El beso subía de intensidad a cada paso que daban hasta el sofá del living. Las ropas desaparecian en el camino dejando a sus cuerpos completamente desnudos acariciandose entre si.
Pete empujó al hombre bronceado hasta que cayó sentado en el sofa, dándole la oportunidad de ponerse con las piernas abiertas sobre el volviendo a besar sus finos labios.
-¿Soy real ahora? - comenzó a mover sus caderas contra el moreno.
-No lo suficiente - se hizo una invitación para invadir la boca del castaño con su lengua.
Una de sus manos subió por la espalda del chico. Rozó sus labios por las mejillas y cuello de Pete hasta llegar a sus pezones tomando uno de ellos con la boca haciendo que se arquerara en busca de más contacto.
El mismo Pete alzó las caderas y tomó con su mano el miembro caliente de Ae listo para recibirlo. Mordió su labio cuando ese gran pedazo de carne entraba en el. Echo la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.
Había pasado tanto tiempo desde la última vez que estuvo con él, que no recordaba el tamaño de su amado. Ae seguía turnado su boca para darle atención a los pezones del castaño.
Una vez se acostumbro al hombre de piel canela comenzó sus movimientos circulares sintiéndo como sus paredes eran cada vez más abiertas. Ae subió a la boca del chico de piel blanca para degustar sus labios una vez más.
Los gemidos de las dos personas en el sofá no tardaron en llenar el lugar. Pete había vuelto sus movimientos más rápidos sin dejar de saltar sobre las piernas del hombre sentado.
-¿Te gustas así? - un fuerte gemido se escapó de entre sus labios cuando su próstata fue golpeada.
-Hazlo más rápido - llevo sus manos al trasero del chico encima suyo para acariciarlo y apretarlo a su gusto.
Sus pieles chocaban ruidosamente mostrándose cuanto se necesitaban. Una vez más se estaban entregando al deseo que en el pasado les hizo pecar. Aunque en esta ocasión era diferente la situación en la que se encontraban, el deseo por la otra persona seguía siendo igual o hasta mas intenso.
Pete escondió el rostro en el cuello del hombre de piel canela. Sus cuerpos sudorosos se movían a su propio ritmo, siguiendo el latir de sus corazones.
-Te amo - se aferró a la espalda de Ae.
Se sobresaltó un poco cuando su cuerpo fue empujado contra el sofa dejando al hombre de piel bronceada encima de él. Rodeó sus piernas en la cadera de Ae recibiendo gustoso su miembro caliente.
-También te amo - se inclinó para dejar un beso en los párpados del castaño.
El cuerpo de Pete se sacudió cuando las caderas del moreno comenzaron a moverse con violencia. Se convirtió en un mar de gemidos y gritos de placer aferrándose a los brazos del moreno. Sentía todo el cuerpo caliente y sus piernas se tensaron cuando estaba por alcanzar el climax.
En unos segundos ambos cuerpos se liberaron juntando sus frentes. Una sonrisa apareció en sus rostros antes de darse un cálido beso.
[°°°]
Pete acarició el pecho desnudo del hombre de piel canela dejando besos en su recorrido.
-Vamos a la habitación -llevó su mano a un costado del sofa para tomar el móvil y ver la hora - Los dos tenemos que trabajar mañana.
Ae sacudió la cabeza.
Con una sonrisa el chico de piel blanca se incorporó para tirar del brazo del hombre bronceado. Ae se levantó con pereza siguiendo al castaño hasta su habitación. Los dos se dejaron caer sobre la cama cubriéndose con las sabanas.
-¿Tin te pago por adelantado para el departamento? - preguntó acurrucandose en el pecho del hombre de piel canela.
-No, lo compre con algunos negocios que hice en prisión - acarició la cabellera castaña.
Pete se levantó de su pecho mirándolo con el ceño fruncido.
-Ya no hago nada de eso, solo fue el tiempo suficiente para comprar el departamento y unas cosas más - explicó - Te prometí que iba a cambiar mi estilo de vida y voy a cumplirlo - volvió a recostar la cabeza del castaño en su pecho - Es por eso que decidí terminar la carrera de ingeniería y ser una mejor persona para ti.
-No quiero que te apartes de mi lado - murmuró inhalando el aroma de Ae.
-Estaré a tu lado hasta que me lo permitas - contestó.
-¿Para siempre? - alzó la vista una vez más al rostro del moreno.
Ae asintió con una sonrisa.
Una de las manos del hombre bronceado se envolvió en la cintura del castaño para atraerlo a él, mientras que Pete abrazaba su torso desnudo. Los corazones de las dos personas compartían el mismo ritmo, y después de tanto tiempo le permitieron a esas dos almas enamoradas dormir con tranquilidad.
[°°°]
Se despertó encontrandose solo en la habitación. El reloj en la pared indicaba que aún le quedaban tres horas para la junta con los inversionistas.
Creía que todo se había tratado de un sueño hasta que vio al hombre bronceado entrar por la puerta con una charola de comida para dos personas.
-Buenos días - dejó la bandeja en la cama inclinándose para dejar un beso en los labios rosados de Pete - Te prepare el desayuno.
-No tenías que hacerlo - le dedicó una sonrisa palmeando la cama.
-Es una forma de compensar el que me hayas dejado dormir en tu departamento - tomó un sorbo del jugo de naranja.
-Creí que eso me lo habías compensado ayer en el living - metió un pedazo de fruta en su boca con una media sonrisa - Me siento mal por esto - sacudió la cabeza.
-¿Sabe mal? - preguntó probando de inmediato el desayuno - Creo que está bien, pero si no te gusta...
-El desayuno es delicioso - aseguró - Pero lo del departamento ya quedó compensado, y quizá yo debería compensarte por esto - se encogió de hombros - No me gusta estar en deuda con nadie.
-Estoy totalmente de acuerdo contigo - se inclinó hacia el chico de piel blanca comenzando a dejar besos en sus labios y cuello.
-Pero será después del trabajo - lo apartó - Tengo una junta importante, y Tin te matara si llegas tarde - se levantó de la cama para dirigirse al baño.
Ae se tumbo en la cama con las manos detrás del cuello. Mordió su labio inferior al ver el cuerpo desnudo de Pete desaparecer detras de las cortinas de la ducha.
~Sun&Moon🍂🥀
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[Captive By Love] ➳ AePete © ✔
Fanfiction"Al amor y a ti los conocí el mismo día" En la guerra y en el amor todo se vale, y las cosas no siempre son como uno quiere. Sin ser conscientes de tener algo en común y de que la vida puede cambiar de un momento a otro. Que el destino es la fuerza...