Confesando Secretos

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Eda Yildiz

No lo puedo creer... todo lo que no tenia que suceder ha sucedido esta noche.
Mi venganza... bueno como que no funciono mucho porque he caído en el encanto de sus besos. Su ex, como siempre en el medio de nosotros de alguna u otra manera, y ahora esto, su hermana observándonos con una media sonrisa digna de "yo lo sabía".

— Piril.. espera. 
Le dice Serkan antes de que ella se vaya y yo tengo ganas de salir huyendo de la vergüenza.

Ella voltea y vuelve a vernos lanzándonos una tímida sonrisa.

— No me dirán que no es lo que parece, no?
Nos pregunta de manera sarcástica, y si, debo de admitir que tiene un buen sentido del humor.

Serkan y yo reímos ante sus palabras y nos miramos como queriendo ponernos de acuerdo en lo que diremos. Creo que ambos sabemos que intentar ocultar lo que sucede aquí es ridículo.

— Créenos que nos encantaría decirte eso, pero eres mi hermana mayor y sé que no funcionara.
Le explica y es ella esta vez quien ríe.

— Parecen dos críos, asuman que se aman y vivan felices. 
Nos aconseja y en este momento, Serkan toma mi mano con la suya.

— Es que ya lo hemos hecho hermanita, el beso que has visto no ha sido un beso por que si...
Le explica dejando la frase en el aire. 

Piril parece no creer lo que acaba de escuchar. Lleva sus manos a su boca para intentar no gritar de la emoción y luego las quita para reír.

— Lo sabía! Lo de ustedes no había sido solo una noche accidental.
Bromea y estoy esperando que la tierra se abra en dos para que me trague.

— Piril, por favor!
Le exclama Serkan  y me abraza como protegiéndome.

— No hagas caso a los comentarios fuera de lugar de mi hermana.
Me dice haciéndome sonreír.

— Por qué tanto silencio?
Nos pregunta y ambos suspiramos como sabiendo que es lo que nos espera.

— Soy la publicista de tu hermano.
Le digo como si fuese la explicación más sabia del mundo.

Ella nos mira como con lastima

— Oh...
Es lo único que logra decir.

— Piril, no es fácil. Nadie entendería que ella y yo nos conocimos antes, la disquera no permite una relación entre ella y yo según su contrato laboral, entiendes? 

— Y yo no quiero renunciar a mi trabajo aun, ni que me echen. Si una de esas dos cosas sucede, sería muy difícil para mi volver a conseguir otro trabajo de esto, y honestamente no he estudiado tanto como para arruinar todo en mi primera oportunidad seria.
Le explico. 

— Y que harán? Me refiero a que no pueden ocultar esto para siempre, están esperando un hijo.
Nos dice seria y ambos nos miramos sabiendo que lleva razón.

— Aún no lo sabemos. Eda y yo hemos iniciado esto en Los Ángeles, llevamos muy poco tiempo juntos y ninguno de los dos tiene idea de nada ahora. Estamos conociéndonos y bueno, si todo sale bien, veremos que hacemos después. No nos presiones por favor.
Le pide y reímos ante su comentario suplicante y lleno de picardía.

— Cierto, no los presiono, pero, la familia debería saberlo. Piensen que podemos ayudarles con su romance secreto.
Nos propone con una media sonrisa que es mas de celestina que de una hermana a su hermano.

— Les dejare pensarlo...
Dice de la nada y sin darnos tiempo a decir una palabra, ella da media vuelta y baja la escalara.

Si nos tomaran una foto en este momento, probablemente la cara de Serkan y mía reflejaría una enorme confusión. Nos miramos uno al otro dándonos una cómplice sonrisa que está llena de preguntas.

— Eda, yo no creo que estuviese mal que mi familia lo sepa. Creo que mi hermana lleva razón, ellos podrían ayudarnos en mantener el secreto y podrían ser una cuartada perfecta en muchas ocasiones.
Me dice con un todo de voz lleno de sugerencias.

— Eres tan convincente que me das miedo.
Comento entre risas haciendo que él ría conmigo.

— Eso es un si?
Pregunta como niño pequeño.

De verdad que me da pánico la manera que tiene para que con solo decirme algo pueda convencerme. No se si es su voz, su mirada, la manera que sus manos acarician mi cabello, o que, pero, aquí estoy rendida ante todos y cada uno de sus encantos.

— Si, es un si...Dejemos que tu familia nos ayude. 

Digo finalmente y él me da un beso de esos que tanto pero tanto me gustan y me llevan al cielo. Jamás me había enamorado tanto como lo estoy de él. Es tan bonita esta sensación, pero a la vez me da tanto pánico que no se de donde aferrarme para no caer en un abismo sin fin.

HAYATIM #Edser Donde viven las historias. Descúbrelo ahora