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Louis :)
Iré a casa hoy, ¿puedo ir a verte?
7:00pm

Harry :>
Sabes que sí
7:22pm
¿A que hora vas a llegar?
7:48pm
¿Vienes hoy o ya no?
8:33pm

Harry observa su celular una y otra vez. Son las nueve de la noche y no quiere insistir con Louis, pero no puede dejar de preocuparse.

Llama tres, cuatro, cinco veces y el ojiazul no atiende y eso no tranquiliza en nada al rizado. Suelta un bufido de frustración y se tira en el sofá.

La puerta se abre y Harry ni siquiera se inmuta, sigue quejándose mentalmente y restregando sus manos contra su rostro.

Gemma entra y se sorprende al ver a Harry allí, se acerca despacio hasta él y lo observa con ojos tristes.

Harry frunce el ceño y observa a Gemma.

- ¿Qué pasa Gems? -pregunta el rizado enderezándose en el asiento.

Gemma niega y se acerca a Harry, rodea el cuerpo de su hermano lo más que puede y sostiene su cabeza haciendo que la apoye en su hombro.

- Hazz, creí que no estarías en casa ¿estás bien?

- ¿Qué pasa Gemma? Me estás asustando.

Gemma frunce el ceño y siente su piel erizarse.

- ¿No lo sabes?

- ¿Saber que? -pregunta Harry confundido.

- ¿Hablaste con Louis hoy? -pregunta lentamente Gemma, pronunciando cuidadosamente cada sílaba.

- No me ha respondido desde las siete -responde el rizado desviando la vista.

Gemma vuelve a abrazar a Harry unos segundos y el rizado se deja abrazar. Al separarse Gemma toma las manos de Harry y da un suave apretón.

- Hazz, los Tomlinson están de luto -murmura Gemma.

- ¿Q–qué?

Harry siente su piel erizarse, sus ojos se llenan de lágrimas y siente su pecho cerrarse, definitivamente siente que le falta el aire.

- Lo siento Hazza. Su nana murió -dice Gemma en un hilo de voz- Llamé a Lottie, para verla y hablar un poco, estaban en el hospital. Ella... sonaba a que estaba destruida.

Harry sintió su cuerpo dejar de reaccionar. Su pecho dolía, sus ojos ardían y su labio inferior temblaba.

Gemma se separó lentamente y Harry asintió.

- Yo... tengo que, voy a mi habitación -susurra el ojiverde en un hilo de voz.

Subió corriendo a su habitación y se encerró en esta.

Se acostó en su cama y rompió en llanto, lloró todo lo que tenía que llorar, abrazó a su almohada y subió sus pies descalzos para encontrarlos hasta que sus pantorrillas chocaron con sus muslos, haciéndose bolita, sorbía su nariz de vez en cuando con sus manos temblorosas, hasta que cayó en un profundo sueño, con las mejillas húmedas y la almohada mojada por las lagrimas que derramó.

You are the only one - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora