HAYATIM #Edser

Disimula Un Poco Más

Eda Yildiz

La luz que entra por la ventana ha hecho que me despertara. Miro el reloj, siete de la mañana..

Mierda!

Exclamo en mi interior e intento levantarme de la cama, pero su mano sorpresivamente sujeta mi brazo.

— Dónde crees que vas tú?
Me pregunta con su voz más ronca que de costumbre.

Aun está dormido. Lo miro y sonrió al ver lo bello que luce recién levantado.

— Al hotel.
Digo y Serkan niega con su cabeza.

— Iremos a desayunar. Si preguntan, les diremos que nos hemos reunido muy temprano para arreglar unas cosas en la agenda. Ellos no son de la disquera.
Me explica y me asombra la lucidez que tiene a esta hora de la mañana.

— Con la misma ropa que me vieron salir anoche?
Pregunto dejándole saber que es un riesgo.

Gira sobre el colchón y me jala haciendo que caiga a su lado.

— Hay un negocio de ropa a una calle de aquí. Compra algo allí. Propone y me abraza para que no me vaya. — Quédate aquí conmigo un rato mas.
Me pide y besa mi hombro.

— A las once tenemos que estar en el set, Serkan.
Le explico.

— Estaremos allí, ahora ven. Dice de manera tierna y me abraza mas fuerte aprisionando mi cuerpo contra el suyo. — Mira hijo, tu no seas así, cierto? Disfruta de las cosas bonitas y no estés igual su madre siempre corriendo contra el reloj.
Dice y coloca su mano sobre mi pancita haciéndome reír.

— Él o ella no tendrá esos problemas. No estará con su publicista, y mucho menos espero que con su jefe.
Replico y ambos reímos.

— Nunca se sabe...ahora, ven tu y dame un beso.
Me pide pícaramente y niego.

— No.. Serkan, un beso contigo siempre lleva a otra cosa.
Digo con una media sonrisa.

— Un pequeñito, anda...
Me pide como niño pequeño y rio ante su manera tan infantil de ser a veces.

— Eres como un niño grande.
Bromeo.

— Un niño grande muy enamorado de ti.
Vuelve a insistir y finalmente lo beso.

Sabía que eso sucedería. Sabía que sus brazos se apoderarían de mi cuerpo hasta hacerme quedar sobre él. Sabía que no era un beso pequeño, si no que uno que me quitaría las respiración.

— Serkan....
Digo sobre sus labios a modo de suplica.

— Mmmm... tenemos tiempo...
Dice divertido mientras sus manos van acariciando mi cuerpo.

— Eres un peligro.

— Que te encanta.
Me responde entre risas.

— Inevitable.
Digo de manera incoherente ya que la manera que me toca me hace perder la razón.

De alguna manera, él se las ingenia para quedar sobre mí.

— Tienes idea de cuánto te amo, Eda? Me pregunta y no puedo responderle ya que siento su cuerpo al borde del mío. — Te amo como jamás he amado a alguien.
Termina de decirme y bajo el sonido de esas palabras me posee.

Por qué tiene que ser tan perfecta la manera en la que me ama? Por qué hace las cosas tan difíciles? Intento mantener la cordura a su lado, pero con estas cosas hace que todo mi débil plan se derrumbe. No hay recaudos en la manera de amarnos. Quizás es porque no tenemos el tiempo que quisiéramos para estar los dos solos relajados disfrutando de un día el que nos hace actuar de esta manera tan salvaje por llamarlo de alguna manera.

— Te amo, Serkan.
Le digo clavando mis uñas a su espalda mientras nuestros cuerpos explotan en placer.

— Yo a ti.
Dice desplomándose sobre mí y me deja un último tierno beso sobre mis labios. Se acuesta a mi lado mientras intentamos recuperar el aire y yo no puedo dejar der reír ante los pensamientos que cruzan mi mente.

— Eres un mentiroso.
Digo entre risas y él me mira sin entender nada.

— Por qué me llamas mentiroso?
Me pregunta haciéndose el ofendido.

— Me has dicho un beso pequeñito y mira en qué término.
Ambos reímos.

— Es que eres la tentación más grande a la que tuve que enfrentarme toda mi vida, y como te has dado cuenta, soy muy débil.
Me explica y quiero comérmelo a besos, pero ya no puedo jugar más con el reloj.

— Señor débil, es mejor que nos duchemos, que vayamos por mi ropa, y vayamos al café que está al lado del hotel para disimular que nos encontramos por trabajo.
Explico y me mira entrecerrando sus ojos.

— Qué?
Pregunto al notar que sigue mirándome con sospecha.

— Acaso tú eras una agente secreta en otra vida y yo no lo sabía?
Bromea.

— Hasta donde yo sé no... pero, ahora que lo dices puede ser... se me da muy bien esto. Ahora ven vamos que si no de verdad toda nuestra farsa se irá por el barranco.

Digo poniéndome de pie y jalando de sus brazos para que se levante.

— Hasta cuándo haremos esto, Eda?
Pregunta mientras vamos hacia el baño.

— Qué cosa?
Le pregunto sin entender a que se refiere.

— Fingir.

— Serkan, por favor... no compliquemos las cosas ahora. Es por nuestro propio bien y también por el de nuestro hijo.

— En algún momento esto saldrá a la luz...tengo una cara de enamorado que no puedo más.
Me dice mientras abro el grifo de la ducha.

— Disimula un poco más, solo eso te pido.

Le suplico y volteo para besarlo y así entrar a la ducha con él.