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Luego de que el llanto de ambos cesará Ae se separó del abrazo para colocar el anillo en el dedo anular de su prometido. Después saco el que tenía en el bolsillo para ponerlo en su mano, mostrando al castaño que era exactamente igual al suyo.

-Ahora podemos entrar a la balsa - de la cintura atrajo al chico de piel blanca para que ambos entrarán - Hay algo que quiero mostrarte. Cubre tus ojos.

El castaño sin hacer preguntas cubrió sus ojos con la palma de sus manos. Tenía una sonrisa nerviosa por lo que se venía.

-No vayas a quitarte las manos hasta que te diga - advirtió con una risa.

-Me estás poniendo nervioso - murmuró mordiendo su labio inferior.

-Yo voy a guiarte - lo tomó desde atrás por la cintura para hacerlo caminar dentro de la balsa.

Los dos estaban nerviosos y emocionados. Tanto que faltó poco para que cayeran de bruces al suelo de no ser por Ae que se detuvo de la puerta de la habitación.

-Lo siento - los dos soltaron una risita al escucharse decir las mismas palabras.

Sus pasos se detuvieron y el hombre de piel canela tomó una gran respiración para pedirle al chico que quitara las manos de sus ojos.

-Ya puedes ver - susurró cerca de su oído cuando lo abrazo recargando su barbilla en el hombro contrario.

Cuando sus ojos se abrieron no pudo evitar que estos se volvieran a humedecer. Todo estaba hermoso. La habitación estaba rodeada por unas cuantas velas y pétalos de rosas. La cama tenía unas sábanas blancas que desprendían un agradable olor.

-No tenías que hacerlo - se dio la vuelta tomando las mejillas de su prometido.

-Tú ya hiciste mucho por mí - acarició su nariz con la contraria - Esto es solo un poco de lo que te mereces.

Pete sonrió con ternura llevando sus labios a los del hombre de piel canela besando lentamente para saborearlos. Las manos de Ae rodearon la pequeña cintura para hacerlo caminar hasta la cama y así recostarlo.

Sin separar sus labios el chico de piel porcelana sintió las grandes manos recorrer su cuerpo dejando caricias. Pronto estas tocaron su torso por debajo del suéter sintiendo un escalofrío por el cambio de temperatura en su cuerpo.

Los labios del moreno fueron desde el mentón del chico debajo, hasta el lóbulo de su oreja mordiendo un poco antes de susurrar;

-Tú solo tienes que disfrutar - bajó los labios a su cuello dejando leves mordidas.

Pete gimió bajo apretando los grandes hombros de su pareja. Dejó su cuerpo completamente a disposición del hombre entre sus piernas cuando esté comenzó a retirar las prendas que cubrían sus cuerpos.

Ae sonrió cuando pudo ver que su prometido estaba igual o más duro que el. Besó desde su pecho hasta sus caderas antes de poder tomar el miembro del castaño entre sus labios. Su cabeza se movía de arriba abajo acariciando por segundos el glande con la punta de su lengua. Acarició las blancas piernas hasta llegas a sus nalgas para dar un apretón sacándole un agudo gemido a Pete.

El chico recostado sobre la cama sentía choques eléctricos incitandolo a elevar sus caderas a la cavidad bucal del contrario. Cuando el moreno sintió el líquido pre seminal de su pareja en la boca se detuvo, quería que se corriera cuando estuviera en su interior.

Subió hasta el rostro sonrojado de su chico para tomar sus labios en un demandante beso. Los chasquidos resonaban por toda la habitación mientras las manos de ambos exploraban el cuerpo del otro.

Los dedos de Ae encontraron a tientas la entrada de su chico introduciéndolos sin dejar de besar y morder sus deliciosos y rosados labios, estos que habían generado una adicción en el desde que los probó por primera vez. Eran tan lindos y sexys.

Un gemido alto salió de la boca de Pete cuando los dedos del hombre de piel calena tocaron el lugar correcto. Ae siseo al escuchar ese gemido poniéndose aún más duro, si eso era posible.

-Ae...mgh...-se quejó cuando los largos dedos abandonaron el lugar donde se encontraban.

Sus quejas no duraron mucho cuando sintió el glande de su prometido acariciar su entrada antes de introducirse lentamente. El Moreno mordió su labio para controlarse y no perder la poca cordura que le quedaba. Poco a poco sus movimientos de atrás adelante no se hicieron esperar. Y con unas cuantas estocadas lentas pero profundas Pete viró los ojos cuando su próstata fue golpeada.

-Hmmm... - mordió su labio - Cariño...Ahh...

Las estocadas se hicieron más rápidas haciendo rebotar el cuerpo del castaño contra el de su prometido. Arqueo la espalda querido sentir el miembro erecto más profundo. Como si sus pensamientos fueran escuchados Ae alzó aún más sus caderas con ayuda de una de las almohadas de la cama dándole una mejor posición para entrar aún más profundo.

Sus labios se volvieron a unir compartiendo la húmedad de sus lenguas.

-Ahh...Ahh...- la habitación estaba llena de gemidos agudos y roncos, sus pieles chocando en sincronía con el rechinar de la cama y los chasquidos de sus besos necesitados.

Las estocadas se habían vuelto tan duras que Pete rasguñaba la espalda y hombros del hombre bronceado tratando de no desmayarse con la intensidad del placer que recorría su cuerpo hirviendo. Su ceño se frunció gimiendo con fuerza al liberarse.

Ae no detenía sus movimientos y la próstata sensible del castaño no soportaba más después de un reciente orgasmo. Su entrada apretaba deliciosamente el miembro del otro haciéndole aumentar sus estocadas sintiendo el orgasmo cerca. Unos segundos más bastaron para que se corriera violentamente en el interior de Pete.

Se recostadoron uno al lado del otro mirando los ojos contrarios mientras controlaban sus respiraciones y se cubrian con las sábanas blancas.

-Este día está oficialmente agregado da mi "Lista de días favoritos - besó la nariz del castaño.

-¿Cuáles son los demás? - preguntó con curiosidad.

-El día que te vi por primera vez. Cuando me enamoré de ti. Cuando te abrece y bese. Cuando nos entregamos el uno al otro por primera vez. Cuando te pedí que fueras mi novio. Hoy que te pedí matrimonio - numero con sus dedos - Agregamos todas las fechas especiales que pase a tu lado. Cuando prometa en el altar pasar el resto de mi vida contigo...son muchos, no acabaría - sonrió enamorado mientras veía a Pete.

-Gracias por hacerme feliz - unas lágrimas cayeron en las sabanas de la cama.

-Gracias a ti por no dejarme solo a pesar de todo - besó las manitas del chico de piel blanca - Te amo, mi amor.

-Te amo también, cariño - dejo que los brazos de su futuro esposo lo redearan en un abrazo hasta quedarse dormidos.

Sin saberlo...entraste en mi corazón para apropiarte de el. Ahora quiero entregarte mi vida entera, una que pueda vivir a tu lado.

⭑~ Fin ~

4/4
~Sun&Moon🍂🥀

[Captive By Love] ➳ AePete © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora