levantarlo.
El no escuchaba los gritos de sus amigos pidiendole que subiera a la camioneta para llevar a Ae a un hospital, tenía la cabeza nublada.
-Pete...no...por favor - balbuceaba sosteniendo su torso de donde brotaba la sangre.
-Te dije que me matarás antes de que lo hiciera yo - tenía los ojos llenos de lágrimas - Eres una mierda más en este mundo - disparó el arma muchas veces hasta que las balas se terminaron. Aunque el cargador estuviera vacío el continuaba apretando el gatillo.
Unos brazos le rodearon para que se detuviera.
-Detente, Ae necesita un hospital - esas palabras le hicieron recorbrar la razón - El té necesita.
Dejó que Tin lo llevara hasta la camioneta, tenía las piernas débiles y apenas podía mantenerse en pie. Llegaron hasta donde estaban las dos chicas para que también subieran.
-Tienes que mantenerte despierto, cariño - acarició las mejillas del hombre bronceado - Estaras bien.
-Compartí unas palabras con tu padre antes de venir - una débil sonrisa apareció en sus labios.
-¿Cuáles fueron? - preguntó, con la intención de mantener una platica con la persona que ama y evitar que cierre los ojos.
-Le dije que te amo - trago un nudo en su garganta que le dificultaba hablar - Tanto que estaba dispuesto a dar mi vida por ti. Hoy puede ser ese día en el que le demuestre a tu padre que no mentía.
Pete miró a las demás personas en la camioneta por unos cortos segundos. Todos tenían los ojos llenos de lagrimas. Regresó la vista a su chico.
-Tu no tienes que demostrar nada, tontito - sonrió con dificultad - Se cuanto me amas. Aun no has vivido lo suficiente - se inclinó a dejar un beso en los párpados de Ae.
-Eso no lo sabemos - murmuró - Pero si muero no quiero que lloren. Hagan una gran fiesta y disparen al cielo por mi.
-Ae, cierra la maldita boca - habló Tin desde el asiento de conductor - La única fiesta que habrá es cuando salgas del hospital. Todavía no le has propuesto matrimonio a Pete, y tampoco han adoptado un bebé. No dejare que mueras hasta verte en el altar y con un hijo.
Todos soltaron una pequeña risita, ya que no era habitual ver llorar a Tin.
~Sun&Moon🍂🥀
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[Captive By Love] ➳ AePete © ✔
Fanfiction"Al amor y a ti los conocí el mismo día" En la guerra y en el amor todo se vale, y las cosas no siempre son como uno quiere. Sin ser conscientes de tener algo en común y de que la vida puede cambiar de un momento a otro. Que el destino es la fuerza...