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Tin mantenía su agarre firme en el chico mientras le apuntaba con el arma cubierta por su chaqueta.

-Tin - su novio lo tomó por el brazo - Guarda el arma, todos nos están mirando.

El hombre empujó a Nic haciéndolo caer al suelo.

-Tienes cinco segundos para correr antes de que salga detrás de ti y te asesine - amenazó dejando el arma en la parte trasera de su cinturón - Uno...dos... - el chico salio corriendo por la puerta del hospital.

Pete atrajo a Dayli quien parecía estar asustada.

-Luego te explico, ¿esta bien? - abrazó a su amiga.

La chica asintió entre pausas.

Una hora después todos se encontraban más tranquilos, y seguían esperando noticias de la señora Am. Can acarició el hombro del chico de piel porcelana esperando decirle lo que no pudo en la llamada.

-¿Recuerdas que dije que había cosas que no podía decirte por teléfono? - murmuró a la persona a su lado.

-¿Hay más? - sorbió la nariz sintiendo un pequeño dolor en el pecho.

-Estos últimos días estuviste intentando visitar a Chompoo, ChaAim y Bow y seguían diciéndote que no podían recibir visitas - dio un gran suspiro - Y que con Pond y Ae te dijeron que ellos no fueron ingresados a prisión.

Miró unos cortos segundos a Tin para saber si era correcto decírselo en ese momento.

-Resulta que ellos fueron trasladados a prisiones por separado, fuera del pais - miró a los ojos llorosos del castaño - Sucede que después del juicio te padre utilizó a sus contactos para llevarselos lejos.

Pete frunció el ceño.

-El sabía que no harías caso a sus órdenes sobre que no los buscarás, así que tomó las medidas necesarias para alejarte de ellos - miró al chico de piel blanca que mantenía su vista en un punto perdido del lugar.

Dejó sus pensamientos de lado sacudiendo la cabeza.

-¿Como sabes todo eso? - preguntó en un susurro poco audible.

-Lemon se encargo de averiguarlo todo - contestó mirando a la chica - Pero eso es todo lo que tenemos.

-¿No hay manera de saber a qué prisión se los llevaron? - llevó su mirada a la chica de cabello corto.

-Intente averiguarlo, con todos los medios posibles - aseguró - Pero eliminaron toda su información de la base de datos. Es como si ellos nunca hubieran entrado a prisión, y con más exactitud; ellos nunca asistieron a ningún juicio.

Pete repentinamente se levantó de la silla.

-¿A donde vas? - la mano de Lemon lo detuvo.

-Tengo que hablar con mi padre - limpió sus mejillas - Hoy mismo salgo de casa.

-Al menos deja que alguno de nosotros te lleve - dijo Tin - No puedes manejar así.

-Esta bien - les sonrió en agradecimiento.

Tim subió al auto para llevar a Pete a su casa, acompañado de Dayli quien se ofreció a ayudarle con sus cosas y saliera de esa casa cuanto antes.

Durante el camino, el chico de piel porcelana le contó todo lo que había pasado a su amiga como había dicho que haría. Dayli estaba sorprendida por todo lo confesado.

-Es difícil de creer que tu padre antes trabajaba en eso - aun procesaba la información - Es decir, no se ve como una persona que haga ese tipo de cosas.

-Yo tampoco lo creía - miró la puerta de su casa por la ventana del auto - El mismo dijo todo lo que había hecho, no negó nada.

Bajó del coche con su amiga detrás de él. Tin esperaría en el coche para ayudarle al castaño a subir sus cosas.

Cuando pasaron el umbral de la puerta se dieron cuenta que no había nadie en casa porque todo estaba en completo silencio. Subieron a la habitación de Pete para guardar sus cosas y así esperar hasta que el señor Pichaya llegara.

Luego de dos horas el padre de Pete llegó a la casa acompañado de Lawan y Malai, quienes se sorprendieron al ver al chico con tantas maletas a su lado.

-¿Que es esto, Pete? - preguntó con cierto matiz de molestia en la voz.

-Ya no viviré bajo el mismo techo que tu un día más - se cruzó de brazos - Pero antes de irme quiero saber por qué los enviaste a prisiones fuera del país.

-¿De quienes hablas? - preguntó Lawan confundida.

-De las personas que me secuestraron - se limitó a contestar - ¿A que prisiones los enviaste? - su padre pudo reconocer como la mirada que tenía su hijo no era la misma, ya no confiaba en el.

El ceño de Malai y su madre estaba fruncido, no entendían nada de lo que estaba pasando.

-No los necesitás en tu vida - alzó la voz - Ellos van a llevarte por el mal camino. ¿Te has puesto a pensar que pasa si ellos no cambian su vida? - se pasó el cabello hacia atrás - No quiero que cometas los mismos errores que yo, quiero algo mejor para ti. Puedes hacerte cargo de la empresa.

-Hay algo que tu no entiendes - suspiró - No voy a ser como tu, porque de los errores se aprende. Ya viviste tu vida, déjame vivir la mía. Ya has tomado suficientes decisiones por mi.

-¿Esto es por Ae? - apretó la mandíbula - Hay muchas personas en el mundo, y quizá con el tiempo te olvides de él, vas a enamorarte de alguien que no sea un delincuente.

-Mi madre se enamoro de ti, tu cambiaste - sus ojos se llenaron de lágrimas - Ae lo hará, cambiará.

-¿Y donde esta tu madre ahora? - gritó - ¿De que sirvió que yo cambiará? Ella murió, y esta muerta por mi culpa. Estaría con vida sino fuera por mi jodido pasado - trató de acercarse a su hijo, pero éste se alejo - No quiero perderte a ti también.

-Ahora mismo no estoy listo para tenerte cerca, quiero alejarme lo más que pueda de ti - secó sus lágrimas - Eres mi padre y todo lo que has hecho no va a cambiar eso. Pero no confio en ti, ya no.

Tomó una gran bocanada de aire para evitar que salieran más lágrimas.

-Y si no vas a decirme a que prisiones los mandaste, creo que no tenemos nada más de que hablar - subió sus maletas al auto.

El hombre al volante manejo hasta la residencia de los Intouch.


~Sun&Moon🍂🥀


[Captive By Love] ➳ AePete © ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora