HAYATIM #Edser

Solo Nosotros Dos..

Mi cabello aún mojado después de nuestra caliente ducha, reposa sobre su torso desnudo. Me abrazo a él como si fuese una gran almohada, con la única diferencia que es musicalizada por el sonido de su corazón que late de manera extraña. Es como si aún no se hubiese recompuesto de lo sucedido en el baño y sonrió al recordarlo.

— Y esa sonrisa?
Me pregunta con esa voz ronca que sacude mis sentidos y se siente más fuerte teniendo mi cabeza apoyada sobre él.

— Tu corazón late de manera extraña.
Respondo y sigo escuchando con atención ese boom boom.

Serkan ríe ante mis palabras y continúa enredando sus dedos en mi cabello.

— Late así por ti, se descontrola cuando te tiene cerca y mucho más si estas así vestida.

Dice refiriéndose a mi corto camisón color negro.

— Me gusta el sonido de tu corazón..y bueno, si quieres me cubro para que no se descontrole tanto, no quiero que te de algo.
Digo y ambos reímos.

— Solo hay una cosa que me puede suceder, pero creo que es hora de que tú descanses. He leído por ahí que para las embarazadas es necesario dormir bien.
Me dice y muero de amor al saber que ha estado leyendo del asunto.

— Has estado leyendo acerca del embarazo, Serkan?
Pregunto sorprendida. 

— Claro que sí, quiero acompañarte en absolutamente todo.
Me confiesa y luego ríe y no entiendo de que.

— De qué te ríes tú ahora?
Le pregunto confundida.

No sé que le sucede, peo lo miro de reojo y está riendo como un tonto.

— Te voy a hacer una pequeña confesión, pero no te burles de mí.
Me pide.

— Está bien, no burlare.
Digo firme.

— Comencé a leer acerca del embarazo para obviamente saber lo que nos esperaba, pero también quería saber si es que estar juntos le haría daño al bebe, ya sabes, no quería hacer algo que pudiera hacerte o hacerle mal.
Me dice y tengo que evitar reírme porque se lo prometí.

— Que yo te como a besos a ti por tierno!
Digo mientras me acomodo mejor y lo beso.

— Soy un tonto, lo sé.
Dice entre risas.

— Eres un tierno, eso es lo que eres.
Repito y dejo pequeños besos por todo su rostro.

— Eda.. de verdad que estoy intentando que descanses, pero si sigues haciendo eso será imposible.
Dice entre risas.

— Esta bien, me detengo.
Digo como niña pequeña y me vuelvo a acomodar sobre su pecho.

— Entonces, supongo que la información que encontraste te ha ayudado, no?
Le pregunto de manera cómplice y él ríe.

— Definitivamente. Dice de manera contundente. — Si no, no te hubiese hecho el amor como lo acabo de hacer en esa ducha.
Dice de manera sensual y está jugando con fuego.

— Ha estado muy bien.
Le elogio y reímos a la vez.

— Tú sí que sabes levantarle el autoestima a un hombre.
Comenta.

Me encanta cuando estamos así de relajados. Somos solo nosotros dos siendo quienes realmente somos y sin dejarnos ningún sentimiento dentro.

— Solo te digo la verdad. Me ha encantado.
Le repito y un involuntario bostezo se escapa de mi boca.

Estoy realmente cansada..

— Descansa mi vida, solo tenemos dos días antes de ir a Paris a rodar el video.
Me dice repasando la agenda que tenemos y sonrió acomodándome mejor.

— Descansa tu también que lo necesitas aunque no estés embarazado.
Digo con mi última risa antes de dejar que el sueño me gane.

[...]

Nuevamente estas nauseas matutinas me obligan a poner de pie e ir hasta el baño. Una vez que me recompongo, lavo mis dientes y salgo del baño. No quiero despertarlo aun, se que está demasiado cansado y le esperan muchos viajes todavía. Voy hacia la cocina y comienzo a prepararle el desayuno. Estoy muy ocupada en mi tarea, cuando la puerta de entrada se abre y veo a Melo entrando al piso.

— Buenos días!
Dice muy feliz y le hago una seña para que no grite.

— Está en la habitación.
Le susurro y ella ríe de manera silenciosa mientras se acerca a mí.

— Sí que eres débil...
Me dice burlándose de mí, pero si... lleva razón.

— Es muy difícil resistirse a ese hombre. Justifico.

— Esas hormonas..
Comenta y ambas reímos.

— Eda, buen día, mi vida.
Le escucho decir y al ver hacia la puerta de la habitación lo veo demasiado dormido aún y tan solo en bóxer.

— No te culpo, Eda..
Comenta Melo y rio.

— Serkan.. no estamos solos...
Le digo y sus ojos se abren de par en par al verla a ella.

— Lo siento! Deja y me visto.
Se explica entre risas mientras entra a la habitación nuevamente.

— Eda, disculpa mi comentario y no me mates.
Advierte Melo. — Pero, está muy bueno!Exclama de esa manera tan peculiar que tiene de decir las cosas.

— Es solamente la verdad. Digo mientras sirvo el café. — Si no te molesta, desayunare con él..
Me excuso mientras termino de preparar la bandeja para ir a la habitación. 

— No seas tonta, Eda, desayúnatelo a él.
Dice entre risas y niego sin parar de reír.

— Tu estas loca!

Le grito mientras voy rumbo la habitación.