You are the only one - Larry Stylinson

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Harry había ido a aquel lago a las tres y media de la tarde, pasó un tiempo acomodando el lugar donde estarían, había pasado por casa de Louis, aunque este no lo sabía ni lo había notado. Probablemente seguía duchándose o simplemente acostado, pues tuvo la suerte de que fuese Lottie quien abriese la puerta. Luego le avisó a Zayn que ya podía pasar por Louis.

Había tenido la gran idea de que Zayn recogiese a Louis mientras él lo esperaba, Zayn tenía la edad de Louis y tenía licencia, además sabía que sus padres le prestaban el auto los fines de semana. Sabía que era un favor poco convencional y probablemente le haya parecido extraño al pelinegro, pero Harry estaba desesperado, después de todo su mamá tenía razón, no podía pedirle a ella que los llevase, eso sería muy incómodo, probablemente.

Sus nervios lo carcomían, pero la emoción era más grande. Se había pasado los últimos días planeando aquella cita. Quería que saliese bien. Perfecta.

- Un picnic -dice Louis acercándose al rizado con una sonrisa.

Los revoloteos en sus estómagos eran tan fuertes y seguidos que los hacían sentirse vivos, enamorados.

- Louis.

- Harry.

El rizado observa al castaño acercarse hasta quedar a un par de metros, con el mantel y la canasta separándolos.

- Puedes sentarte.

- ¿Vas a saludarme antes? -pregunta el castaño cruzándose de brazos.

Harry ríe y se levanta, rodea el mantel y queda parado frente a Louis.

- Hola.

Louis se acerca al rizado, pasa sus brazos por debajo de los del ojiverde, acercándolo, Harry lleva sus manos a los hombros de Louis y se sostiene de allí.

El castaño acerca su rostro al del contrario y deja un beso en su mejilla. Lo observa a los ojos y luego a sus labios, está acercándose a besarlo, pero el rizado lo detiene alejándose, sin romper el abrazo.

Louis frunce el ceño confundido y preocupado.

- Lo siento, ¿pasa algo?

Harry asiente, sonriendo divertido.

- Nada de besos en la segunda primera cita.

Louis rueda los ojos y suspira, luego sonríe de lado.

- ¿Según quien? Porque tenía entendido q—

Harry lo calló dejando un beso en sus labios.

- Eso, eso está mejor.

- Estaba bromeando, claramente -responde Harry y vuelve a besar a Louis.

- Un picnic -repite Louis cuando se separa de los labios del rizado- has preparado un picnic para nosotros.

- ¿Te gusta?

- Me encantas.

Harry ríe y Louis se limita a sonreír.

- El picnic también, por supuesto.

- Siéntate por favor.

Louis asiente y observa al rizado sentarse en una esquina del mantel tendido en el césped.

- ¿Puedo sentarme a tu lado? -pregunta el castaño y el ojiverde asiente frunciendo el ceño, hace espacio al lado suyo, llevando la canasta un poco más hacia el otro extremo y la mochila también, entonces Louis se sienta a su lado y nota los zapatos del rizado a un lado y fuera del mantel, así que también se los quita, quedando ambos en calcetines.

Se sientan con los tobillos cruzados uno sobre otro y las rodillas apuntando a cada lado, los separan dos platos y dos vasos de cristal. El rizado se estira para alcanzar la canasta y la acerca, la apoya en sus pantorrillas y muslos mientras busca dentro de esta.