Un Error

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Serkan Bolat

No sé ni que es lo que he hecho. Solo sé que Eda se ha ido y que no comprendo cómo rayos he dejado que Balca me besara y mucho menos como fui tan estúpido de corresponderle. Eso me pasa por hacerme el chico de mundo que resiste un trago tras otro. No puedo ser tan cobarde de culpar al alcohol así este haya sido en gran parte el responsable de mi gran estupidez.
Espero que el chofer me deje en la puerta del hotel y solo espero que ella este allí, necesito hablarle, necesito pedirle perdón. Estoy seguro que me ha visto, o al menos, eso fue lo que me han dicho.

Tengo tanta rabia conmigo mismo...

— Ya hemos llegado.
Dice el chofer interrumpiendo el caos que hay en mi cabeza. Bajo de la furgoneta y voy hasta la puerta de su habitación lo más rápido que puedo. Golpeo una, dos, tres veces, pero, nadie contesta. Marco su móvil una vez más como ya lo he hecho cinco veces y escucho el timbre del otro lado de la puerta.

— Eda, se que estas ahí! Por favor abre, necesitamos hablar!
Exclamo y nuevamente golpeo la puerta.

— No tengo nada que hablar contigo!
Grita.

Al menos esto hace que me quede tranquilo de que está bien.

— Por favor! Fue un error! Intento explicarle, pero ella no responde. — Eda, ábreme, por favor..

Los minutos van pasando, pero su respuesta se hace ausente. Ya cansado, dejo caer mi cuerpo al piso y me quedo sentado apoyando mi cuerpo sobre la puerta.

En algún momento tendrá que salir, y aquí estaré cuando eso suceda.

[...]

Al día siguiente..

Un brusco movimiento hace que despierte asustado, casi caigo al suelo. Eda me mira entrecerrando sus ojos y esquivándome, levanta su maleta y comienza a caminar hacia el elevador. Rápidamente me pongo de pie y sujeto su brazo.

— Espera, por favor..

— Te veo en el aeropuerto porque no me queda otra opción.
Dice de manera borde y con un fuerte movimiento de su brazo hace que la suelte.

Realmente esta enfadada, y si... claro que la comprendo, fui un imbécil.

Voy rápidamente a mi habitación y prácticamente lanzo todo a mi maleta y me ducho a la velocidad de la luz. No puedo perder la oportunidad de tenerla tantas horas a mi lado para poderle explicar que la única mujer que amo y a la única que quiero besar cada día es ella.

[...]

Nunca he hecho las cosas tan rápido como hoy, me acerco al gate donde departe nuestro vuelo y la veo allí sentada con sus lentes de sol puestos.

Eso si es extraño...

— Eda, hablemos, por favor.
Le ruego mientras me siento a su lado.

— De qué? Pregunta sin mirarme. — De cómo besa Balca?
Continúa y me quiero morir por ser tan estúpido.

— Fue un error..el más estúpido de toda mi vida. Estaba con copas de más y me confundí, nunca hubiese dejado que me besara si hubiese estado con todos mis sentidos.

Eda quita sus lentes y me mira amenazante. Ya entiendo porque los llevaba puestos, sus ojos están hinchados de tanto llorar y yo no puedo perdonarme hacerla sentir así.

— No culpes al alcohol Serkan, no seas cobarde. Dice seria. — Le correspondiste.
Sentencia.

— De verdad que ha sido un error. Yo te amo a la única que amo es a ti mi vida.
Confieso.

— Si tanto me amaras, no la hubieras dejado te besar. Te advertí que estaba enamorada de ti.
Me dice mientras se pone de pie para subir al avión.

Camino detrás de ella hasta que  tomamos asiento.

— Eda, por favor, tenemos un hijo que viene en camino, yo de verdad te amo.
Le vuelvo a repetir.

— No metas al bebe en esto. Nunca tuvo nada que ver con lo nuestro. Dice seria y una lagrima se escapa de sus ojos. — Serkan, yo no puedo estar con alguien que un día me dice que me ama y al siguiente está besándose con otra, yo no quiero esto para mi. Pero, no sé qué me sorprende si en medio de tu crisis con Selin estuviste conmigo.
Continúa diciendo y eso si que es un golpe bajo.

Tomo sus manos entre las mías y sin dejar de mirarla lá beso.

— Perdóname, dame una oportunidad de arreglar todo, por favor.
Le pido.

— Las cosas no funcionan así Serkan, no puedes hacer lo que queiras y luego decir perdón pretendiendo que yo lo haga como si nada hubiese pasado.

— Por favor, Eda...
Le interrumpo.

— Dame un tiempo, la traición es lo que más me duele y me cuesta perdonar.
Explica.

— El que tu quieras, pero no me alejes de ti.
Le pido bajo a su atenta mirada.

El silencio se apodera del momento mientras Eda se apoya contra la pared del avión y mira por la ventanilla, ignorándome por completo.

HAYATIM #Edser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora