—Creo que me gustan las invitaciones amarillas —dijo Brian—. Es un color bonito y no tan llamativo al ser pastel. Añado que también me recuerda a mi solecito.
Sonreí, recargando la cabeza sobre su hombro—. Ése es nuevo —mencioné. Ambos decidimos ignorar la presencia de nuestros amigos.
—No es verdad, mi cielito, hace algún tiempo te dije que antes de saber tu nombre te decía Sol Sonriente.
—Cierto. ¿Y por qué? —pregunté, recibiendo un pequeño beso en la cabeza seguido de su preciosa voz como respuesta.
—Porque... Bueno, no sé cómo explicarlo, sólo... Todo tú me recuerdas a un Sol, además con ese lindo cabello podrías hacerte pasar perfectamente como uno. Serías incluso más precioso que el verdadero —murmuró, tomando mi mentón con su mano derecha—. Y siempre que te veía estabas sonriendo. Me gusta ésa sonrisa.
—El sentimiento es mutuo —musité medio perdido en su mirada. Él sonrió levemente.
—¿Te gusta mi sonrisa?
—En realidad me enamora, aunque no tanto como lo haces tú —susurré y un pequeño sonrojo se instaló en su rostro. Besó castamente mi mejilla y pasó su brazo encima de mis hombros.
Los dos miramos a nuestros amigos simultáneamente, quienes nos observaban algo atónitos.
—¿Qué? —preguntamos Brian y yo al mismo tiempo.
Nos sonrojamos levemente al darnos cuenta de aquello, mas yo simplemente me recargué más en él y cerré los ojos.
—Me dan diabetes tipo tres, no quiero ni imaginarme cómo es que se ponen cuando están solos.
Brian me miró cómplice, ocasionando que mi cerebro entendiera perfectamente sus intenciones, por lo que le sonreí por igual.
—Qué bueno que no te lo quieres imaginar —dije, sentándome sobre el regazo de mi prometido. Brian colocó una de sus manos sobre mis piernas y la otra justo en mi espalda baja. Yo descansé mi cabeza sobre su hombro, inhalando su maravilloso aroma.
—Ay ya van a empezar. No pueden estar ni un segundo separados —aseguró Freddie, rodando los ojos.
—Ni un milisegundo, ¿verdad, amor? —pregunté y él asintió rápidamente, dejando un pequeño beso sobre mis labios después.
—Te amo, delfincito —susurró y yo lo miré extrañado, casi riéndome.
—¿Delfincito? Ése sí es nuevo, y me gustaría saber por qué.
—Porque tus ojos son azules.
—Y los delfines son grises, Brimmi —mencioné, tomando su mandíbula entre mis manos.
—Y nadan en el agua azul —dijo—. Además eres un lindo —musitó, girando sólo un poco su cabeza para depositar un beso sobre la palma de mi mano con cariño. Yo sonreí ante sus tiernos actos y besé castamente su nariz.
—Como sea. Yo también te amo —mascullé y él sonrió, frotando nuestras narices nuevamente.
—Yo te amo mucho, muchísimo más, solecito de mis mañanas —anunció con calma y delicadeza.
—No creo que eso pueda ser posible... brillante luna de mis noches —respondí y sus ojos tomaron un brillo especial, así como sus mejillas un pequeño tono rojizo.
Estaba por besarlo, cuando la voz de John nos interrumpió—: Hacen una pareja muy bonita, pero los sobrenombres dejémoslos para el anonimato, por ahora concentrémonos en su boda que hay mucho por ver.
—Eres un aguafiestas, arruinaste mi discurso —le contesté, separándome de Brian y sentándome a su lado.
—No era un discurso.
—¡Sí lo era!
—No, no lo era.
—¡Claro que sí! —dije, lanzándole un cojín en la cara, logrando finalmente que se callara, aunque los demás comenzaron a reír.
—De acuerdo, sí lo era. Brian, ¿siempre se sale con la suya? —preguntó, dejando el cojín en el suelo.
—Yo siempre hago lo que me pide, no sé si eso cuente —dijo. Yo sólo me acerqué a él y dejé caer mi cabeza sobre su regazo. Él sonrió y yo lo hice también gracias al inmenso amor que había entre nosotros.
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🌹El chico del auto rojo 🚗 Maylor
FanficYa no sé qué me gusta más, si el auto rojo o el chico que lo conduce. ✨Ganadora en primer lugar de los Milied Awards en la categoría Fluff✨ Descripción: Una historia un poco demasiado fluff/waff, con el shipp ✨maylor✨ como principal, y en un Roger's...