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Advertencia: Capítulo lleno de dulzura, muy meloso y soft. Solo Harry y Louis, siendo Larry.

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- Lou -llama el rizado.

El castaño levanta la vista y se encuentra con los verdes orbes observándolo.

- Hazz.

Harry sonríe y lleva sus manos a las mejillas de Louis, acercándose para dejar un beso en sus labios.

- Tus ojos tienen un brillo especial, no lo puedo negar.

- ¿Lo tienen? -pregunta el castaño y el rizado asiente- creo que sólo brillan cuando estoy viéndote a ti.

Harry sonríe al sentir las conocidas y revoltosas sensaciones en su estómago, sin darse cuenta realmente, lleva su mano entrelazada con la de Louis y la apoya allí.

- ¿Qué sientes? -pregunta el castaño sonriendo.

- Estoy feliz, -admite Harry- me siento feliz.

Louis sonríe, entonces besa la mejilla del rizado y lo observa un poco.

Sus ojos cerrados con una sonrisa en su rostro siempre le pareció una de las mejores vistas que alguien haya podido experimentar. Lo único que es mejor es cuando sus ojos están abiertos y se encuentran con el océano de los ojos de Louis.

- ¿Qué lugares te gustaría visitar?

- Me gustaría conocer un poco de todo el mundo -admite Louis.

Ambos están sentados en el césped del patio de alguien, no saben bien de quien, ellos solo caminaron mucho hasta que se cansaron, encontraron un inmenso jardín delantero y decidieron quedarse allí un momento.

- ¿Qué lugar primero? Dentro de Europa.

- Atenas.

Harry asiente, acostándose sobre el césped. Louis lo imita.

- Me gustaría visitar Bruselas -comenta el rizado.

- Eso no está tan lejos. Podríamos ir alguna vez.

Cálida, cálida sensación. Harry siente todo su cuerpo colisionar. Podriamos. Nosotros. Juntos.

Harry no responde, solo cierra sus ojos otra vez. Disfrutando del tacto de Louis sobre su estómago, sosteniendo su mano.

- Podríamos visitar Bruselas -empieza a decir Louis- bajar por Berlin y Vienna o Budapest y llegar a Atenas. Podríamos regresar por Roma y París.

Louis no puede decir otra palabra. No puede porque los labios de Harry están sobre los suyos, completamente. El rizado tiene a Louis encerrado entre sus brazos flexionados para llegar a sus labios. Louis no quiere decir otra palabra. Él adora esta sensación. Cálida y cómoda.

Cuando Harry se separa sin desearlo realmente y sólo en busca de llenar sus pulmones de aire, Louis se da cuenta que estaba equivocado. La imagen más linda de Harry son definitivamente sus mejillas rosadas luego de un beso. Sus pestañas revoloteando, buscando aire, sus ojos brillando, mirando a Louis y sólo a Louis. Sus labios colorados, brillosos, en una pequeña sonrisa que no se puede ocultar.

- Eres precioso -murmura Louis.

Harry vuelve a inclinarse para besar a Louis de nuevo. Besos cortos, Harry casi haciendo flexiones al separarse de Louis e inclinarse nuevamente con intervalos cortos. El rizado se separa después de algunos besos entre sonrisas y vuelve a acostarse al lado del castaño.

- ¿Alguna vez le encontraste formas a las nubes? -pregunta Harry.

- Claro. Cuando Fizzy era pequeña, solíamos pasar horas mirando al cielo y creando historias.

- Gemma lo hacía conmigo también.

Louis busca a tientas la mano del rizado, cuando la encuentra sobre su estómago, entrelaza sus dedos sobre el dorso de esta.

- Tu mano encaja en la mía como si estuviese hecha para mí,

- Ten en cuenta que seguro estaba destinado a ser así.

Las nubes blancas en el cielo intentan bailar alrededor y formar algo que llame la atención de los jóvenes acostados en el césped, decepcionadas al no ser el centro de atención, ni siquiera armando toda una escena teatral.

Harry y Louis ven a través de sus párpados la cercanía de sus cuerpos, de sus corazones.

- ¿La luna o el sol?

- La luna. Tú serías el sol -responde el castaño sonriendo.

- ¿Fruta favorita?

- El kiwi. ¿Qué hay de ti?

- Las uvas.

- ¿Verdes o moradas?

- Verdes, por supuesto.

. ¿Qué hay de tu comida favorita?

- No vas a creerme, pero es la pasta.

Louis mira a Harry con una sonrisa divertida.

- ¿Estás jugando? -Harry niega- soy tan afortunado, realmente.

- ¿Por qué lo dices?

- He llevado a mi chico a comer su comida favorita en nuestra primera cita.

Mi chico. Otra vez. Una y otra vez, todo el tiempo. La cálida sensación extendiéndose por todo el cuerpo del rizado.

- Lo has hecho, sí.

- Amo la pasta. Pero, personalmente, amo más la pizza.

- Podríamos comer ambas cuando estemos en Roma.

Es Louis ahora, quien siente la cálida sensación en su cuerpo.

- ¿Me parezco a Ryan Gosling? -pregunta el castaño.

Harry ríe, se carcajea un poco antes de responder.

- No, eres incluso mejor que él.

- Mientes -cotradice el castaño sonriendo- por supuesto que no soy mejor que Ryan Gosling.

- Lo eres para mí.

Louis sonríe.

- ¿Qué hay de David Husselhoff? 

Harry vuelve a carcajear, pero esta vez besa los labios de Louis en lugar de responder.


You are the only one - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora