You are the only one - Larry Stylinson

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Luego de comprar sus banderillas, deciden sentarse en un banco de la plaza.

- Gracias -murmura el rizado apoyando su cabeza en el hombro de Louis.

- ¿Por qué?

- Por la cena, por los juegos, por la banderilla, por la cita, por todo, Lou.

- Gracias a ti.

- ¿Por qué?

- Por todo Hazz. Principalmente por aceptar salir conmigo.

- Cómo podría negarme.

El rizado observa a Louis con una sonrisa y da un mordisco a su banderilla.

Louis queda embobado con una acción tan simple, pero el brillo en los ojos de Harry y sus rizos alborotados lo hacen lucir tan hermoso que no puede evitar admirarlo.

- Cuando era pequeño, creía que si tragaba las semillas de las frutas y luego bebía agua, iba a crecer un árbol de aquella fruta y cuando abriese la boca, saldría la fruta.

- ¿Qué? -pregunta el rizado riendo. El castaño asiente con una pequeña sonrisa y las mejillas un tanto sonrojadas- es tierno.

- Es vergonzoso... y estúpido.

- Claro que no. Bueno un poco sí, pero también es tierno.

-Tu turno -dice el castaño soltando una pequeña y corta risa.

- ¿Mi turno? -el castaño asiente- ¿de qué?

- De dar un dato curioso sobre ti, alguna confesión o algo así.

- Mm... bien -el rizado lo piensa por unos segundos y ríe nerviosamente, niega con la cabeza y observa a Louis- ¿recuerdas la primera vez que nos conocimos?

El castaño asiente sonriendo.

- En la feria -el rizado niega sonrojándose un poco- ¿en el supermercado? -pregunta Louis confundido.

- Sí, en el SPAR.

- Ahí solo chocaste conmigo por accidente, no nos conocíamos.

- Sí. Ese es el punto -Louis alza una ceja confundido- bien, esto es muy vergonzoso -murmura el rizado y el castaño sigue con una expresión de confusión- bien. Aquel día Gemma y yo habíamos salido al supermercado y estábamos jugando el famoso juego 'que probabilidad hay'. El punto es que tú entraste al supermercado, con tu ceño y labios fruncidos, buscando alguna cosa. Era el turno de Gemma de darme un reto, ella dijo algo y no la oí, porque uhm.. yo... estaba viéndote, el caso es que Gemma se percató de eso y me retó a chocar contigo, solo para hacerme pasar vergüenza, así que bueno. Eso, básicamente.

El castaño relaja su expresión de confusión y la reemplaza por una risa.

- ¿Fue a propósito? -el rizado asiente y Louis vuelve a reír- debí suponerlo, no es muy común que te choquen y rían.

- Oh no, que vergüenza.

- Hey, tranquilo. Fue un placer ser la víctima de tu reto.

El rizado ríe y Louis lo acompaña.

- Tu turno.

- Bien, déjame pensar -el castaño piensa unos segundos antes de confesar algo más- mi cumpleaños es, el mismo día de Noche Buena.

- Veinticuatro de diciembre. Lo sé.

- Bien, para esas fechas ponen luces y decoran sus casas y esas cosas -el rizado asiente- cuando era pequeño solía creer que las luces las ponían por mi cumpleños.

- Oww, eso es demasiado tierno -el rizado toma las mejillas de Louis y las estira levemente hacia los costados, haciendo que este gire su cabeza un poco hacia los lados.