You are the only one - Larry Stylinson

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Harry estaba en su habitación, caminando de un lado a otro, Gemma sentada en su cama mientras lo observaba ir y venir, Anne estaba en su propia habitación buscando un listón o cinta para hacer un moño.

- ¿Ya buscaste en tu habitación? -pregunta Harry a su hermana.

Gemma asiente y se acuesta en la cama.

- No tengo, lo siento.

- Vamos Gemma, ayúdame por favor.

El rizado había salido temprano en la mañana a buscar algún local abierto donde pudiese comprar algo para Louis. Estaba bastante frustrado al encontrarse con los locales que tenía en mente estando cerrados, pero por suspuesto que estaban cerrados, era 25 de Diciembre. Así que cuando no encontró ningún local abierto y los pocos que sí lo estaban no tenían nada que al rizado le gustaría regalar, decidió dejar de perder su tiempo en eso e idear algo que pudiese regalarle al castaño.

Entonces pensó qué tal vez sería un poco fuera de lugar regalarle algo hecho por el mismo, pero no le importó demasiado, no tenía nada más que regalarle, y en absoluto le molestaba pasar el resto de la mañana y tal vez parte de la tarde haciendo algo para Louis.

- Lo siento Harry, no tengo. Puedo ir al SPAR y fijarme si hay algo y comprarlo.

- Sí, por favor -pide el rizado volteando hacia su hermana con ojos suplicantes.

- Bien, ya vuelvo -responde Gemma levantándose y saliendo de la habitación del rizado.

A los pocos segundos aparece Anne.

- No he encontrado nada, cariño.

- No importa mami, gracias. Gemma ha ido al SPAR a buscar y ver si encuentra algo.

- Oh, bien. ¿Ya tienes listo lo demás?

- Eso creo, pero estoy nervioso mamá.

- Ow. ¿Por qué cariño? -pregunta Anne acercándose a Harry y llevando un mechón de los rizos de su hijo atrás de su oreja.

- No lo sé, ¿y si cree que es demasiado? ¿y si no le gusta?

- Oh, Harry. Créeme le va encantar.

El rizado asiente y Anne lo abraza.

Harry había rellenado con dulces y algunas otras cosas una pequeña caja rectangular de cartón que Gemma tenía en su habitación. Había comprado chocolates, gomitas y golosinas. Los había acomodado en la caja y entre estos había puesto una pequeña nota y al lado una pequeña cajita gris.

- ¿Qué es? -pregunta la mayor sacando la cajita.

Las mejillas del rizado tomaron un ligero color rosado y desvía la vista de la de su madre.

- Uh, un presente.

Anne abre despacio la cajita y observa una pulsera de hilo de color verde oliva.

- Es muy lindo, ¿cuándo lo compraste?

- Hum, hace un par de días.

- ¿Hace un par de días? -pregunta Anne frunciendo el ceño.

El rizado está por responder pero Gemma entra corriendo a la habitación, con tres cintas diferentes en la mano.

- Encontré estás.

El rizado sonríe y toma las cintas de tela de las manos de Gemma.

- Gracias, pueden irse.

Anne y Gemma alzan las cejas y miran al rizado.

- Sí, muchas gracias por su ayuda. Ahora necesito terminar un regalo -vuelve a hablar Harry y sonríe hacia su hermana y su madre.