Traicion

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Horas después.

Finalmente llegamos al estudio donde Serkan tiene que grabar algunos videos para sitios de webs. Lo espero sentada en un sofá que hay en un rincón y dejo su móvil y cartera sobre el mismo mientras hace lo suyo. Lo observo sonreír y jugar como un niño ante la cámara tal y como le pide el camarógrafo, y no puedo de dejar de pensar en el almuerzo del día de hoy y todo lo que nos hemos dicho.

No dejo de preguntarme en qué momento es que sucedió todo esto.

Es como si un tornado se hubiese formado en el medio de la nada y arrasara con todo lo que encontró en el camino y estoy completamente segura que el bebe que estoy esperando no tiene nada que ver con esos sentimientos.
Supongo que debe de haber sido la cercanía entre ambos y los recuerdos de aquella noche los que hicieron que al conocernos más, descubriéramos lo que realmente nos encantan del otro.

Las cosas deberían de ser más fáciles entre los dos, pero lamentablemente no es así... 

Intento distraerme escribiéndome con mis amigas contándoles un poco acerca de todo lo que está sucediendo aquí, hasta que la pantalla del móvil de Serkan  se ilumina. Instintivamente observo el mismo y no puedo creer lo que estoy viendo. Tomo el móvil en mis manos para ver mejor, pero la pantalla se oscurece sin que pueda cerciorarme de que lo que vi es cierto.

— Chicas, les sigo contando después. Serkan está por terminar.
Les escribo a las tres y vuelvo mi mirada a él.

Es imposible... yo creo que mi mente me está jugando una mala pasada.

Deben de ser las ganas de que no haya nadie más entre nosotros lo que ha hecho que viera eso.

Al parecer ya él ha terminado porque camina hacia acá.

— Eda, qué sucede? Estas pálida.
Me dice y se sienta a mi lado.

— Nada... no te preocupes.
Respondo intentando actuar con normalidad.

— De verdad? No me asustes por favor.
Me pide y sujeta mi mano cosa que repruebo en un lugar público y él al darse cuenta de mi reacción me suelta.

— Lo siento..
Susurra y yo solo le lanzo una tímida sonrisa.

— No pasa nada, Serkan.
Logro decir y respiro hondo intentando no gritarle que mire su móvil.

Contrólate, Eda Yildiz...
Quizás estás equivocada...
Debes estarlo..

— Vamos? Me pregunta con dudas. — De verdad estas bien?
Vuelve a preguntar.

— Si, tranquilo... vamos.
Digo firme y me pongo de pie.

Serkan toma su móvil y su cartera y los guarda en los bolsillos de su pantalón.

Serkan, mira el móvil por favor!

Grita mi subconsciente.

Estamos saliendo del lugar cuando una de las mujeres que lo estaba trabajando para la grabación lo detiene.

— Serkan, te enviare algunas de las fotos por mensaje para que las subas a tus redes si quieres.
Le dice.

— Claro que si envíamelas.
Le dice sonriente y se despiden.

— Vamos a cenar?
Me pregunta mientras salimos del estudio bajo la luz de la luna.

— Vamos.
Es lo único que logro responderle y nos subimos a la furgoneta.

El chofer conduce por las calles de Los Ángeles rumbo al área donde se encuentra el hotel cuando el móvil de Serkan comienza a recibir notificaciones una detrás de la otra y yo cierro mis ojos de manera instintivamente.

Si vi lo que creo que he visto, se que él sufrirá.

— Pero qué chulada de fotos!
Dice entre risas y me muestra las fotos que le ha enviado a la chica.

— Sí, están muy buenas.
Digo fingiendo mi mejor sonrisa. 

Esta muy entretenido subiendo algunas de las fotos a las redes cuando finalmente llegamos a la puerta del restaurante que queda a dos calles del hotel y bajamos allí.

— Gracias.
Le digo al chofer cuando me ayuda a bajar de la furgoneta.

Él baja detrás de mí y camina sin dejar de subir fotos desde su móvil hasta que llegamos a la puerta del restaurante y se queda inmóvil ahí parado.

Lo observo y su cara me dice que no vi mal...

— Serkan, qué sucede?
Le pregunto casi en un susurro.

Noto como su respiración se ha agitado.

Esta enfadado, es claro.

— Qué me sucede? Esta mierda me sucede, Eda!
Grita y voltea el móvil para que vea la pantalla.

Al ver la foto bien, me doy cuenta que es cierto... Es Selin besándose con un hombre, pero no es cualquier beso, ella está prácticamente colgada de su cuello.

— Quién te la envió?
Pregunto con un hilo de voz.

— Engin, mi amigo! Que dicho sea de paso es quien vio a nuestro otro amigo, besándose con mi prometida.
Dice con más rabia que antes.

— Qué? Él es tu amigo?
Pregunto sin creérmelo.  

— ERA mi amigo y ella ERA mi prometida.
Dice enfatizando la palabra era.

No sé ni que decirle...

— Lo siento Serkan... no sé ni que decir.
Es lo único que se me ocurre decirle.

— Y yo aquí sintiéndome culpable por enamorarme de ti, conteniendo todo esto, es que no me lo creo, Eda, discúlpame. Necesito estar solo.
Dice con un tono de voz que me rompe el corazón y solo puedo asentir mientras que lo veo a los ojos.

Sin decirme una sola palabra él da la media vuelta y camina hacia el lado contrario de la calle.

Se supone que esto debería alegrarme... con esto ella ya no está en medio, pero no puedo verlo así. Le han traicionado y de una manera que duele mucho más que si viniese de un desconocido.

HAYATIM #Edser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora