Besos y Advertencias

1.3K 76 1
                                    


Me siento en el set de grabación, y lo veo haciendo actuando por llamarlo de alguna manera, según el director le indica. Es inevitable que nuestras miradas se crucen y sonriamos.

Cuesta tanto pretender ser solo su publicista...

Respiro profundo y me pierdo mirándolo. Me encanta como va vestido.Amo la manera que lo han peinado.

— Se le ve muy feliz.
Me comenta Can, el asistente del director.

Si tan solo el supiera...

— Si, lo está. El lanzamiento del disco ha ido muy bien.
Me limito a decirle.

— Eso me han contado.
Replica y estoy rogando que se calle.

Solo quiero prestarle atención a mi guapísimo novio.

— Te gusta trabajar con él?
Pregunta y estoy a punto de tomar la decisión de ponerme de pie y alejarme de él para que me deje de preguntar cosas.

— Si, es un gran jefe.
Respondo.

Y mucho mejor novio.

Pienso y rio sola ante mis palabras. Se que Can debe de estar mirándome de manera extraña por reírme sola, pero ignoro completamente su presencia y voy hacia la mesa del catering para buscar algún bocadillo mientras que preparan todo para la próxima escena.  

Estoy muy concentrada sirviéndome una taza de café cuando Serkan se para a mi lado

— Deja de mirarme así que no me puedo concentrar.
Me susurra para que nadie pueda oírnos.

Sonrió ampliamente ante sus palabras y sigo con la tarea de ponerle azúcar a mi café.

— Si no fueras tan, pero tan guapo seria más fácil.
Le respondo y pretendiendo querer tomar el frasco de azúcar, él roza sus dedos con mi mano.

— Es tan difícil.. Murmura y me mira. — Quiero besarte.
Dice sin dejar de mirarme y ahora también muero por besarlo.

— Mucho.
Afirmo y paso por su lado, pero ante él me detiene.

— Ve al baño en cinco minutos.
Dice de manera provocativa

Cómo decirle que no?

— De acuerdo, te espero allí.
Digo con un hilo de voz y regreso a donde estaba sentada antes.

Tomo mi café tranquila y unos minutos después, dejo la taza sobre una pequeña mesa que hay allí y voy hacia el baño, el cual esta ubicado al final de un pasillo y es mixto. Entro y me lo encuentro allí apoyado sobre la pared. Me mira intensamente, y sin dudarlo camino hacia él. Me toma de la cintura, y hace que entremos a una de las cabinas.

— Como me hacías falta.
Me dice al oído mientras traba la puerta.

— Y tu a mi...
Le respondo colando mis brazos por encima de sus hombros.

— Te amo tanto.
Dice llevando su mano a mi rostro y sin mas rodeos me besa apasionadamente.

Su lengua y la mía juegan peligrosamente, su otra mano baja por mi espalda hasta llegar a mis muslos y me acaricia encendiendo todo mi ser.

— Serkan..aquí no...
Le pido y detiene sus labios sobre mi cuello.

— Lo se... lo se... es que quiero tenerte sola para mi por lo menos por una semana.
Me dice agitado.

Sonrió ante sus palabras y beso su cuello.

— Y yo a ti, pero no podemos ahora..primero está tu carrera.
Le explico he intento recuperar la normalidad en mi manera de respirar.

— Cuando todo esto se calme un poco, tu y yo nos iremos solos a algún sitio donde nadie nos reconozca..donde pueda besarte a todo momento..donde te pueda hacer mía a todas horas...
Me dice bajito al oído y rio.

— Me fascina la idea, pero por ahora salgamos de aquí antes que alguien entre.
Propongo y le doy un ultimo beso antes de separarme de él.

Estoy por abrir la puerta, cuando Serkan me sujeta del brazo.

— Dile al tonto ese que estaba a tu lado que deje de desnudarte con la mirada.
Me dice serio y yo rio. 

— Es insoportable...
Añado.

— Eda, estoy hablando enserio. Díselo.
Dice y lo miro extrañada. Lo miro entrecerrando mis ojos.

— Qué sucede con él?
Pregunto algo preocupada ya que esta actitud de parte de Serkan no es normal.

— Lo conozco de antes, tiene fama de acosar a mujeres hermosas como tu. Ten cuidado, mi vida..
Me explica y asiento.

— Lo tendré, no te preocupes.
Sentencio y finalmente salgo de la cabina del baño.

Casi como si hubiese salido cuando la cuenta atrás acabase, alguien entra al baño y pretendo ir a lavarme las manos. Al parecer Serkan ha escuchado el ruido y se queda dentro de la cabina para minutos después salir mientras que la mujer entra a otra de las cabinas. Su mirada y la mía se cruzan en el espejo mientras nos lavamos las manos y sonreímos como dos niños que se esconden de sus padres para cometer travesuras. Salimos del baño disimuladamente y cubrimos nuestras risas con nuestras manos.

— Estuvo cerca.
Murmuro.

— Si... recuerda lo que te he dicho.
Me dice y luego nos separamos para que nadie sospeche.

Lo noto muy preocupado en cuanto a Can... seguramente exagera.  

HAYATIM #Edser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora