Pregunta Inesperadas

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Estamos sentados uno al lado del otro en el café que está justo al lado del hotel, cuando vemos entrar a todo el equipo de producción del comercial y se acercan a nosotros.

— Te dije que vendrían a desayunar aquí.
Le digo de manera altanera y Serkan ríe.

— Siempre tienes que llevar razón en todo? Es así como funcionara esta relación?
Me pregunta frustrado y solo puedo reírme de la cara que ha puesto.

— Básicamente si.
Digo en broma y sé que quiere responderme, pero todos se acercan a nuestra mesa.

— Qué hacen aquí tan temprano?
Pregunta Sinan.

— Concretando fechas de la agenda. Respondemos al unisonó tal como habíamos acordado.

Ambos nos miramos e intentamos no reírnos de la situación para que nadie sospeche.

— Si, es que debo ir a hacer unos show case y necesitaba que Eda y yo concordáramos las fechas bien.

Se explica mientras que yo pienso que hemos concordado de todo menos las fechas.

— Les importa?
Nos pregunta Sinan refiriéndose si nos molesta que se sienten con nosotros.

— No, claro que no.
Responde Serkan, aunque el pequeño roce que ha dado a mi pierna con la suya, me deja saber que si le molesta.

Todos toman asiento alrededor de la mesa, y comienzan a ordenar sus respectivos desayunos. La paz que existía entre él y yo, ya no existe. Nuevamente hemos vuelto al estado de jefe y publicista, aunque su mano dejando tiernas caricias por debajo de la mesa diga todo lo contrario.

— Y cómo llevas lo de tu embarazo?
Me pregunta Aysha de la nada y me quedo en blanco.

Nadie hasta ahora se había atrevido a preguntarme nada en referencia al embarazo, pero creo que después de la escena que ha hecho Serkan ayer todo ha cambiado.

— Bien, aún tengo un poco de nauseas y eso pero ya pasara.
Digo intentando sonar lo más relajada posible.

— Y el padre?
Intercede Sinan.

— Qué hay con él?
Pregunto sin saber a dónde va su pregunta.

Todo esto está comenzando a ponerme nerviosa...

Serkan simplemente observa y me hace poner más nerviosa aun.

— No le preocupa que viajes de aquí para allá con Serkan? No le dan celos ni nada?
Me pregunta y estoy a punto de responderle cuando Serkan aprieta mi rodilla como dándome a entender que lo deje hablar a él.

— Sinan, el padre del bebe y yo ya hemos hablado. Me tiene absoluta confianza y sabe muy bien que cuidare de Eda y su hijo.
Afirma y un enorme silencio se hace presente en esta mesa.

Creo que la única razón por la cual nadie se atreve a comentar ni preguntar nada más, es porque ha sido él quien ha respondido y dejado el tema bastante claro.

Bueno... claro dentro de la mentira...

Después de aquel incomodo momento donde me he vuelto el centro de la conversación, todo vamos hacia el set de grabación donde horas más tardes finalmente se termina la grabación.

[...]

Ya son las nueve de la noche, la mayoría del equipo ya se ha ido a sus casas, otros han preferido irse mañana por la mañana, y yo simplemente dije que me iría a pasar mi última noche en Paris con mi amiga y abandone el hotel. He dado mil vueltas asegurándome que nadie me siguiera ni nada de eso. Debo de ser paranoica, pero honestamente no confió en ninguno de ellos, mucho menos después de esas extrañas preguntas que me han hecho.

Toco el timbre del piso de mi guapísimo novio y cuando me abre la puerta me es difícil mantener la compostura.

Tiene la cara llena de harina?

Él se acerca a mí y me da un dulce beso mientras que me ayuda a entrar la maleta.

— Y tú con quien te has peleado?
Le pregunto y rio mientras que con mis dedos quito un poco de harina de su rostro.

— La cocina y yo no nos llevamos muy bien.
Dice tímidamente.

— Me doy cuenta... deberías dedicarte solamente a la música.
Le sugiero haciendo que se ría.

— Debería...
Replica y pone cara de niño regañado que me hace reír mucho.

— Logre hacer la lasaña, pero la salsa bechamel simplemente no se me da.
Me explica y lo miro sin poder creer lo que me ha dicho.

— Comprendo... pero, no te preocupes. Ha llegado la mujer maravilla para rescatar la salsa bechamel.
Digo en broma y él me mira de pies a cabeza.

— Cocinaras así?
Pregunta y se refiere a mi vestido.

No entiendo bien de qué habla...

— Tiene algo de malo mi vestido?
Pregunto haciéndome la interesante.

— Todo lo contrario, pero ponte una camiseta mía para no mancharte.
Propone.

— No terminare como tú, créeme... pero, dame la camiseta que me cambio.
Digo aceptando su propuesta y lo sigo hasta el cuarto.

Él saca una camiseta blanca que tanto me gusta verle puestas y me la entrega con una enorme sonrisa en su rostro.

— Seguro y te queda mejor a ti.
Dice dándome un corto beso y sale de la habitación.

Quito mi vestido, mis zapatos, y me pongo su camiseta.

Huele a él... es maravilloso.

Voy hacia la cocina y cuando empiezo a ver el desastre que hay allí me doy cuenta que no sé por dónde empezar.

— Vaya que has discutido fuerte con la cocina, Serkan Bolat.
Bromeo y él entra a la cocina.

— Vaya... sí que te queda bien. Podría acostumbrarme a verte así en la cocina de mi casa, o en cualquier otro sitio claro.
Dice mirándome de pies a cabeza.

Lo miro entrecerrando mis ojos

— Tu publicista sí, tu cocinera no.
Le advierto.

— Y convivir conmigo?
Me pregunta de la nada y creo que no he entendido nada.

— Qué?
Pregunto confundida.

Serkan juega con sus manos como si estuviera nervioso y no me mira hasta que finalmente después de unos cuantos minutos levanta su mirada.

— Se que la agenda ahora está muy cargada, que estaremos de promoción y luego de gira, pero, pensaba que cuando las cosas se calmen, podríamos vivir juntos, si es que quieres.. Cuando menos lo pensemos el bebe ya habrá nacido y yo quiero que tu y él o ella, y yo estemos juntos.

Me dice dejándome muda.

— Hablas enserio, Serkan?
Le pregunto atónita.

— Muy.

No sé si pueda responderle ahora, ese es un paso muy grande.

— Puedo responderte luego? Es que me agarraste pensando en la bechamel.
Bromeo para quitarle dramatismo al momento.

— Cuando tú quieras. La propuesta siempre estará vigente. Dice sonriente y me abraza desde atrás. — Intentare ayudarte con este desastre que he hecho para que luego puedas nada más que pensar en mi propuesta.
Dice a mi oído y sonrió.

Es tan especial...

HAYATIM #Edser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora