24

4K 351 134
                                    

Pasaron seis días desde la boda, Harry no sabía el por qué, pero sabía poco de Louis desde aquel día, respondía sus mensajes con otros cortos y después de horas.

Louis sentía como todo se derrumbaba de a poco, sentía como cada pedacito de su corazón se agrietaba de a poco, no estaba preparado para que se rompiera y tuviese que recoger los pedazos, mientras se ahogaba en su sufrimiento, ese momento aún no llegaba, pero quería prepararse mentalmente para eso. Él sabía que estaba pisando sus talones, sabía que cada segundo que pasaba lo acercaba más a lo que venía intentando dejar de lado.

Louis sabía que Harry había notado su ausente alegría, carisma y buen humor.

Louis no quería decirle a Harry por lo que estaba pasando, de alguna forma sabía que Harry sufriría también, lo que no sabía era que Harry sufría más sintiendo que Louis lo alejaba.

Louis intentaba que Harry no se sintiera demasiado mal por él, le insistía en salir con Niall, con Zayn y Liam.

Harry se negaba.

Harry lo único que quería era abrazar a Louis, abrazar a Louis y decirle que todo estaría bien.

Pero Harry no lo sabía, no sabía que nada podía estar bien, si alguien ya no estaba.

Harry lo deducía, se sentía mal por hacerlo, pero no lo podía evitar, deducía en el tono de voz apagado y cansado de Louis, que el castaño estaba sufriendo. Harry intentaba animarlo cuando hablaban por teléfono por unos minutos, porque sí, cuando Louis tardaba demasiado en responder Harry se preocupaba y llamaba, Louis respondía e intentaba sonar animado, pero el constante pensamiento de que iba sufrir la gran pérdida pronto, lo carcomía y lo vencía.

Harry trataba de mantenerse comunicado con Louis.

Louis no quería preocupar a Harry.

- Ya vámonos Louis, es tarde -habló Lottie entrando a la habitación donde Louis se encontraba.

- Me quedaré hoy también Lotts -dice Louis tomando la mano de su abuela, quien descansaba en su cama profundamente dormida- vayan ustedes, cuídense y avísenme cuando lleguen a casa.

- Louis, llevas tres días aquí, necesitas descansar, darte un baño relajante, cambiarte -dice Lottie acercándose a Louis, tomando su mano libre entre las suyas propias- si lo prefieres, puedo quedarme yo esta noche, mañana regresas y tú te quedas.

Estaban en casa de su abuela, sus primos estaban de viaje en algún lugar de Grecia, por lo que Louis aprovechaba para pasar cada segundo con su abuela.

- No, estoy bien, en serio.

- Louis, ¿te has visto? –pregunta Lottie delicadamente- llevas dos noches sin dormir, postrado a esa incómoda silla, levantándote pocas veces para comer o ir al baño, no puedes seguir así Lou, necesitas descansar. Ella estará bien, está descansando, estoy segura de que ya te dijo que debes ir a dormir a casa.

Louis hace una mueca, lo había dicho, su abuela le había dicho que vaya a descansar a su casa, desde la primera noche, la segunda noche le insistió más y Louis aún se negó, esta noche también se lo pidió, le prometió que ella estaría bien.

- Pero necesito cuidarla, Lottie -dijo Louis con los ojos cristalizados- necesito cerciorarme de que está cómoda y de que está bien, que está, de alguna manera, disfrutando este último tiempo aquí.

- Lo sé Lou -murmuró Lottie en un hilo de voz- también yo, y sé que tú sientes que puedes controlarlo, sientes que, si pasas cada segundo con ella, luego ya no va doler, pero en el fondo sabemos que sea como sea que pase, va doler -dice Lottie soltando una lágrima- y va doler como los mil infiernos.

You are the only one - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora