—¿Roggie?
—Dime, Bri.
—¿Estás aburrido? —preguntó y yo reí, sentado sobre una mesa café.
—No, ver tu oficina es... interesante, aunque debo de admitir que le falta un poco de color.
—¿Entonces no te molesta estar ahí sin hacer nada? —dijo, con algunos papeles en mano.
—No, Brimmi, aunque debo de admitir que no me enojaría si vienes y me das uno que otro beso —añadí, y su sonrisa creció aún más.
—Eres un dulce, ¿lo sabes, no? —mencionó, levantándose de su silla y dejando lo que hacía sólo para acercarse hacia mí y sujetar mi cintura.
—Mientras no me pongas en una piñata todo bien —dije, haciéndolo reír.
—Eso no es lo que yo haría con un dulce —habló, y pude jurar que lo hizo con un deje de coquetería.
—¿Entonces qué?
—Puedo demostrártelo, si quieres —musitó bajito, como si le diera vergüenza decir algo así, a lo que yo le miré enternecido.
—Por favor —susurré, recibiendo un fogoso beso en los labios como respuesta.
Dirigí mis manos tras su cuello y el aprisionó con más fuerza mi cintura.
Separé mis piernas tímidamente, obteniendo así una mayor cercanía con él.
Continuamos besándonos un buen rato, ignorando la opresión en nuestros pulmones por la falta de aire, hasta que la puerta abriéndose nos interrumpió. Otra vez.
Se alejó de mí abruptamente, provocando que el cómodo calor que recibía de su cuerpo se desvaneciera.
Christine estaba en la puerta, mirándonos decepcionada.
—No puedo creerlo. Siempre que vengo están besándose —mencionó, provocando que mi chico y yo nos sonrojáramos más—. ¿Ya terminaste tus reportes, Brian? —cuestionó ella, ahora sonriéndonos.
—Ya casi —mintió—. Pero bueno, ¿es que tú no sabes tocar puertas?
—¡Claro que sé! —rio—. Sólo que ustedes estaban tan embelesados que no me escucharon. Sólo... tengan cuidado... Por favor —nos pidió, y ambos tardamos unos segundos en entender a qué se refería—. Me refiero a que cualquiera hubiera podido entrar y verlos así, es peligroso y no quiero que les pase nada.
—Claro, lo siento —dijo Brian—. Bueno, ¿tienes algo qué hacer?
—Sí, sólo venía a decirte que voy a llevarme algunos reportes, Daimon quiere terminarlos para recibir un sueldo extra, ¿está bien?
—Claro que lo está, ¿ya te vas? —habló mi novio, haciéndome reír.
—Sí, Brian, ya me voy —dijo Christine, sonriendo por el desesperado comportamiento de Brian.
Tomó los papeles necesarios y, tras despedirse de nosotros, se fue.
—¿En qué estábamos? —me preguntó, acercándose a mí y tomando mi cintura de nuevo.
—En que tenías que acabar tu trabajo. No te besaré hasta que termines.
—Mucho tiempo sin sentir tus labios sobre los míos, ¿no crees, mi amor? —preguntó, rozando su boca con la mía.
—Quizás —dije, dándole un piquito—. Si quieres, puedo darte un beso por cada reporte que termines.
—Algo es algo, ¿me puedes dar uno ahora?
—No.
—Roggie...
—Mejor ponte a trabajar, así te besaré más rápido —mencioné, provocando que riera y, tras un último beso, se fuera a su escritorio a continuar lo que hacía, observándome y sonriéndome ocasionalmente.
![](https://img.wattpad.com/cover/238668318-288-k555811.jpg)
ESTÁS LEYENDO
🌹El chico del auto rojo 🚗 Maylor
FanficYa no sé qué me gusta más, si el auto rojo o el chico que lo conduce. ✨Ganadora en primer lugar de los Milied Awards en la categoría Fluff✨ Descripción: Una historia un poco demasiado fluff/waff, con el shipp ✨maylor✨ como principal, y en un Roger's...